martes, 31 de agosto de 2010

Parte Final - Informe del Presidente Correa


PARTE FINAL DEL INFORME DEL PRESIDENTE RAFAEL CORREA A LA NACIÓN

Permítanme extenderme un poquito más queridas compañeras, compañeros, señores, señoritas, señoras asambleístas, en algunas reflexiones finales. Queridas hermanas y hermanos ecuatorianos, latinoamericanos y del mundo entero que nos acompañan, nos escuchan:

Lo que falta por hacer es mucho más de lo que ya hemos hecho. Estamos conscientes de eso, nos motiva a no perder un solo segundo, a trabajar con todo el ahínco posible. Sin embargo, algunas veces, para no desanimarse, es bueno también volver la vista atrás y ver cuánto se ha avanzado desde aquel 15 de enero del 2007, y cómo hemos sido perfectamente coherentes con lo dicho al país durante la campaña del 2006, en el discurso de posesión y durante todos estos años. Nos hemos equivocado, y mucho, muchísimo diría yo, pero también hemos ganado en experiencia. Pueden estar seguros de que una de mis escasas cumbres doradas entre tantos abismos profundos, es el aprender cada día. He ratificado con creces que son más importantes los principios que las ideologías.

He visto demasiada inconsistencia en gente que se dice de izquierda. Gente que -como manifiesta Jorge Núñez, [APLAUSOS]… a quien ayer entregábamos el premio nacional Eugenio Espejo-, critican al sistema solo para llamar su atención. Se han pasado la vida gritando lo suficientemente alto como para no pasar de moda, y lo suficientemente bajo como para no cambiar nada, ya que, supuestamente contradiciéndolo, [APLAUSOS]… se han acomodado bastante bien en el sistema, y no van a arriesgar perderlo. Se llenan la boca hablando de democracia, de participación, de pobreza, y se quedan en los conceptos sin ninguna eficacia en la acción.

Hace mucho tiempo aprendí a no engañarme a mí mismo, y confieso que estoy profundamente desencantado por tanta doble moral. Ahí tenemos la muerte de Bosco Wisuma, cómo se ha querido ocultar lo inocultable. Cómo supuestos defensores de derechos humanos, amparándose en tan sagrados principios, lo que hacen es defender sus dogmas y fundamentalismos, tales como que la policía es culpable hasta que se demuestre lo contrario, mientras que cualquier irresponsable, si se hace llamar dirigente indígena o líder social, debe ser inocente así se demuestre lo contrario, todo maquillado bajo nombres fastuosos como resistencia o protesta social.

He visto cómo los que se proclaman los defensores de la Pachamama, y con mucha soberbia creen que son los únicos que la saben proteger, son los mismos que cierran carreteras cortando los árboles que dicen defender. [APLAUSOS]…

He visto cómo los que se proclaman de izquierda popular, democrática, para defender sus intereses no dudan en apalear, agredir, y así evitar consultas populares que, cuando convenía a sus intereses, sí impulsaron.

He visto cómo, en nombre de la izquierda, sindicalistas corruptos que destruyeron a Petroecuador, en lugar de por elemental decencia quedarse callados, [APLAUSOS]… tratan de dar cátedra de manejo soberano de nuestros recursos.

He visto cómo se sostienen absurdos tales como rechazar la gran minería, pero demagógicamente aceptar la pequeña minería, mucho más contaminante, o la misma ganadería, que en nuestra Amazonía produce mayor devastación que cualquier proyecto minero. He visto cómo pretenden impedir la explotación de nuestros recursos no renovables, pero al mismo tiempo exigen escuelas, hospitales y carreteras, para cuyo asfalto se requiere ese mismo petróleo que dicen rechazar. [APLAUSOS]…

Del caso de la hermana república de Bolivia podemos aprender muchísimo. Señor Embajador, un fuerte abrazo solidario al hermano pueblo boliviano. Bolivia tiene un gobierno revolucionario, identificado con el pueblo indígena, que construye su sociedad incluyente y apoya el bienestar de sus hermanos y hermanas con los recursos del gas y el estaño nacionalizados. Tiene las cosas muy claras: explotar los recursos naturales, pero en beneficio de las grandes mayorías, con respeto a la naturaleza, cuidando el medio ambiente, pero sin vacilaciones; utilizar los recursos que la naturaleza nos ha otorgado para lograr el Buen vivir de nuestros pueblos.

¿Acaso en Bolivia se han cerrado las minas? ¿Acaso en Bolivia se ha prohibido la extracción del petróleo? ¡De ninguna manera! Y ahora dicen que oponerse a esto es parte de la izquierda. ¿Acaso no fue el Che Guevara quien, en Cuba, realizó un trabajo excepcional para recuperar el níquel de las minas de Lengua de Pájaro, cuya exportación actualmente sobrepasa los ingresos del turismo? ¿Acaso el pueblo chileno, con Salvador Allende a la cabeza, no luchó por su cobre? ¡Cómo olvidar al Presidente Allende cuando declaró el Día de la Nacionalización del Cobre como el más importante de la historia chilena! ¡Cómo olvidar las palabras del Presidente Allende: "Compañeros mineros, trabajadores duros del rojo metal: Una vez más debo recordarles que el cobre es el sueldo de Chile, así como la tierra es su pan"! [APLAUSOS]…

No podemos someternos a fundamentalismos ultra-ecologistas, a visiones en las que el ser humano resulta ser poco menos que un estorbo en la naturaleza. No consideramos al ser humano como lo único importante, pero sí sostenemos que el ser humano es lo más importante de esa naturaleza. [APLAUSOS]…

Otra cosa es recorrer el país, conocer las carencias de nuestro pueblo, de nuestros discapacitados, de nuestros compatriotas víctimas de enfermedades catastróficas, los problemas tremendos que esperan solución.

