domingo, 23 de enero de 2011

Analisis de la Situacion Politica del Año 2010 - 5ª Parte


INFORME PRESIDENCIAL

Evento de trascendental importancia constituyó el informe de labores presidencial al cumplirse un año más de mandato constitucional del Presidente de la República, Rafael Correa, motivo por el cual, este realizó en la sede de la Asamblea Legislativa un amplio recuento de la gestión cumplida en el año de ejercicio del mandato, pero contextualizado en el marco de los tres años y medio de la revolución ciudadana. Igualmente el informe en su estilo estuvo matizado por cuadros y gráficos con los principales indicadores de gestión en diversas áreas y ámbitos.

Correa y su equipo de gobierno consideran que este es el momento, la circunstancia y la oportunidad de salir del subdesarrollo, aprovechando del inmenso potencial minero. Para ello el gobierno había creado y puesto en marcha la Empresa Nacional Minera que será la encargada de diseñar estrategias de apoyo para promover las actividades mineras en todas sus áreas; así como de asociaciones estratégicas con grandes empresas especialmente estatales.

En el ámbito de las políticas petroleras, recordó que se tuvo que recuperar de manera urgente la producción petrolera pública, la misma que se encontraba en una total curva de declinación; invirtiendo alrededor de 5 mil millones de dólares. Igualmente se renegociaron contratos transitorios petroleros que no realizaban una adecuada distribución de la ganancia petrolera. Con ello se había recuperado más del 70 por ciento de las rentas petroleras y se prevé que con la prestación de contratos de servicios se establezca una tarifa fija y se recupere el 90 por ciento de las rentas petroleras.

En el campo energético, el Ejecutivo ratificó que la exploración de gas en el Golfo de Guayaquil proseguirá, a través de la empresa estatal chilena Petroenap, en búsqueda de gas para diversificar la matriz energética para el transporte público, mucho menos contaminante, que los hidrocarburos. Al respecto su crítica fundamentada a las posiciones ultraecologistas no dejo de darse, cuando incluso se pretende oponerse a la misma fase exploratoria; sin la cual no se podría saber el posible impacto vs la ganancia social de los proyectos mineros.

Igualmente en relación a las políticas energéticas, Correa y el Gobierno hasta el 2016 tiene prevista una inversión cercana a los $ 7. 600 millones en el sector hidroeléctrico; siendo Coca Codo Sinclair uno de los proyectos más importantes para el país, mismo que tendrá un costo de alrededor de $ 1.979 millones (de los cuales $ 297 millones serán financiados por el Estado y $ 1.682 millones a través del crédito del Eximbank de China). Con este proyecto, el Ecuador dejará de importar 533 millones de galones de diesel y desplazará la energía térmica en las horas de máxima demanda, lo que permitirá dejar de emitir 4 millones de toneladas de anhídrido carbónico (CO2) a la atmósfera, que representarían hasta 100 millones de dólares en bonos en el mercado de certificados de carbono.

El Gobierno aspira incrementar en 4.000 megavatios la producción de energía hidroeléctrica hasta el 2016, con lo cual se duplicará la capacidad instalada, gracias a la puesta en marcha de proyectos como Baba, Coca Codo Sinclair, Mazar, Guayllabamba Integrado, entre otros, a lo cual se suma la inversión de 120 millones de dólares anuales en electrificación rural, monto que subirá a 500 millones de dólares en el 2012.

En materia de electrificación rural, se está destinando más de $120 millones anualmente para que en los próximos cinco años todos los ecuatorianos que habitan en las zonas rurales del país cuenten con energía eléctrica. Y sólo entre el 2009 y 2010 se habían beneficiado ya cerca de 309 mil viviendas.

El Gobierno había dicho apoyará los grandes proyectos mineros, siempre y cuando respeten la Ley; y recordó que durante su mandato se habían revertido más de 2.900 concesiones; y al momento el Estado decide cuándo, cómo y dónde se otorgan las delegaciones. Según cálculos de organismos técnicos del Estado, la explotación minera, en los proyectos más grandes, generaría 7.000 empleos directos y 25 mil indirectos; pudiendo escalarse esta empleabilidad a 50.000 en el contexto nacional.

