domingo, 23 de enero de 2011

Analisis de la Situacion Politica del Año 2010 - 1ª Parte



NOTAS PARA EL ANALISIS
DE LA SITUACION NACIONAL

ENERO – DICIEMBRE 2010

SITUACION POLITICA Y ACCION DE GOBIERNO

LA CONSPIRACION EN MARCHA

El gobierno ecuatoriano desde el inicio del año y ante una serie de amenazas de movilización, alertaba sobre una conspiración en marcha en la que incluso estarían involucradas agencias de desarrollo de la ultraderecha americana, aunque excluyó que éstas tuvieran que ver con la Conaie. Igualmente denunció una campaña de desinformación al interior del Ejército que buscaba generar desconcierto con denuncias infundadas. Aseguraba que la oposición estaba actuando por diferentes frentes: acusaba directamente al MPD (Movimiento Popular Democrático, como “francotirador” y el problema de las Universidades por la LOES estaba en plena efervescencia, al igual que la campaña de la derecha con Carlos Vera a la cabeza; no descartaba igualmente acciones desde el movimiento indígena, de la derecha nebotsista y los grandes medios de comunicación.

Criticaba en la posición de los indígenas la falta de visión, por prestarse para los juegos de la derecha, en una protesta sin argumentos, pensando que por tener un proyecto político propio, creen que dañando a todos los gobiernos, independientemente de su línea, van a llegar a proyectos como en Bolivia. Correa, alertaba igualmente sobre posiciones separatistas y violentistas en el Municipio de Guayaquil, similares a las llevadas a cabo en Bolivia, en ese momento Nebot blandía una supuesta disminución de los fondos del gobierno central al municipio, como bandera de lucha separatista.

Igualmente en el marco del cambio de mando de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador - ECUARUNARI, se habían anunciado movilizaciones nacionales por parte del movimiento indígena, que se agravaron por las disposiciones del Consejo Nacional de Telecomunicaciones, que había resuelto sancionar con la clausura a la radio Arutam de la Federación Shuar. Y, esto catapultó el anuncio de movilizaciones en paralelo y concertadas de la Unión Nacional de Educadores, de los Sindicatos de Trabajadores, de los Pueblos Montubios, las Universidades, del movimiento de derecha de Carlos Vera y el mismo Jaime Nebot. Así mismo en el plano internacional el secretariado de las FARC habría denunciado la posible infiltración de paramilitares colombianos en afán de desestabilizar al gobierno de Correa.

El nuevo Presidente del Ecuarunari desmentía cualquier intento de ir a un golpe de Estado; pero su discurso de ruptura del dialogo con el gobierno y movilización nacional se mantenía en demanda de supuestos incumplimientos del Gobierno en cuanto a los acuerdos en relación a la ley de aguas, de la educación intercultural bilingüe y en cuanto a la apertura a la minería a gran escala en el país.

De su parte el MPD-PCMLE trata de consolidar un “Frente de Unidad Nacional”, al cual buscaba embarcar al mismo movimiento indígena de la CONAIE. Habida cuenta que ya en el anterior levantamiento hubieron acuerdos para enfrentar unidos al Gobierno en sus demandas; a la postre el movimiento indígena luego de las 20 horas de levantamiento, y superada la crisis del desalojo y muerto en la Amazonía, y habiendo dado gran aliento al impopular paro del magisterio, al momento de las negociaciones con el Gobierno, el mandato de las bases y dirigencia media de la CONAIE fue ir solos en la manifestación a la Plaza Grande y luego al diálogo con el Presidente, dejando colgadas las aspiraciones oportunistas de la dirigencia emepedista de los maestros de ir de manera conjunta.

La movilización de la CONAIE se debió de postergar en un escenario de falta de apoyo en la dirigencia y bases indígenas de la misma Amazonía y la Costa, pero se consideraba que esporádicas conversaciones alcanzadas en Bolivia en el escenario de la toma de mando del Presidente Evo Morales, pudieron haber influido en esta decisión; también la No sanción de clausura de la radio Arutam, de la Federación Shuar; pero igual la masiva movilización lograda por el Gobierno en la ciudad de Ambato. Así mismo se evidencia dos posiciones al interior del movimiento indígena de la CONAIE, por un lado la posición más “radical” del Presidente de esta, Marlon Santi, y una posición más proclive a reiniciar el diálogo del Presidente del Ecuarunari.