Veamos un caso de estos problemas tremendos, para los que necesitamos todos los recursos sociales…[Video sobre el niño Kevin]… [APLAUSOS]…

Reflexionemos compatriotas, seamos lógicos, sensibles. Algunas veces no nos damos cuenta de lo que los economistas llamamos el costo de oportunidad, lo que estamos perdiendo.

Kevin, niño con parálisis mental, más o menos de la edad de mi hijo Miguelito, viviendo en una cabaña de caña de doce metros cuadrados con seis personas más. Nunca había recibido atención antes de la Misión Eugenio Espejo; la cocina y la refrigeradora las acababan de comprar con el crédito de desarrollo humano. Para que no haya otro Kevin en el Ecuador, sin la atención adecuada, necesitamos los ingresos de nuestros recursos naturales. [APLAUSOS]…

No existe vida social que no impacte en algún grado sobre el medioambiente. Aprendamos de países ejemplares por su manejo de la naturaleza y sus recursos, como Canadá, Suecia, Finlandia, Suiza, Nueva Zelanda, Australia, que explotan sus minas, sus bosques, de manera sustentable, racional, y que han resuelto ampliamente las necesidades básicas de sus ciudadanos y ciudadanas.

Para que sea sostenible la conservación, debe brindar mejor nivel de vida a nuestros pueblos. Es hasta inmoral decirles a los pobres: “no talen, no exploren, no extraigan”, cuando no tienen fuentes de ingresos.

Además, escúcheseme bien, será inútil, no lo lograremos. La conservación debe proveer claros beneficios a nuestra gente. No podemos ser los tontos útiles del planeta. De ahí la iniciativa Yasuní-ITT, que además se enmarca en un nuevo concepto propuesto por Ecuador y que llevaremos como UNASUR a la próxima cumbre sobre cambio climático en Cancún: el concepto de contaminación neta evitada.

Si se piensa compensar la desforestación evitada, porque esto ayuda a limpiar el medio ambiente –ya hay muchos avances sobre esto-, se debe también compensar el dejar el petróleo bajo tierra, que evita ensuciar el medio ambiente. En términos de contaminación neta evitada, no ensuciar tiene el mismo efecto que limpiar, es equivalente.

Esta es la forma de hacer un ecologismo responsable: pensando, proponiendo, creando ideas, que, insisto, permitan a nuestro pueblo vivir mejor protegiendo la naturaleza. Pero debo insistir: no permitiré que seamos los tontos útiles del planeta.

Tengo fe, como Lenin, en que la iniciativa será un éxito; pero tenemos un plan B: de no darse esa corresponsabilidad mundial por el Yasuní, tendremos que explotar ese petróleo con toda responsabilidad social y ambiental, sin dramatismos, sabiendo que se afectarían solo 20 hectáreas de 200.000, entendiendo que los más de 6.400 millones de dólares que podríamos obtener del ITT, servirían por ejemplo, escúcheseme bien, para financiar por más de 160 años el programa Joaquín Gallegos Lara, para que no haya más Kevins en Ecuador. Ese es el costo de oportunidad de dejar el petróleo bajo tierra. Basta el maniqueísmo, buenos contra malos, los que aman la naturaleza contra los que odian la naturaleza. Estas son opciones de política que tienen costos y el costo es inmenso, necesitamos la corresponsabilidad de los países desarrollados para financiar el ITT porque esos recursos se los necesita para elevar el nivel de vida de nuestra gente. [APLAUSOS]…

No puedo engañarme a mí mismo ni claudicar en mis principios en nombre de falsas izquierdas, ecologismos o indigenismos. Prestarme a tanta doble moral, a tanto doble estándar. Las cosas no se juzgan por malas o buenas en sí mismas, sino por quienes las hacen, de acuerdo a estas falsas doctrinas.

Cómo creer en una dirigencia que para oponerse a la ley de aguas mintió en forma descarada y deliberada, diciendo que se quería privatizar el agua y que íbamos a dársela a las mineras. Cuando quieran podemos entregarles las cuñas radiales que con estas mentiras llamaban a la protesta. Si tienen razón, ¿para qué necesitan mentir? En nombre de la plurinacionalidad que nosotros mismos incorporamos a la Constitución, no se puede permitir que grupos sin legitimidad democrática, por importantes que se crean, pretendan cogobernar en este país. Si ciertos dirigentes indígenas buscan manejar el agua, argumentando que en su cosmovisión es vital, por qué los empresarios no pueden manejarla, argumentando que para la producción también es vital. Basta de tantos subterfugios. El verdadero problema indígena es la pobreza, y nadie, ¡nadie! ha hecho más que este gobierno para combatirla. [APLAUSOS]…

El secuestro, la tortura son malos, pero si se lo hace en nombre de la justicia indígena, mágicamente se transforman en legítimos, y todo en medio de un sincretismo que llena de tristeza, donde acogen como ancestral las mismas prácticas que utilizaron los patrones para torturarlos. Negociar con las transnacionales, es malo, pero aceptar dinero y consignas de ONG's financiadas probablemente por esas mismas transnacionales; fundaciones que muchas veces buscan imponernos lo que nunca lograron en sus propios países e intentan evitar que utilicemos nuestros recursos para salir de la pobreza, eso sí es legítimo.

El separatismo, disfrazado de ilegítimas e ilegales autonomías, antes era patrimonio de la derecha más recalcitrante de la provincia del Guayas. Hoy, son grupos supuestamente de izquierda, y muchas veces autodenominados ecologistas e indigenistas, que quieren prácticamente independizar a la región amazónica del resto del país, y apropiarse de los recursos naturales que en ella existen, [APLAUSOS]… exacerbando los regionalismos y localismos. ¿Habrán entendido que posturas muy similares constituyen la principal oposición y peligro para el gobierno de Evo Morales, verdaderamente izquierdista, ecologista e indigenista? La doble moral es impresionante.