En cuanto a las telecomunicaciones la inversión pública en telefonía durante el 2009 fue de $ 213 millones, mientras que la privada llegó a $ 157 millones. En el servicio de banda ancha, en el 2006 el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CNT) contaba con 15 mil abonados, mientras que en 2009 creció a 140 mil, con una proyección de 726 mil abonados para el 2013. En el 2007 no existían escuelas conectadas a la Internet, mientras que para julio de 2010 este beneficio llegó a 2.090 establecimientos, y para fines de este año se espera que llegue a 4.553 planteles, beneficiando a 1’175.760 estudiantes a nivel nacional. En telefonía rural, hasta finales de 2010 se prevé que se cuente con 50 mil equipos, mientras que para el 2011 se duplicará esta cifra a 100 mil.

En cuanto al manejo de los recursos hídricos se destacó el proyecto Multipropósito Chone, cuyo monto es de $ 51 millones; la obra tiene tres objetivos: reducir y mitigar las inundaciones; dotar de agua potable a este cantón manabita hasta el 2030, satisfaciendo la demanda de más de 180 mil habitantes; y, finalmente disponer de agua para riego en la zona. Igualmente es destacable el proyecto de la cuenca del río Guayas, en donde se incluye los multipropósitos Chongón-San Vicente (7 mil hectáreas), Daule-Vinces (143 mil), Bulu Bulu –Cañar (100 mil) y Pedro Carbo (25 mil).

En cuanto a fortalecer la ciencia y el conocimiento para impulsar el desarrollo productivo, este se había convertido en el eje de la revolución ciudadana para salir de la pobreza absoluta, a condición de que a mediano y a largo plazo, haya un incremento continuo de la productividad, ello implica capacitación, mejores colegios, mejores universidades, inversión en ciencia y tecnología, al igual que la ejecución de obras de infraestructura que mejoren la competitividad y permitan el acceso a nuevos mercados.

Correa defendió igualmente la actuación del Ejecutivo para mantener en vigencia constitucional de la rectoría de los sectores estratégicos, en la administración del agua, la energía eléctrica, la telefonía, el petróleo; y reto a la oposición a que ganen las elecciones, si quieren manejar estas áreas.

Uno de los mayores logros de la Revolución Ciudadana había sido la reducción en cinco puntos porcentuales de los niveles de pobreza, como parámetro fundamental que marca el desarrollo económico del Ecuador, disminución que en los pueblos ancestrales llega hasta el 10 por ciento. Correa resaltó el incremento exponencial de la inversión social, y anunció que hasta el 2015, el gobierno se había propuesto erradicar la desnutrición infantil en menores de 5 años.

Destacó que se había logrado la inversión pública más alta de la historia, no por los altos precios del petróleo sino por varios factores como la implementación de un sistema de compras públicas transparentes, una renegociación de la deuda externa (que solo en intereses ahorró 300 millones anuales al Estado), la eliminación de los absurdos fideicomisos para garantizar pago de la deuda, del retorno del ahorro público, la optimización del uso de recursos de Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), y el mejoramiento de la negociación y comercialización del petróleo.

Respecto a la organización del Estado puso de relieve la conformación de siete ministerios de coordinación (de Sectores Estratégicos, Desarrollo Social, de la Producción, Seguridad Interna y Externa, Patrimonio Natural y Cultural, de la Política) y la definición de políticas sectoriales.

Correa subrayó también que el país ya no se rige por las políticas emanadas desde Washington; se dejó atrás el neoliberalismo, y ahora se tiene una política digna. Para vergüenza de América Latina en los últimos 20 años en la región se rigió por políticas emanadas del denominado Consenso de Washington, que para vergüenza de los latinoamericanos no participó ningún latinoamericano de ese consenso.

Correa mencionó que con la negociación de la deuda externa se había logrado recuperar capacidad para endeudarse en proyectos extremadamente rentables para el país como la construcción de refinerías. Recalcó que siempre la mejor inversión es en el ser humano y que el ser humano ahora está sobre los intereses del capital. Antes el servicio de la deuda fue mayor que el gasto social.