Con ello, un sinnúmero de sectores de la clase media e incluso de la derecha, que creían ver el momento de una arremetida general contra el gobierno, en mucho debía ver frustradas o aplazadas sus aspiraciones. En ello a más de la manifestación del Alcalde Nebot, había amenazado con movilizaciones el Frente Unitario de Trabajadores, las Universidades y Estudiantes, la UNE, los indígenas evangélicos, los trabajadores del sector público; y otros sectores minoritarios.

Para el Presidente entrante del Ecuarunari, estaba claro que la derecha buscaba encabalgarse en la movilización indígena; pero mantenía a rajatabla la defensa de los intereses corporativos del movimiento; y ante la posición de principio del gobierno de no ceder a estos intereses; las tres regionales que integran la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) resolvieron cerrar toda posibilidad de acercamiento; justificando su posición con la acusación de que el Gobierno de la revolución ciudadana como engendro de un sistema capitalista, neoliberal, de mantener y profundizar la noche neoliberal supuestamente dejando sin esperanza de vida a los pueblos, el Sumak Kawsay, y denunciando que el concepto del Buen Vivir que promueve el régimen solamente era en teoría, se señalaba que la minería, la explotación del petróleo, la extracción de madera, y la “privatización del agua” “no iba más”, se pedía de forma urgente que todas las transnacionales mineras que están territorios de la nacionalidad Shuar que por mandato “sublime” de los pueblos originarios se retiren de esos territorios”. Se pedía al Gobierno definiciones en cuanto a estar con el neoliberalismo, con el colonialismo, con la misma estructura política conquistadora, opresora, imponente, prepotente, y se anunciaba que como ecuatorianos y como originarios de estas tierras se iba a seguir construyendo los pueblos y nacionalidades en sus territorios.

Todo este discurso puramente ideológico y político no se asentaba en ningún análisis serio de la realidad económica, social y política del país, de las clases sociales y de las acciones y escenarios políticos a nivel nacional e internacional; sino en versiones de la derecha de los medios de comunicación, en acciones o declaraciones aisladas de uno u otro funcionario del gobierno; y en el discurso supuestamente radical de los ecologistas y del maximalismo verbalista de los aliados del MPD-PCMLE.

POLITICA DE BIENESTAR SOCIAL Y MOVILIZACION CIUDADANA

El Gobierno había avanzando en la propuesta de mejora sustancial de los sueldos de los maestros y posicionando el salario de la dignidad para los trabajadores de las empresas que generan utilidades, así como la misma oferta de 14 radioemisoras y frecuencias para igual número de pueblos indígenas; igualmente en el frente de los gobiernos locales, desmontaba los posibles apoyos al Alcalde Nebot, aportando nuevos fondos para los municipios y gobiernos locales más pequeños y tradicionalmente excluidos.

Igualmente Rafael Correa intensificaba su acercamiento a sectores populares claves de la misma ciudad de Guayaquil esto es en barriadas marginales que albergan a cientos de miles de pobladores suburbanos, marginados del desarrollo socialcristiano guayasense, a los cuales llamaba a organizarse y movilizarse en defensa de la revolución ciudadana; y se mantenía una constante campaña de difusión de los principales logros de la revolución ciudadana en cuanto a inversión social.

Así mismo, la movilización convocada por el Gobierno para festejar los tres años de la revolución ciudadana, dio como resultado la presencia en la ciudad de Ambato, de aproximadamente 150.000 personas, con una presencia mayormente popular, tal cual lo habían reflejado encuestas sectorizadas levantadas por Santiago Pérez, que establecían un apoyo de aproximadamente el 60% de la población, siendo estos índices más altos en el caso de la clase media baja y en los sectores populares más empobrecidos; y en su defecto la mayor oposición entre la clase media alta y alta.

Con ello el gobierno indudablemente fortalecía su presencia en el conjunto de la sociedad y desmentía tácitamente la agresiva campaña de desinformación sobre el supuesto descenso de la popularidad del mismo. Ello indudablemente lo posicionaba en el escenario de las negociaciones futuras en diversos escenarios de conflicto, sean estos las reclamaciones gremiales, el azuzamiento de la derecha, así como en el mismo seno de la legislatura.