Hasta hace poco estos grupos denunciaban a la derecha separatista, y hoy hacen exactamente lo mismo que dijeron rechazar. Si la derecha busca el separatismo, es malo. Si se busca ese mismo separatismo en nombre de los indígenas, es justa reivindicación histórica.

Todo esto, como en Bolivia, es aupado por autoridades de elección popular, que bajo ese amparo, y pese a que muchos de ellos obtuvieron realmente una bajísima votación, se creen con derecho a todo. Felizmente, a diferencia de Bolivia, nuestra nueva Constitución permite la revocatoria del mandato para estos malos elementos. [APLAUSOS]… Estos grupos que además dicen admirar al presidente Morales, en Bolivia estarían apoyando a su opositor, el fundamentalista Felipe Quishpe, y a los separatistas de la Media Luna. No nos confundamos.

No me pidan que suscriba tantas inconsecuencias. No permitamos el asesinato cotidiano a la verdad. Solamente la verdad nos hará libres. El amor a la verdad. Moriré en el amor a la verdad.

La solidaridad con los postergados y vencidos de toda la vida no significa aupar y hasta ensalzar irracionales e ilegítimas prácticas. ¿Sería acaso justo que aplaudamos las acciones del ejército israelí contra Palestina bajo la justificación de que el pueblo judío fue arrasado por el nazismo? Perdón por la crudeza de la analogía, pero en ocasiones es necesario ejemplificar de tal manera para entender a profundidad la naturaleza de la moralina y el sesgo de una solidaridad mal entendida.

Insisto, siempre me unirán más los principios que la supuesta ideología. Los hombres de buena voluntad están en la izquierda, en la derecha, en los indígenas, en los mestizos.

Unámonos, para sacar honestamente adelante este país. [APLAUSOS]…

Izquierda sin sentido común, sin los pies bien puestos sobre la tierra, atendiendo no la realidad de nuestros pueblos sino tan solo sus propias fijaciones, está condenada al fracaso.

Creo en lo personal, en sociedades con mercado, pero no en sociedades de mercado.
Creo en la libertad individual, que sin justicia, particularmente en países como Ecuador, es lo más parecido a la esclavitud, y esa justicia solo se puede lograr a través de la acción colectiva.

No comparto una globalización que intenta crear un mercado global, y no una sociedad global; una globalización que busca no ciudadanos del mundo, sino tan solo consumidores mundiales. No entiendo cómo los países ricos podrán justificar éticamente a las futuras generaciones la búsqueda de cada vez mayor movilidad para mercancía y capitales, al mismo tiempo que penalizan e incluso criminalizan cada vez con mayor fuerza la movilidad humana. [APLAUSOS]…

Creo que el mayor imperativo ético que tiene la humanidad es combatir la pobreza, la cual por primera vez en la historia, no es fruto de escasez de recursos, sino de sistemas perversos. Creo en el poder de la Utopía, que –como dice mi buen amigo Eduardo Galeano, escritor uruguayo autor de "Las Venas Abiertas de América Latina", al ser inalcanzable pese a mucho caminar, nos sirve precisamente para eso, para avanzar.

Todo esto es lo que nos ha llevado a generar desde el sur lo que llamamos el "Socialismo del Siglo XXI", que sin pretender tener todas las respuestas, es al menos nuestra respuesta ante sistemas excluyentes, especulativos, responsables de haber conducido a la humanidad a un callejón sin salida de crisis civilizatoria y de destrucción del medio ambiente.

Cada vez estoy más convencido de que el cambio cultural es fundamental para el desarrollo, y que la ciencia y la tecnología pueden lograr más transformaciones sociales que cualquier ideología. Apostémosle a esos cambios. En lo cultural, la capacidad de organización, la autocrítica. Como decía hace unos meses en la Universidad de Illinois, toda sociedad y cultura tiene sus valores y anti valores, y debemos sacar experiencias de todos ellos. Por ejemplo, tal vez por la dureza de vida, creo que un latinoamericano está mucho más preparado que un norteamericano para soportar situaciones extremas. De esta forma, si un norteamericano y un latinoamericano se pierden en la selva, probablemente después de un año será este último el que sobreviva. El problema está en que si se pierden en la misma selva 200 norteamericanos y 200 latinoamericanos, después de un año los primeros ya tendrán su escuelita, sus cultivos, incluso su iglesia, mientras que los latinoamericanos seguirán discutiendo quién es el jefe.

Nos falta mucho para aprender a trabajar, en equipo. En América Latina cada uno quiere ser capitán y ninguno marinero. ¿Qué somos más solidarios? Probablemente, pero se trata de una solidaridad espontánea, sin organización, reactiva. Esa organización colectiva, esa acción colectiva organizada, planificada, ya sea por solidaridad o interés, como claramente tienen los anglosajones, todavía está en ciernes en Latinoamérica, lo cual nos lleva a otro problema: la dificultad de que funcione adecuadamente el estado de derecho, el imperio de la ley.

Otra cosa que admiro mucho del mundo anglosajón es su pragmatismo y sentido de responsabilidad. Si se comete un error, se realiza el análisis correspondiente, se aplican las sanciones del caso, y, sobre todo, se toman los correctivos para que no vuelva a ocurrir el evento. Si en América Latina se comete un error, le vamos a tirar piedras a la embajada de Estados Unidos. Es decir, la culpa jamás es nuestra, siempre es de los demás, siempre tenemos la razón.