En relación a las políticas de Estado y fiscales, recordó que antes el clientelismo era impresionante, se ayudaba en función de la cooperación política. Ahora todo se encausa por el BEDE hay formulas transparentes e incentivos. Los gobiernos locales son considerados aliados estratégicos para el desarrollo del país. Jamás se había dado tantos recursos a los gobiernos locales y con mucha puntualidad; y, con el nuevo Código Orgánico de Ordenamiento Territorial Autonomía y Descentralización (COOTAD) se incrementa y se vuelve más equitativa las asignaciones para los gobiernos locales.

En cuanto a la banca pública, se mencionó la capitalización de la Corporación Financiera Nacional (CFN) para orientar créditos para la producción; del Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV) para proyectos inmobiliarios; el Banco Nacional de fomento (BNF) para ofertar microcrédito y crédito del Bono de Desarrollo Humano.

Mencionó que la reducción del desempleo, luego del impacto que sufrió la crisis financiera, había sido uno de los logros del Gobierno, cuando en el 2009 se cerró con un tasa de desempleo del 7.9%, una cifra que está por debajo de los índices registrados en otros países de la región y de Europa.

En relación con el incremento de los precios, estos suben en todo el mundo, pero hay que contrastarlos con el ingreso familiar, que había mejorado a partir de políticas que permitieron el incremento del ingreso de las empleadas domésticas de $70 al $240, el Bono de Desarrollo Humano subió de $15 a $30 y el Bono de Vivienda rural de $500 a $5.000.


PELIGRO DE DESESTABILIZACION DESDE LA DERECHA

En el ámbito político Correa advirtió del peligro de desestabilización por parte de los poderes fácticos, en el marco en el cual los más grandes banqueros tenían, por disposición constitucional hasta el mes de octubre, que vender todas las empresas que no tengan que ver con el negocio financiero, especialmente aquellos que posean medios de comunicación, lo que evidentemente a más de abonar a la desmonopolización de la economía, implica a un duro golpe al monopolio de la comunicación y a la oposición de derecha que había hecho de estos medios su nicho para la subversión y tergiversación de la información pública.

La disposición constitucional que obliga a los banqueros a vender sus bancos o las empresas a su cargo, fue calificada como uno de los grandes aciertos de los asambleístas constituyentes, para acabar en parte esa colusión dolosa del poder oligopólico que generó sólo en la banca una utilidad de 281 millones de dólares en el 2009.

Asimismo, rechazó el odio y la ambición de los títeres de la oligarquía, que con el pedido de revocatoria presidencial podrían ocasionar que se retrase el país y que vuelva la inestabilidad. Dijo además que a pesar de que saben que no van a vencer; probablemente, con los millones que tienen podrán reunir las firmas para ir a la consulta popular de revocatoria de mandato; pero irresponsablemente lo único que buscan es palestra política, así atrasen el proceso de cambio en el país, así nos hagan gastar decenas de millones de dólares en elecciones. Pero igualmente Correa arengó al pueblo ecuatoriano a prepararse para otra contundente victoria popular.

En relación al curso que está tomando las solicitudes de revocatoria de autoridades del poder seccional, el Ejecutivo se solidarizó con el pedido de la asociación de municipalidades para reglamentar la disposición constitucional que exige un registro de firmas del 1% del padrón electoral para solicitar la revocatoria; esto es que previo a ello se deje claramente sentado las razones de la revocatoria, a la vez que se fije un plazo máximo para la recolección de las firmas; pues en otro caso se estaría atentando contra la estabilidad del sistema democrático. Pero igualmente Correa fue explicito al decir que de esta normatividad se excluyese la revocatoria presidencial pues no había temor al veredicto ciudadano en el caso de una propuesta de este tipo y que se estaba dispuesto a afrontar este reto para ratificar una vez más en las urnas el apoyo y mandato de la revolución ciudadana.

Ante ello voces desde la misma derecha se habían mostrado cautelosos ante la iniciativa del ex – presentador televisivo Carlos Vera, quien habiendo retirado los formularios se verá en la necesidad de reunir 1 millón seiscientas mil firmas y pasar por los filtros tecnológicos del Consejo Nacional Electoral – CNE.