Igualmente fue motivo para reafirmar una vez más el compromiso de la revolución ciudadana con el sector más pobre de la población, con los indígenas con los estudiantes. A pesar de ello no hubo detalles específicos sobre el revolucionario programa agrario, que en condiciones de la crisis provocada por el levantamiento indígena había aflorado profusa y profundamente, especialmente en el comprometimiento a la repartición de aproximadamente 2’500.000 hectáreas de tierras incultas.

Posteriormente el Presidente Correa en la ciudad de Machala había generado una masiva concurrencia y movilización de apoyo a su gestión con la participación de aproximadamente 15 mil pobladores encabezados por el Prefecto de la provincia. Ello da cuenta que en el escenario riesgoso de los próximos meses, el gobierno apuntaba a fortificar sus bases de apoyo a todo nivel en precaución a movilizaciones orquestadas desde la derecha oligárquica y de los sectores de la clase media alta y del mismo movimiento indígena que se sienten menoscabados en sus intereses.

LA “ARGOLLA ECOLOGISTA INFANTIL”

La abierta confrontación a la “argolla ecológica infantilista” que fe denunciada a raíz de los sucesos precipitados por la renuncia del Canciller Falconí, quienes a espaldas del Presidente Correa, habían venido imponiendo condiciones en el fideicomiso a ser ejecutado con los fondos de los llamados países “donantes” en resarcimiento por la propuesta de dejar en tierra el petróleo del ITT; lo que en primer lugar obligó a Correa a rechazar de manera frontal estas supuestas imposiciones de los países donantes, que luego se demostraría eran inexistentes, y más bien habían sido generados por el círculo de ecologistas infantiles, atrás del cual, a más de Fander Falconí, se hallaban los comisionados del proyecto ITT, el mismísimo Alberto Acosta y su esposa Ana María Varea, Directora máxima del PNUD en el Ecuador, agencia de la ONU con la cual se pensaba gestionar el fideicomiso; y en base a la que se había exigido la inclusión de 100.000 kilómetros cuadrados de la Amazonía como reserva ecológica, esto significa, a decir del Presidente, el 40% del territorio nacional y la posibilidad de dejar sin posibilidad de explotar recursos naturales del conjunto de la Amazonía.

EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI Y LA POLITICA AGRARIA

Revolución agraria, en coordinación con organizaciones campesinas e indígenas, entendiendo el desarrollo rural en su integralidad; sin embargo Fernando Bustamante, asambleísta de PAIS, indicaba que ha habido un sesgo en la política agraria muy costeño y muy productivista. Decía que es una tarea pendiente hacer cambios fuertes en la estructura agraria sobre todo de la sierra y en la estructura del acceso de la mayoría de campesinos a los recursos. En el tema indígena cree que todavía no se termina de resolver bien y que se estaba pensando cómo integrar el nuevo concepto de la unión y la diferencia, como vamos a dar una justa cabida en la población que remonta su identidad a los pueblos ancestrales sin romper la institucionalidad de la República.

"En la democratización de la tierra estamos dando prioridad a los sectores indígenas", precisó, pues "ha habido un proceso de exclusión estructural de los indígenas, antes dueños de todas las tierras y ahora tienen las peores, erosionadas, altas y sin agua." Para vergüenza del país los sectores indígenas y afros, antiguos dueños del país, son los que sufren los mayores niveles de pobreza. Esos son los objetivos esenciales de la Revolución Ciudadana: los jóvenes, los pobres y nuestros pueblos ancestrales, recalcó. Aseveró que ese en un programa para lograr la redistribución de la propiedad. "No va a acabar la inequidad en este país mientras no se democratice la propiedad y no sólo estamos hablando de la tierra, estamos hablando del agua, de edificios, de empresas. Por eso, las empresas incautadas a los banqueros las vamos a vender, pero primero a las comunidades", señaló. "Son al menos tres programas para la democratización de la propiedad, particularmente de la tierra. Estamos dando prioridad a sectores indígenas, con un grupo de razones: la injusticia histórica con los indígenas (...) y para combatir la pobreza absoluta" finalizó el Jefe de Estado.

RUPTURA DEL DIALOGO Y LEVANTAMIENTO INDIGENA

Luego del levantamiento de septiembre del 2009 el gobierno en su conjunto extremó las medidas para ir a un diálogo con la mayor fuerza liderante del movimiento indígena: la Conaie; pero a la vez continuaba adelante con una serie de medidas propiciadoras de bienestar social, que de manera indirecta bloquean la posibilidad de una oposición indígena – popular como en anteriores levantamientos.