Probablemente los 200 latinoamericanos perdidos en la selva, después de no haber hecho nada para vivir mejor, incluso argumentarán que son el ejemplo a seguir, porque ellos sí protegieron la Pachamama. [APLAUSOS]… De esta forma nunca reconocemos un error, no establecemos responsabilidades, peor correctivos. Como de costumbre, todos vamos a hablar del cambio, pero que cambie el resto, porque yo no tengo nada que cambiar. ¡Qué daño ha hecho el paternalismo en América Latina! Hablar no de pobres, sino de "empobrecidos", la mitificación del mundo indígena, nuestra eterna victimización, donde todos nuestros males - que los hay, y muchos- son culpa de terceros.

Lamentablemente, ciertos anti valores culturales pueden anular las instituciones formales necesarias para el avance social y económico, y prevalecer como mecanismos de retraso y subdesarrollo. En este sentido, algunos de los anti valores de la cultura latinoamericana que constituyen poderosos obstáculos para que funcionen las instituciones formales, y, en particular, la democracia y el estado de derecho, son, entre otros, la cultura de la trampa, es decir, un inexplicable deseo de romper las reglas de juego formalmente establecidas, donde el que lo hace más y de mejor forma no es el más sinvergüenza, sino tan solo el más "sabido", con lo cual se destruye toda capacidad de organización; la cultura del poder, donde las acciones se dan en función no de los derechos y obligaciones establecidas por las reglas formales, sino por la conveniencia del coyunturalmente más poderoso; y, finalmente, se encuentra lo que los sicólogos llaman "disonancia cognitiva", esto es, la incoherencia entre los valores expresados y los valores practicados, lo que genera que en lo abstracto se esté furiosamente contra ciertas conductas y situaciones, como por ejemplo la corrupción e impunidad, y en lo cotidiano se actúe en función de lo supuestamente rechazado.

Por ejemplo, hace unos días en Esmeraldas se despidieron 22 obreros que por negligencia produjeron un muy serio derrame de crudo en el río Taone, y durante mi visita allá nadie aplaudió esta medida, sólo escuché críticas a la misma porque se trataba de padres de familia.

Estoy convencido de que el cambio cultural es lo más importante para el desarrollo, para lo cual, como decía Gramsci, es necesaria la "crítica a las costumbres". Cultura, entendida ésta como el conjunto de ideas, creencias, visiones y valores acerca del mundo y de la sociedad, transmitidos socialmente.

Por ejemplo, se nos convenció de que ser pobre es ser bueno. La capacidad de acumulación se sataniza. Pero, si ser pobre es ser bueno, ¿para qué salir de la pobreza? Si ser pobre no es bueno, ¿cómo se puede salir de la pobreza sin capacidad de acumulación?

He visto cómo hacen una apología de la pobreza y del primitivismo, frecuentemente no deseando mejorar el nivel de vida de la gente, sino tan solo buscando satisfacer sus propias mitificaciones. Ya lo dice el Papa Benedicto XVI en su última encíclica Caritas in Veritate: "Considerar ideológicamente como absoluto el progreso técnico y soñar con la utopía de una humanidad que retorna a su estado de naturaleza originario, son dos formas opuestas para eximir al progreso de su valoración moral y, por tanto, de nuestra responsabilidad".

La pobreza como opción, es una de las mayores expresiones de la grandeza humana, aquella pobreza de la Madre Teresa de Calcuta. Pero la pobreza como destino ineludible, es decir, aquella de los condenados a la pobreza, es sinónimo de esclavitud. No nos engañemos, necesitamos prosperidad material, capacidad de acumulación, producir más de lo que consumimos. Algunas veces me da tristeza ver a gente que toda su vida ha trabajado con los pobres, pero pareciera ser que buscan perpetuar esa condición para satisfacer su propia necesidad de solidaridad.

No queremos una sociedad de pobres; estamos en contra del hambre, en contra de la injusticia; en contra, de que se haga trabajar a los niños; en contra, de que el pan nos resulte tan duro y triste, tan delgado y esquivo.

Estamos convencidos de que los pobres no dejarán de ser pobres con dádivas, dejarán de ser pobres solo con justicia, pero también sabemos que ellos son los principales actores de su liberación. Lo máximo que puede hacer un gobierno es dar adecuadas oportunidades. [APLAUSOS]…

Por elemental responsabilidad no puedo creer en novelerías tales como que en determinados concursos aquellos que se auto proclamen miembros de minorías sexuales tengan puntos adicionales, o que para conformar el Consejo de Participación Ciudadana, con todo respeto a los miembros, el tirapiedras que empezó a los quince años tiene puntos adicionales y el abanderado no, [APLAUSOS]… sacrificándose lo esencial, la meritocracia; [APLAUSOS]… o la pretensión de que la democracia participativa es tratar de contentar a todo el mundo, y, peor aún, que ésta es excluyente de la democracia representativa, cuando en realidad la complementa.

Algunas veces pienso que para algunos el fin en sí mismo es debatir por debatir, para satisfacer sus egos y que todos los reconozcan como insignes demócratas. Yo prefiero recordar cada día que no tenemos un segundo más que perder, y que todas esas discusiones absurdas, estériles, superadas por la evidencia y por la historia, lo único que hacen es hacernos malgastar tiempo.

Se pretende que democracia es el irrespeto a la autoridad, las agresiones al Presidente. Yo no quiero vivir en un país así. Yo no quiero un país así para mis hijos. Nos han querido convencer de que como funcionarios públicos debemos soportar cualquier infamia; si no, atentamos a la libertad de expresión y a la propia democracia. ¿Aquello es justo? De ninguna manera: cualquier persona tiene derecho a su honra. ¿Aquello es conveniente para el país? Peor aún: de esa forma nadie decente, sólo aquellos que no tienen nada que perder, vendrán a la función pública.