CONFRONTACION A LA OPOSICION REGIONALISTA

Igualmente Correa encaminó la critica a la oposición regionalista que se levanta en relación a la consulta planteada para resolver la jurisdicción del cantón La Concordia, llevada adelante en la provincia de esmeraldas, feudo del MPD quienes en alianza con sectores de la derecha del PRIAN y el apoyo de la jerarquía católica movilizaron a aproximadamente 3000 personas, entre ellos una gran mayoría de estudiantes; todo esto previo a la visita del Presidente a la provincia de Esmeraldas con motivo de sus fiestas, planificada para inaugurar importantes obras; a pesar de ello el Presidente Correa estuvo el 5 de agosto en esta jurisdicción y llamó a continuar con los juicios iniciados con motivos de la explosión de una bomba lacrimógena en una concentración de 4 mil personas en la Concordia.

Así mismo el Gobierno hubo de afrontar un nuevo llamado de los sectores cacicales y elementos de la derecha de sociedad patriótica que trataron en un nuevo intento de manipular la conciencia de los sectores populares amazónicos para ir a la conformación de una región autónoma, planteamiento y convocatoria más debilitada que la realizada luego del levantamiento indígena, y que hubo de contar con la representación gubernamental, a través de la Ministra Coordinadora de la Política, quien en su discurso esclareció que la propuesta de región era inviable por la disposición constitucional que exigía un mínimo de 700 mil habitantes, por ello planteo, tal cual lo dispone la Constitución el ir a la generación y aprobación de una ley de circunscripción especial que garantice el tratamiento único de esta estratégica región del país. Para lo cual el gobierno había ofrecido convocar a una comisión sectorial con amplia representación ciudadana.

Igualmente en el plano de lo político Correa criticó el separatismo, que disfrazado de ilegítimas e ilegales autonomías, que antes era patrimonio de la derecha más recalcitrante de la provincia del Guayas; y a la cual apoyan en la actualidad grupos supuestamente de izquierda, y muchas veces autodenominados ecologistas e indigenistas, quieren prácticamente independizar a la región amazónica del resto del país, y apropiarse de los recursos naturales que en ella existen, y para ello exacerban los regionalismos y localismos.

LA SOCIALDEMOCRACIA ACADEMICISTA

Ausentes de realizar una crítica fundamentada de los alcances y del mismo proceso de la revolución ciudadana, desde una posición estratégica y desde un punto de vista socialista revolucionario, la socialdemocracia de la Flacso – Ildis y Fundacion Freder Ebert, toma el atajo del principismo maximalista economicista, que cree encontrar en la des-acumulación y des-concentración de capitales a ultranza, el punto débil de la revolución ciudadana; dejando de lado la consideración clave de toda revolución por mínima que esta sea, el hecho de quitar de manera radical el dominio del poder político a las viejas clases oligárquicas y de manera paulatina estrechar su margen de ganancia a través de medidas fiscales, cuanto de la inserción de políticas redistributivas y concentradoras del capital y la riqueza a nivel del Estado, redefinido como de bienestar social, y orientado al socialismo, que es la salida que se plantea la socialdemocracia radical en el momento presente en el ámbito latinoamericano.

En este proceso, evidentemente liderado por la democracia pequeño burguesa, pero no por ello ausente de nacionalismo, soberanía y compromiso con el pueblo; los sectores populares han dado un contundente apoyo al actual gobierno; en cambio sus cúpulas dirigenciales en mucho de la misma pequeño-burguesía de tendencia izquierdizante, se han sentido relegadas en el supuesto papel histórico que debían cumplimentar por la bondad popular manifestada en la urnas; ya que nunca se tomo en serio la necesidad de la organización revolucionaria de la clase proletaria; y, en ello de proletario en primer lugar a la inmensa masa indígena explotada en ciudades y campos, al cual miraron de soslayo con un racismo encubierto de análisis clasista, y que condenaron a la pura tarea de apoyar electoralmente como masa, a la “vanguardia del proletariado”, léase a cúpulas trasnochadas de pequeño-burgueses arribistas.