El discurso ideológico político y la acción propagandística, de las fuerzas de oposición, tratan de hacer ver, que este es un gobierno como cualquier otro; y tildándolo como de derecha y neoliberal; este discurso se orienta a que sectores de la izquierda y el movimiento indígena, se bloqueen en la necesidad de apoyo político a un gobierno que había apostado francamente a un cambio profundo de la estructura de poder y de gobierno y que había enlazado lo principal de la reclamación y necesidades populares con una práctica política de compromiso creciente con el cambio y la modernización del país por fuera del modelo neoliberal y de la dependencia de los EE.UU.

A pesar de ello, el amplio apoyo popular había vuelto a crecer a partir de enero de este año, al terminarse los racionamientos eléctricos, ubicándose en el 66%; ello daba una garantía de gobernabilidad en el inmediato plazo; y más aún cuando los estratos medio bajos y populares de la población son los que definen esta tendencia.

Como una salida ante una arremetida política, desde la oposición en sus variados frentes, el Gobierno tenía en mira la posibilidad de un plebiscito para Junio de este año, como manera de saldar, vía elecciones nuevamente, con la oposición oligárquica costeña, coludida con sectores de la clase media y media alta entronada en gran parte del aparato estatal; y que coincidirían en los hechos con sectores de la llamada izquierda y el movimiento indígena.

Indudablemente al no haberse llegado a un acuerdo y concertación con el movimiento indígena en especial, el mes de marzo, con el tratamiento de importantes leyes por parte de la Asamblea, volvería a ser el escenario propicio para retomar las movilizaciones, tanto desde la derecha como de los movimientos sociales apoyados por sectores de la llamada izquierda.

El mayor factor de inquietud y aglutinación de la protesta indígena pasada, esto es la ley de aguas, se encontraba en una activa fase de socialización en las propias comunidades indígenas, especialmente de la sierra centro – norte, zonas de mayor protesta y con mayores niveles de organizaciones comunitarias, así como de juntas de riego.
El actual Gobierno en tres años de gestión, había legalizado mayor cantidad de títulos (50.000) que en los 30 años precedentes. Y uno de los objetivos de la Revolución Ciudadana es “que no hay más campesinos sin tierras”, por ello se prevé que durante los próximos tres años de gestión se entregué 250 mil títulos de propiedad.
También se delineaba la entrega del 36% de una de las más grandes empresas de cemento del país, para un fideicomiso a favor de la Prefectura Provincial de Chimborazo, aliada de APAIS, y en favor de las comunidades indígenas aledañas a la empresa; así mismo mediante préstamo se confirmó el 10% del paquete accionario para los trabajadores de la empresa, mientras el 51% de las acciones estarán en manos del Ministerio de Industrias. Empresa mixta que será tomada como modelo de gestión y que había pedido de varias autoridades indígenas, podría ser replicado en el ámbito minero en otras provincias.
Igualmente se había declarado el estado de emergencia en las provincias de la Sierra centro (Chimborazo, Bolívar, Tungurahua y Cotopaxi) afectadas por una pertinaz sequía, que ya había llevado a la toma de canales de riego por parte de campesinos indígenas, que consideran injusto el abastecimiento que reciben multinacionales agrícolas.
También el Gobierno, en esos meses había venido trabajando en importantes proyectos para el pueblo indígena como la intensificación del Plan Tierra, que consiste en el reparto de tierras improductivas para las poblaciones indígenas, lo que permitió el reconocimiento del título de tierras en Chimborazo, en la Sierra centro y en la Amazonía.

El Plan Tierras va paralelo de un plan de acompañamiento productivo para el desarrollo sostenible, en todos los territorios titulados y de los que se entregarán las garantías de posesión. El Directorio del BNF resolvió prescindir del requisito del título de propiedad, que se exige para la aprobación del trámite de préstamos; esta decisión beneficiará a los campesinos que tengan el proceso de la legalización de su propiedad en trámite, en el Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA). Además, el Banco entrega un crédito a estos campesinos para que puedan solventar los gastos del trámite de la titulación. El monto que se da, depende de la situación de cada agricultor, así como del plazo, pero la tasa de interés es del 5%.