El país se inmoviliza por cosas que no resisten el menor análisis. Es más, son hasta ofensivas a la razón, como: no petróleo, no minas, no consultas populares, no a cualquier ley si viene del gobierno, todo con un nivel de debate paupérrimo; y cuando el gobierno se enfrenta con valentía a tanta insensatez, una prensa corrupta o hace mutis por el foro o abiertamente echa gasolina al fuego pretendiendo hacer daño al gobierno sin importarle destrozar al país.

Se utiliza el recurso de hecho como primer recurso, y no como el último. Las medidas de fuerza surgen por doquier, motivadas frecuentemente en legítimos derechos, pero que jamás justifican los medios. Y cuando frente al secuestro de maquinaria, cierre de caminos, secuestro de personas etc., como corresponde en un Estado de derecho, se quiere aplicar la ley, nos quedamos en la forma: se ha acusado de sabotaje y terrorismo, porque así llama nuestro Código Penal a esos delitos. Y por un nombre impreciso, pretendemos dejar todo en la impunidad. ¿Es ese país en el que queremos vivir?

Lo hemos dicho en otras ocasiones: sin cambio cultural no hay transformación de la sociedad. Ese cambio cultural debe comprender la crítica a la inmadurez política; [orientarse] a subrayar la implacable lucha contra el conformismo y la mediocridad, y a exhortar la constante elevación de los niveles del debate político, del discurso filosófico, así como apelar a la memoria constitutiva de la Nación para que los valores históricos, cívicos, éticos y educativos formen la columna vertebral de esa transformación.

El cambio cultural tiene que ver con la necesidad de no satanizar ni glorificar. En este sentido sería de inmenso aporte a la historia de las ideas que empecemos, desde la Mitad del Mundo, a plantear nuevos y revolucionarios conceptos sobre el Estado, sobre el régimen parlamentario y la división de poderes que nadie, desde Montesquieu, se ha atrevido siquiera a cuestionar; debemos hablar de la naturaleza de la burocracia, de la interpretación y significado actual del omnímodo poder de los medios de información, de la verborrea utilitarista sobre "la libertad de expresión".

El cambio cultural se sostiene en la capacidad que el pensamiento crítico tenga para observar, con agudeza, la doble moral y el simulacro de ciertos segmentos de la sociedad, o mejor, de ciertos representantes, que, al parecer amparados en la sistemática exclusión y humillación que sufrieron durante siglos, han convertido sus justas reivindicaciones en un cúmulo de rencores y resentimientos sociales, y, lo que es más grave, que esa conducta les sirva como salvoconducto para la transgresión y el atropello de los elementales derechos de los otros.

Y parte sustancial del cambio cultural reside en llamar a las cosas por su nombre, sin subterfugios ni interpretaciones antojadizas y, lo que es peor, con románticas dedicatorias y paternalismo pueril. Ejemplo de ello es llamar "resistencia" o "protesta social" a lo que es simple y llanamente abuso y caos.

Manifestación de ello es defender prácticas inhumanas, violatorias de los Derechos Humanos, como los excesos de la denominada "Justicia Indígena" como si fuese expresión de una "cultura ancestral".

Quizá una respuesta a esas invocaciones absurdas al pasado las encontremos en las palabras de uno de los más grandes teóricos de América, José Carlos Mariátegui, quien refiriéndose a la cuestión agraria manifestaba que su solución, cito: «…no significa en lo absoluto una romántica y anti histórica tendencia de reconstrucción o resurrección del socialismo incaico, que correspondió a condiciones históricamente superadas, y del cual solo quedan, como factor aprovechable dentro de una técnica de producción perfectamente científica, los hábitos de cooperación y socialismo de los campesinos indígenas», cierro cita.


El cambio cultural -y la crítica a las costumbres- deben evidenciarse en la interpretación que tengamos sobre arcaicos y presuntos movimientos sociales que, en ocasiones, solo representan a sus funcionarios; igual caso con Organizaciones No Gubernamentales, que empiezan por negar su apellido, que inician por decir lo que no
son, en lugar de elaborar propuestas de lo que quieren ser; el cambio cultural debe rendir culto a la memoria y no al pasadismo; al humanismo ecológico y no al fundamentalismo ecológico; el cambio cultural debe acudir, como fuente creativa, a una izquierda imaginativa, y jamás a esa pseudoizquierda que, impostora y usurpadora, termina siempre unida a la extrema derecha. [APLAUSOS]…

Y aquí surge otro tema ligado a la dimensión de la vida cultural que debe estar en la mira de los cientistas sociales y de la ciudadanía: la Universidad. La crítica a las costumbres es, en el caso universitario, una razón de existir para el académico. Sin excelencia, sin investigación, sin compromiso, no puede existir Universidad. Por ello hemos convocado a la sociedad en su conjunto a observar y fiscalizar lo sucedido en las últimas décadas con la universidad ecuatoriana. Hace pocos días, en Loja, cuna de Pío Jaramillo Alvarado, Manuel Agustín Aguirre y Pablo Palacio, una demencial turba, presuntamente alentada por autoridades de la Universidad, atacó el patrimonio y la historia de esa célebre ciudad cultural. ¿Podemos permitir, compatriotas, que el debate altivo y fecundo sea reemplazado por la provocación y la violencia irracional? Ante el vandalismo, el pillaje y el atropello, ¿qué diría ese militante de la izquierda anti dogmática que se llamó Benjamín Carrión?

Está claro que la inmensa mayoría de la población sabe y comprende los esfuerzos de nuestro gobierno por realizar la impostergable tarea de la transformación integral del Estado, de su metamorfosis de Estado burgués en Estado popular, y, con ello, la integración de los excluidos de toda la vida, de los marginados de la historia, de aquella inmensa mayoría que jamás tuvo acceso ni al pan, ni al abrigo, ni al poema.