Bien pronto los dirigentes más lúcidos de los pueblos indígenas tomaron cuenta que la hora histórica de la dirigencia pequeño – burguesa había pasado, y que era de lo más necesario recuperar la iniciativa desde la unidad de los pueblos indígenas, pero en este camino volvieron a ser asaltados en su conciencia por un indigenismo excluyente y exclusivista, al cual acumuló con grandes apoyos ideológicos, logísticos y financieros, la rama teologal – liberadora de la Iglesia, y las grandes transnacionales financieras a través de sus aparatos mediáticos, las ONGs de múltiples filiaciones políticas y de múltiples orígenes y tendencias, pero todas ellas anti-comunistas y anti-revolucionarias. Con ello se fue castrando lentamente la energía revolucionaria de amplios sectores dirigenciales indígenas, cuanto de comunidades que estratégicamente se podrían considerar proclives a un proyecto revolucionario socialista.

El ex – Presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, quien hubo de ser dejado de lado en la conducción de dicha Asamblea, y que puso en riesgo la aprobación de la nueva Constitución, por su ilusión democratista, se rasgaba las vestiduras, por la justa crítica que Correa realizase al dogmatismo y oportunismo: de una izquierda desfasada en la historia, de un movimiento indígena desconectado con sus bases, y de un ecologismo infantil, en el cual milita fervorosamente el mismo A.A.

De manera olímpica y audaz criticaba en jerga económica que “Quizás Correa no tenía sólidos fundamentos de izquierda, transformadores y revolucionarios. Era quizá un buen economista keynesiano, que en el auge neoliberal aparecía como renovador… Se produjo tal vez una liposucción ideológica del grupo que le rodea y que mina sus sólidas bases revolucionarias de izquierda”.

Dejando de lado oportunistamente, la realidad del actual gobierno que en sus acciones, orientación y definición ideológica, acumula a un proyecto radicalmente de izquierda; al contrario del mismo Acosta, quien con sus ilusiones democratistas, su neta influencia y apego a la socialdemocracia alemana, y sus amplias interrelaciones con el ONGeismo transnacional, constituye el parangón del oportunismo pequeño-burgués.

Otro de los importantes temas sobre el cual el Ejecutivo había abundado en su discurso, es el nuevo escenario de las políticas petroleras , luego de la entrada en vigencia de las reformas a la ley de hidrocarburos, es la necesidad de ir a una explotación controlada y ecológicamente responsable de los inmensos recursos mineros; sobre los cuales había dicho podrían generar 50 mil empleos e ingentes ganancias para el Estado como para las comunidades.

Igualmente respondió en duros términos a los opositores a la reforma a la ley de hidrocarburos, incluido al mismo Alberto Acosta, que habían sembrado dudas sobre la viabilidad y bondad de la orientación de la política petrolera de ir a la recuperación de la soberanía sobre el recurso estratégico del petróleo.

Acosta, intuía la posibilidad cierta de la muerte cruzada y de elecciones presidenciales ad-portas e indudablemente radicalizaba el discurso contra Correa, y en ello no había tenido reparo en desconocer el gran aporte de la revolución socialista bolivariana en el campo petrolero, pretendiendo confundir a la opinión pública que la posibilidad cierta de que el Estado a través de la reforma a la ley este posibilitado de concesionar directamente a empresas estatales y mixtas la exploración y/o la explotación de campos petroleros, constituiría una pérdida de soberanía o un manejo doloso de la contratación pública.

CRITICA A LAS POSICIONES
“IZQUIERDISTAS”, ECOLOGISTAS E INDIGENISTAS

En el marco del Informe a la Nación del 10 de Agosto, y luego de la amplia explicitación de las políticas de buen gobierno que había venido jalonando el actual gobierno; con justa razón y decisión, Correa criticó acremente a posiciones que quieren pasar de izquierdistas, que se encubre de ecologistas y que incluso habían cooptado parte del discurso indígena.

Para ello puso como ejemplo la manipulación mediática y política de la muerte de Bosco Wisuma, la situación de la Concordia; la corrupción disfrazada como derecho sindical; la defensa de la minería ilegal y altamente contaminante disfrazada de defensa de los pequeños mineros; la inconsecuencia del discurso ultraecologista y la exigencia de mejoras infraestructurales; el dejar de lado el ejemplo minero de Bolivia, de Cuba y Chile en el camino a la construcción del socialismo; la inconsecuencia de una dirigencia indígena que “para oponerse a la ley de aguas mintió en forma descarada y deliberada, diciendo que se quería privatizar el agua y que íbamos a dársela a las mineras”; la falsa apreciación de que la plurinacionalidad significa cogobierno; los subterfugios para no ver el verdadero problema indígena que es la pobreza, la irracionalidad disfrazada de justicia indígena; el doble discurso en cuanto a la inversión extranjera y la captación de la misma como supuesta ayuda al desarrollo; las políticas separatistas y regionalistas disfrazadas de autonomía que se replican en la Bolivia de Evo Morales; el ilusionismo de una izquierda dogmática y sectaria que se pretende pasar por ideología.