De otra parte la Asociación de Juntas Parroquiales de Ecuador habían anunciado se movilizarán en respaldo al Gobierno, y para vigilar la discusión y defender los acuerdos alcanzados de manera consensuada en ese código territorial entre todos los gremios de gobiernos autónomos descentralizados.

PLATAFORMA DE LA CONAIE

A pesar de ello, la Asamblea de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE, resolvió un “levantamiento plurinacional” luego de una serie de intentos de acercamientos y llamados al diálogo desde el Gobierno, la CONAIE decidió sacar a relucir una vieja plataforma de carácter autonómica, pensada en la década pasada, como alternativa a la profundización del neoliberalismo y de la imposición fascista de un Estado oligárquico – feudal y pro-imperialista.

Evidentemente, una oposición puramente ideológica se había venido manejando desde la dirigencia de la CONAIE, para restar legitimidad al proyecto de la revolución ciudadana, que sin ser la máxima expresión de un socialismo revolucionario, evidentemente había logrado profundas reformas en el marco de la estructura jurisdiccional y política del viejo estado oligárquico – feudal y pro-imperialista, y; que más aún había derrotado a la expresión política de éste, en la figura de la partidocracia; inaugurando un amplio plan de reformas sociales y económicas que habían logrado mantener y mejorar la economía del país y más aún de las clases populares, y que había tomado radicales distancias del imperio norteamericano, en medio de la peor crisis del capitalismo salvaje a nivel mundial.

Los avances en el tratamiento de la Ley orgánica de recursos hídricos fueron de más del 90%; ello incluso se reconoce tácitamente en la actual plataforma del levantamiento, cuando únicamente se menciona la oposición al Estatuto Orgánico de la Junta de Riego; pero ya nada se dice de aquello que provocó el anterior levantamiento, cuando se especuló con la supuesta privatización del agua.

Igualmente la muletilla del “extractivismo” de la política del gobierno, es deleznable en el marco de la estructura jurisdiccional de la nueva constitución y más aún de la gestión política y económica del Gobierno, quien había inaugurado, una economía centralmente planificada y a largo plazo, plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo, jalonando un proyecto en cuatro etapas de 4 años, en los que la matriz actual de explotación de los recursos naturales terminará reconvirtiéndose en un modelo industrial en sectores estratégicos de la economía y a la par ecológicamente sustentable, en base a alternativas tecnológico-científicas y de desarrollo del turismo y la biodiversidad.

La demanda autonomista de la plataforma de la Conaie, sobre la base de la propuesta de gestión de un gobierno comunitario y el “ejercicio del Estado Plurinacional”, incluso ahora se halla constitucionalizada, en la especificidad de construir circunscripciones territoriales indígenas, mediante procedimientos consultivos y que al momento son ampliamente desarrollados en la propuesta de Código de Organización Territorial que entrara en vigencia en el inmediato plazo. Entonces esta reclamación cae por su propio peso y avanza peligrosamente hacia la demagogia autonomista que ya se quiso ensayar en la llamada “Asamblea Amazónica” en la cual, caciques locales, partidarios del gutierrismo y dirigentes indígenas amazónicos, pretendieron crear una estructura de poder opuesta al gobierno nacional.

En el caso de la Sierra en la zonas indígenas es amplio el dominio de gobiernos locales indígenas, desde las Juntas Parroquiales, Alcaldías e incluso Prefecturas, que difícilmente apoyarán a una aventura de este tipo; y que más bien habían solidificado alianzas con los organismos de desarrollo del Estado, cuanto de los mismos Ministerios y oficinas públicas, en búsqueda de un sumak kawsay (buen vivir) con contenidos culturales propios.

La otra propuesta de la plataforma del levantamiento, que habla del ejercicio de derechos colectivos sobre territorios indígenas considerados área de reserva natural, había ido siendo lentamente evacuada por los anteriores gobiernos, y rápidamente por el actual, justo antes de la Asamblea de la Conaie, el Estado a través del INDA entregaba títulos de propiedad sobre 45 mil hectáreas a la nacionalidad shuar (amazónico) y está en trámite igualmente la entrega de 200.000 hectáreas a la nacionalidad kichwa amazónica de la provincia del Pastaza; 165.000 hectáreas a los Shiwiar (amazónicos) y otras 3.000 hectárea en territorios de la Costa.