Sabemos que hay tareas inconclusas urgentes. Entendemos el clamor de la gente en cuanto a inseguridad. Aunque es fácil demostrar que Ecuador sigue siendo uno de los países más seguros de la región, no podemos compararnos con los peores, sino con los mejores. En cuestiones de seguridad, no se trata de demagogia y hasta de xenofobia. Es absurdo sostener que por nuestra política de libre movilidad humana y ciudadanía planetaria, se ha incrementado la inseguridad. Por ejemplo, la situación migratoria para colombianos no ha variado. Jamás han necesitado visa para entrar en nuestro país, gracias a la Comunidad Andina. Sin embargo, estamos haciendo un estudio muy profundo para ver si hay relación entre la entrada de ciudadanos de ciertos países y el incremento de inseguridad. De verificarse esta hipótesis, tengan la seguridad que haremos los cambios y tomaremos las medidas que sean necesarias. Tenemos muy claras nuestras prioridades, y lo primero es el bienestar y seguridad del pueblo ecuatoriano.[APLAUSOS]… No podemos caer en romanticismos. Repito, si es menester endurecer nuestra política de inmigración, así lo haremos.

No rehuimos nuestras responsabilidades, pero es claro que el mayor problema para la seguridad es la impunidad rampante, y para ello se requiere de una reforma profunda del sistema judicial, [APLAUSOS]… y, sobre todo, de jueces probos y eficientes, con hambre de justicia. La mala fe, como ya lo ha hecho, inmediatamente dirá, que pretendemos apoderarnos de la justicia, y preferirá el mal mayor, es decir, que todo continúe igual. A la gran mayoría de gente de recta intención de este país, al Consejo de la Judicatura, a la Asamblea Nacional, los invito a unir esfuerzos para que, con todas las veedurías que sean necesarias, se reestructure lo más pronto posible el sistema judicial. [APLAUSOS]…

Tenemos muchos riesgos que enfrentar, más aún por la demencia de los insensatos de siempre. Sin embargo, tengan la plena seguridad de que cumpliremos con nuestro deber. La décimo sexta disposición transitoria de la Constitución nos obliga, hasta octubre, a presentar la correspondiente ley estableciendo los límites internos de la división política del país, y proponiendo consultas populares para aquellos conflictos de límites y pertenencia que no hayan podido ser superados. [APLAUSOS]…

Es una verdadera vergüenza que por el quemeimportismo y la desidia, el 24% de los límites provinciales y el 50% de los cantonales no estén definidos, lo cual ha degenerado en conflictos, algunos de ellos muy graves. Hemos trabajado con absoluta responsabilidad. De los 39 conflictos más serios, hemos logrado resolver 29; de los diez restantes, tenemos la esperanza de resolver la mayoría hasta octubre, pero ineludiblemente quedarán, para consulta popular, como lo estipula la Constitución, algunos casos, entre ellos los de La Concordia y la Manga del Cura.

La historia sabrá juzgar quienes cumplimos con nuestro deber, pudiendo eludirlo, como hicieron todos los gobiernos anteriores, y quienes sólo recurrieron a la politiquería y al odio, tratando de sembrar la división entre ecuatorianos para, vanamente, tratar de ganar unos cuantos votos en sus provincias. [APLAUSOS]…

¿Alguien dudaba que Santa Elena fuera de Guayas? Nadie ¿verdad? Pero se respetó el derecho de la gente a elegir su destino; y ahí, estos grupos que hoy se oponen a la consulta popular, sí apoyaron. ¡Cuánta doble moral hay en este país! Pero la historia no olvidará aquello… [APLAUSOS]…

Tenemos como desafío inmediato consolidar una estable mayoría legislativa, implementar las leyes que nos ordena la Constitución y que el país tanto necesita. Quienes llegaron a la Asamblea y han traicionado el programa que los llevó a ocupar una curul, recuerden que la revocatoria del mandato [APLAUSOS]… es un arma en manos del pueblo, para castigar el oportunismo. [APLAUSOS]… Y quienes le apuestan a las maniobras de dilación y el bloqueo a ultranza, recuerden que nuestra democracia contempla la "muerte cruzada" como garantía de funcionamiento del Ejecutivo y el Legislativo, [APLAUSOS]… para evitar que quienes han sido elegidos se representen únicamente a sí mismos.

Por nuestra parte, jamás tendremos miedo de poner a consideración del pueblo soberano nuestros cargos, [APLAUSOS]… de someter nuestra gestión al escrutinio del pueblo que nos eligió, no para figurar o para traficar con sus profundos anhelos sino para liderar un cambio profundo, rápido y en paz, con justicia y equidad, hacia el buen vivir de todas y de todos los ecuatorianos.

En lo inmediato, enviaremos a la Asamblea Nacional, con carácter de proyecto económico urgente, el Código de la Producción y posteriormente, el Código de Planificación y Finanzas Públicas, [APLAUSOS]… indispensables para establecer las nuevas reglas para la inversión y para un manejo ágil, técnico, transparente y moderno de las finanzas públicas. De igual manera presentaremos la reforma legal correspondiente, para que dentro del 4% que la ley exige de trabajadores con capacidades especiales en las empresas con más de 24 empleados, también puedan ser contratados, dentro de ese porcentaje, los adultos de los cuales dependen discapacitados severos, [APLAUSOS]… esto es muy importante, así como las personas con enfermedades catastróficas o los adultos de los cuales dependen. Es la manera institucionalizada de solidarizar a toda una sociedad.