Pero igualmente en su discurso Correa se deslindó nítidamente de los conceptos y prácticas de carácter capitalista y neoliberal al desenmascarar las supuestas bondades de la libertad individual sin justicia, la globalización enfocada en el mercado; los sistemas perversos como raíz de la pobreza a nivel mundial; y, como lógica consecuencia la defensa de una alternativa que desde el sur se lo había llamado el "Socialismo del Siglo XXI, que sin pretender tener todas las respuestas, es al menos nuestra respuesta ante sistemas excluyentes, especulativos, responsables de haber conducido a la humanidad a un callejón sin salida de crisis civilizatoria y de destrucción del medio ambiente”.

Además Correa dijo estar cada vez más convencido, de que el cambio cultural es fundamental para el desarrollo, y que la ciencia y la tecnología pueden lograr más transformaciones sociales que cualquier ideología; y sobre ello puso de relieve el ejemplo de los países anglosajones; a la vez que criticaba el paternalismo, la mistificación del mundo indígena, la victimización, ciertos anti-valores culturales latinoamericanos, la viveza criolla, la cultura del poder, la disonancia entre los valores expresado y practicados; la mitificación de la pobreza y el primitivismo y la satanización de la capacidad de acumulación; al respecto expreso: “No queremos una sociedad de pobres; estamos en contra del hambre, en contra de la injusticia; en contra, de que se haga trabajar a los niños; en contra, de que el pan nos resulte tan duro y triste, tan delgado y esquivo. Estamos convencidos de que los pobres no dejarán de ser pobres con dádivas, dejarán de ser pobres solo con justicia, pero también sabemos que ellos son los principales actores de su liberación. Lo máximo que puede hacer un gobierno es dar adecuadas oportunidades”.

Igualmente criticó el papel de la prensa al aupar la inmovilización del país “por cosas que no resisten el menor análisis; es más, son hasta ofensivas a la razón, como: no petróleo, no minas, no consultas populares, no a cualquier ley si viene del gobierno, todo con un nivel de debate paupérrimo; y cuando el gobierno se enfrenta con valentía a tanta insensatez, una prensa corrupta o hace mutis por el foro o abiertamente echa gasolina al fuego pretendiendo hacer daño al gobierno sin importarle destrozar al país”.

Refiriéndose a la política indianista-milenarista dijo: “quizá una respuesta a esas invocaciones absurdas al pasado las encontremos en las palabras de uno de los más grandes teóricos de América, José Carlos Mariátegui, quien refiriéndose a la cuestión agraria manifestaba que su solución, «…no significa en lo absoluto una romántica y anti histórica tendencia de reconstrucción o resurrección del socialismo incaico, que correspondió a condiciones históricamente superadas, y del cual solo quedan, como factor aprovechable dentro de una técnica de producción perfectamente científica, los hábitos de cooperación y socialismo de los campesinos indígenas»”, concluyó diciendo que “el cambio cultural debe rendir culto a la memoria y no al pasadismo; al humanismo ecológico y no al fundamentalismo ecológico; el cambio cultural debe acudir, como fuente creativa, a una izquierda imaginativa, y jamás a esa pseudoizquierda que, impostora y usurpadora, termina siempre unida a la extrema derecha”.

Dijo además que “está claro que la inmensa mayoría de la población sabe y comprende los esfuerzos de nuestro gobierno por realizar la impostergable tarea de la transformación integral del Estado, de su metamorfosis de Estado burgués en Estado popular, y, con ello, la integración de los excluidos de toda la vida, de los marginados de la historia, de aquella inmensa mayoría que jamás tuvo acceso ni al pan, ni al abrigo, ni al poema”.

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