En cuanto al rechazo al carácter uninacional del Consejo de Participación Ciudadana, tiene su correlato en la posición asumida desde antes de la aprobación de la actual Constitución, en la que se reclamaba la participación política de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas en los espacios de poder estatal y especialmente en la función legislativa en base a una proporción numérica que represente la población indígena en el contexto nacional.

Esta propuesta no tuvo acogida por la mayoría de asambleístas del partido de gobierno, que modelaban la nueva Constitución, manifestando que se volvería a la práctica del Estado corporativista y a la existencia de curias senatoriales, de ingrata recordación y de deficiente gestión política – institucional, ya que terminan frenando el avance en los procesos de democratización del Estado. A cambio de ello, el sector mayoritario de APAIS propició un amplio reconocimiento de derechos colectivos, políticos y ciudadanos y un plan nacional de desarrollo que permita resarcir las históricas inequidades de un Estado con hegemonía blanco – mestiza.

Así las cosas, tanto la Conaie como el movimiento político Pachakutitk hubieron de subsumirse a esta estructura de Estado en la cual la representación en los organismos de poder se alcanza vía elecciones universales y/o mediante procesos de concurso de oposición y merecimientos, tal cual como se había configurado el Consejo de Participación Ciudadana y del cual importantes líderes indígenas se auto-excluyeron de participar, dejando el paso a una mayoría blanco-mestiza de tendencia centro-izquierdista y de un solo indígena que anteriormente apoyó a Lucio Gutiérrez.

En el caso de la oposición a todas las Leyes aprobadas en la Legislatura; estas se habían dado en el marco de la Constitución y si bien en la primera etapa, debido al mandato constitucional, que establecía fechas perentorias para su aprobación, hubieron de acelerarse los procesos, lo que impidió adecuados niveles de socialización; en la última etapa de la Asamblea Legislativa, se había roto con esta limitante; y, leyes de extrema importancia como la misma Ley Orgánica de Recursos Hídricos, se están aprobando mediante procesos de consulta apoyados desde la misma instancia legislativa, cuanto por iniciativas comunitarias.

También la plataforma de la CONAIE, de una manera desesperada trataba de endosar de xenofobia, racismo y persecución al Gobierno actual, pero lo que buscaría es que a futuro se forme una base para la judicialización internacional del Gobierno en escenarios cooptados por representaciones agenciosas de derechos humanos, como podría ser el mismo organismo de la OEA, que gustosos se prestaría a estos nefandos intereses de esquilmar la buena imagen internacional ganada por el Gobierno ecuatoriano.

No se puede olvidar, que al iniciar su campaña el actual Presidente Correa, este hubo de “rogar” la coparticipación del movimiento indígena liderado por la Conaie, en el binomio presidencial. Entonces la amarga experiencia del gutierrato, así como la miopía política de sus principales dirigentes y la oposición rabiosa de los que ahora de manera frontal lucen como aliados del candidato de la derecha Carlos Vera (Auqui Tituaña), dieron al traste con esta posibilidad.

A partir de ello el distanciamiento entre la dirigencia de la Conaie y el gobierno había ido en aumento, no sólo por este inicial desacuerdo, sino porque el proyecto de modernización del Estado trazado de manera lúcida por Alianza País, ubicaba a entidades como el Codenpe (Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos) como los últimos bastiones de la estrategia neoliberal de focalizar el tratamiento de la pobreza y la inequidad. Con el Codenpe se pretendía poder hacer desarrollo para 4 millones y medio de indígenas empobrecidos con un presupuesto de 10 millones de dólares anuales; y, que a lo mucho sirvieron para pagar a una burocracia indígena y para formar una plataforma electoral de sus Directores.

En el caso del reclamo sobre el supuesto atentado a la autonomía de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe – DINEIB, esta se mantiene intocada en su estructura nacional, toda ella en manos de funcionarios y docentes indígenas; el único cambio impuesto había sido retomar la rectoría del Ministerio de Educación que hubo de nominar directamente a los Directores a nivel nacional y provincial; lo cual con motivo del último levantamiento había sido revisado para dar paso a la elección por concurso de oposición y merecimientos de las más altas autoridades a nivel nacional y provincial.