No vamos a descansar hasta que todos alcancemos un estatuto de plena dignidad, en pie de igualdad. Caminamos hacia el socialismo, hacia la sociedad inclusiva, y pondremos todo lo que esté en nuestras manos para que ese empeño, esos objetivos, se hagan realidad. Somos una Patria multitudinaria, diversa, ancha y profunda que celebra a la naturaleza, a la Pacha Mama de la que somos parte y que es vital para nuestra existencia; que celebra el reconocimiento del Ecuador como un Estado unitario, intercultural y plurinacional.

Estamos llevando adelante una verdadera transformación radical, sin palos, sin piedras, sin violencia, [APLAUSOS]… sin cobardes bombas lacrimógenas; con inteligencia, con mentes lúcidas, manos limpias y corazones ardientes por la patria. [APLAUSOS]… Así se va a hacer el cambio y la revolución compatriotas, no con lanzas, no con muertos, no hiriendo a los ciudadanos de uniforme, a la Policía Nacional, gente sencilla, muchos de ellos con gran ascendiente indígena también, o afro, y maltratados por ciertos grupos violentos en este país. [APLAUSOS]… Nosotros hemos enfrentado a pecho descubierto, la lucha en contra de la corrupción, la inequidad, la ineficiencia, la irracionalidad económica y la degeneración del sistema político.

La Constitución la aprobamos juntos, con el objetivo mayor de afirmar y fortalecer las Identidades Diversas para la Construcción de una Sociedad Plurinacional e Intercultural, que garantice los derechos de las personas y colectividades sin discriminación alguna, valorando la diversidad como una fuente inagotable de riqueza creativa y transformadora.

No vamos a dejar que se pierda este proyecto histórico por unas cuantas incomprensiones, por presuntas discrepancias, por dirigentes insensatos, por demandas absurdas. Las nuevas generaciones de dirigentes que comprenden el momento histórico que vive nuestra Patria tienen que mandar al baúl de los malos recuerdos a esa dirigencia caduca, inmóvil, congelada en dogmas.

Existe la voluntad política desde el gobierno nacional, para construir alianzas con todos los actores sociales en base a objetivos nacionales. Pero, para que esta confluencia pueda darse, necesitamos una nueva actitud.

Hay que renovar los liderazgos, para que surjan nuevas ideas, nuevas propuestas, que entiendan que ahora hay un gobierno revolucionario, socialista y que hay que presentar propuestas [APLAUSOS]… y pasar de la protesta a esas propuestas constructivas, que sean favorables para el diálogo responsable y eficiente. [APLAUSOS]…

El consenso siempre será deseable, pero lamentablemente, no siempre es posible, y menos aún cuando en la discusión se han enquistado poderosos intereses. No podemos confundir consenso con tratar de contentar a todo el mundo, eso es sencillamente imposible. Tampoco buscamos el consenso por el consenso, sino el consenso en función de una clara visión de país, lo cual, algunas veces, considerando el bajo nivel ideológico de los actores políticos o la nula vocación de Patria que anima a ciertas fuerzas políticas, es extremadamente difícil. Siempre hemos actuado y actuaremos, en cualquier caso, con absoluta responsabilidad histórica y fidelidad al mandato soberano que nos ha dado la inmensa mayoría de ecuatorianas y ecuatorianos. [APLAUSOS]…

En medio de todo este escenario, mezcla de utopías y esperanzas, de realizaciones y conquistas, siempre están y estarán los seres humanos. Y es con seres humanos con lo que se construye esta nueva Patria. Quiero expresar mi saludo emocionado a quien desde su trinchera de generosidad y compromiso ha elevado nuestro quehacer a los más altos valores de la ética. Al Compañero Vicepresidente LENIN MORENO GARCÉS, [APLAUSOS]… que honra la Vicepresidencia con su devoción por los humillados y ofendidos, por los más pobres entre los pobres. También un cariñoso abrazo y el agradecimiento de toda una Patria a su generosa familia, sabemos que esta vocación, no es vocación de Lenin, es de todos, [APLAUSOS]… y que ustedes también son baluarte de esta revolución.

A los compañeros del gabinete que han devuelto al vocablo ministerio su significado original de servicio. Sabemos de las horas de abnegación, a costa de sus familias. Sabemos de su voluntad y aporte generoso y solidario, y, pese a ello, demandamos aún más y mejor tiempo. Y lo hacemos porque conocemos su calidad humana y profesional, y, por sobre todo, su entrega sin restricciones a esta Patria que los necesita, en el mismo grado que sabrá reconocer y amar ese trabajo cotidiano, interminable, abnegado y feliz. Muchas gracias compañeros del gabinete. [APLAUSOS]…

A mis compañeros del despacho presidencial, testigos y actores de este tiempo, de este cambio de época que para ellos también ha significado resignar familias, horas de sueño y descanso –ayer no han dormido absolutamente nada, por si acaso-; a los compañeros y compañeras de la residencia de Carondelet, mi profunda gratitud por su leal y anónimo trabajo; [APLAUSOS]… de igual manera para el equipo que, a lo largo de este tiempo, se ha encargado de la seguridad presidencial, a edecanes, casa militar, [APLAUSOS]… a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a la escolta presidencial que hace honor a su lema: “Lealtad hasta el sacrificio”, y a todos los funcionarios y trabajadores del Palacio de Carondelet, mi abrazo fraternal y grato.

A mi familia, la voy a ver el día de mañana con el permiso del pueblo ecuatoriano: [APLAUSOS]… mi esposa Anne, mis hijas Sofía y Anne-Dominique, y para Miguelito, mi tributo por comprender, por ayudarme a sobrellevar insomnios, vehemencia, algunas veces desconcierto; y, en especial, por haber aprendido, en este tiempo enmarañado y a veces oscuro, a hacer realidad cotidiana esa frase de entrega sin recompensa que significa vivir con infinito amor. [APLAUSOS]… Muchas gracias a mi madre presente aquí, a mi hermana, a mis sobrinos, que sé que me acompañan físicamente cuando pueden y espiritualmente siempre y sobre todo me apoyan con sus oraciones, y recuerden para todos los que tienen fe, que los más inútiles necesitamos más oraciones, así que recen bastante por mí. [APLAUSOS]…

Es momento también de reconciliación nacional. Es claro que en el país [APLAUSOS]… ha existido persecución política. Yo no puedo quedar indiferente ante lo que considero injusticias del pasado, más aún si algo puedo hacer para solucionarlas. Aunque tengo inmensas diferencias ideológicas con él, jamás eso impedirá que exprese mi convencimiento de que es un hombre honrado, víctima del odio y de la barbarie que en ese momento dominaban el país. Me refiero, señor Presidente de la Asamblea Nacional, al Economista Alberto Dahik Garzozi, ex Vicepresidente de la República, para quien solicito, de acuerdo al numeral 13 del artículo 120 de la Constitución de la República, la correspondiente amnistía de los supuestos delitos por los cuales se lo ha perseguido por alrededor de quince años. [APLAUSOS]…

Finalmente, queridos compatriotas, finalmente esta sencilla palabra: ¡Ánimo! Estamos viviendo un verdadero cambio de época. Estos tiempos, son ya leyenda. Como lo dijimos en la campaña del 2006, la Patria vuelve. No tengamos miedo, tengamos fe. Que nos roben todo, menos la esperanza. Lo mejor está por venir.

¡Hasta la victoria siempre compatriotas! [APLAUSOS]…

Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA
REPÚBLICA DEL ECUADOR
http://www.presidencia.gob.ec/pdf/discurso_100810.pdf

Indices y Cuadros Estadisticos


http://www.slideshare.net/PresidenciaEc/rendicin-de-cuentas-2010?from=ss_embed

Informe y Rendicion de Cuentas del Presidente Correa


Presidencia de la República del Ecuador
«LO QUE NOS FALTA POR HACER, ES
MUCHO MÁS DE LO QUE YA HEMOS
HECHO»

INFORME DEL PRESIDENTE RAFAEL
CORREA A LA NACIÓN

Quito, Salón Plenario de la Asamblea
Nacional, 10 de Agosto de 2010

PRIMERA PARTE

Queridas ciudadanas y ciudadanos:
Un abrazo con mucho corazón, fraterno, solidario, para todas, para todos, en este día tan especial para la Patria; nuestro afecto muy especial, como siempre, para los hermanos migrantes.

Reciban un saludo bolivariano y alfarista en este 10 de Agosto, cuando celebramos doscientos un años de la "Luz de América", ese grito inmenso que conmovió los espíritus, los corazones y las conciencias.

Ñuka kuyashka llaktamanta wawkikuna, panikuna
(Hermanos y hermanas de mí querido país)
iHatun saludami!
(¡Un gran saludo!)
Mañashkata paktachinkapakmi, Apunchikta fuerzata kuchun mañani
(Para cumplir con lo que han pedido, pido que Dios me de la fuerza suficiente)

Conmemoramos el 2 de Agosto el bicentenario de la masacre de los patriotas que formaron el primer gobierno soberano de América, aquel proceso iniciado el 10 de Agosto de 1809 en Quito y que tuvo continuidad con la Revolución del 9 de Octubre de 1820 en Guayaquil, ese movimiento libertario que, desde la provincia, se extendió a toda la Audiencia. Esa Revolución recibió el respaldo inmediato de Simón Bolívar, que para garantizarla envió a su mejor oficial, el entonces coronel Antonio José de Sucre. El poeta José Joaquín de Olmedo exaltó al Libertador como el más grande hombre de América y le dedicó en 1824 su famoso poema épico "La Victoria de Junín. Canto a Bolívar".

La Independencia rompió las cadenas de la dominación colonial; radicales visionarios como Morales o Quiroga anhelaron que ella fuera también el comienzo de una transformación social profunda y suscribieron con sangre sus anhelos.

El amor armado de Manuelita es otro referente de coraje y dignidad; como lo es el pensamiento y la acción del general Eloy Alfaro. Esta conjunción ejemplar nos marca el norte, que por designio de nuestras voluntades políticas ahora es el Sur; el destino de nuestra lucha es la unidad del Sur.

Rendimos homenaje a los mártires del 2 de Agosto de 1810, víctimas de la venganza colonial; evocamos tanto a los próceres que recuerda la historia como a los cientos de mártires anónimos que entregaron sus vidas por nuestra libertad. Todavía resuenan las palabras del Presbítero Miguel Antonio Rodríguez, pronunciadas en el primer aniversario de la masacre de los patriotas en las calles de Quito: Si amar a la patria es virtud, servirla, obligación. Pero ¿qué es morir por la Patria? Es morir por estimar la felicidad ajena como propia y despreciar la felicidad propia como inútil.

Como manifestaba ese queridísimo amigo, José Tonello, del Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio, en la celebración de los 40 años de esta institución: “Podríamos sentirnos satisfechos con lo conseguido hasta hoy, pero mucho más es lo que nos falta por hacer”.

Hemos dado muchos pasos, algunos extraordinariamente importantes; pero cada día sentimos la angustia de lo que nos falta por hacer, de recuperar el tiempo perdido, de lograr para el país la ruta irreversible hacia el desarrollo, hacia el buen vivir. Por ello, si me lo permiten, quisiera llamar a este Informe a la Nación: «LO QUE NOS FALTA POR HACER ES MUCHO MÁS DE LO QUE YA HEMOS HECHO» [APLAUSOS]…