La reclamación de la expulsión de las transnacionales mineras, tiene el trasfondo de que éstas hubieron de enclavarse, hace décadas cuando el Banco Mundial en complicidad con ellas y los sucesivos gobiernos vende patrias, en la llamada Ley Minera de ese entonces prácticamente hipotecaron 5 millones de hectáreas a estas transnacionales en las condiciones más onerosas para el país y en las peores condiciones de protección ambiental.

La Asamblea Constituyente al expedir el “mandato antiminero” permitió que el gobierno ejecute la reversión de más del 90% de estas concesiones espurias, habiéndose detenido en aquellas que mayor capital tenían invertido, evitando de esta manera demandas millonarias ante el CIADI, organismo internacional al cual estuvo encadenado el país; y en el cual al momento existen demandas por más de 12 mil millones de dólares; y, por ende la amenaza del bloqueo económico y la confiscación de cuentas a nivel internacional.

A más de ello el gobierno en la actualidad había apostado fuertemente a una minería de carácter nacional y había constituido una empresa nacional al efecto y sus políticas de explotación minera se darían con un alto grado de control que impida la depredación del ambiente y la asignación del 50% de las ganancias y de éstas se destinarían por ley el 60% para desarrollo local de las comunidades, pueblos y circunscripciones.

En resumen, la real intención de esta plataforma de lucha de la Conaie, sería ir a una oposición radical y prolongada al gobierno actual, con la participación de otros sectores sociales resentidos por las medidas de reforma del Estado que había impulsado el gobierno de la revolución ciudadana; en una estrategia de desgaste y deslegitimación política del Gobierno, lo que supuestamente les permitiría, reposicionarse electoralmente; así lo había dado a entender Delfín Tenesaca – Presidente del Ecuarunari en declaraciones a la prensa. Pero lo más probable, es que se vuelva a repetir la tendencia expresada en las urnas en el 2008, cuando luego de una tenaz oposición de la CONAIE y de ciertos sectores de izquierda al gobierno de Correa, hubo un abrupto crecimiento de la votación del filo-fascista Lucio Gutiérrez en las provincias de mayor población indígena.

Analisis de la Situacion Politica del Año 2010 - 2ª Parte


RESPUESTA DEL GOBIERNO

Ante estas posiciones asumidas por la Asamblea de la Conaie y ante la plataforma levantada, la respuesta del Gobierno a través del Presidente Correa, igualmente había sido contundente, Correa denunciaba que lo que está planteando la Conaie es hacer otro Estado, en el que no se reconozcan las autoridades legítimamente electas, ni la institucionalidad del Estado, sino su dirigencia. Y ante el rompimiento del diálogo, Correa llamó a un levantamiento, pero de todo el pueblo ecuatoriano en contra de esas actitudes, en contra de malos dirigentes que le están haciendo el juego a la derecha, a la vez que ofrecer todo el apoyo a las bases indígenas.

Correa en el día del Ejército Nacional, enaltecía el valor histórico del Ejército ecuatoriano y la unidad regional, remarcaba la construcción, de la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, expresó, que la “nueva América Latina no aceptará reencauchados imperialismos”, a propósito de la última resolución del GAFI que cuestiona la labor del Ecuador en materia de control de delitos organizados y lavado de dinero.

Sin embargo, lamentaba el que “dentro del país, existan grupos que se pretenden encadenar al pasado, extenuando a la Patria, que se desgasta en luchas estériles. Nos negamos a impedir que la mezquindad nos impida trabajar”, criticando a quienes con sus particulares intereses pretenden crear repúblicas de “blancos y otras de indios” y violan abiertamente la Constitución utilizando las medidas de fuerza como único recurso de presión, ante la carencia de argumentos valederos. “Sabremos enfrentarlos con la ley en la mano y la unidad de todo un pueblo” decía.

LA RADICALIZACION DE LA REVOLUCION CIUDADANA

En el discurso inaugural del edificio de la Secretaría de Pueblos, Rafael Correa, trasó todo un panorama del accionar político del gobierno y del proceso político de la revolución ciudadana, así como las posibles vías de radicalización, remarcando la necesidad y la posibilidad de la construcción de una sociedad plurinacional e intercultural.

Para ello llamó a radicalizar los cambios urgentes, de justicia, dignidad y equidad que necesita la sociedad; privilegiando siempre el diálogo, pero sin claudicar y de forma inteligente, porque muchas veces con buena voluntad se cae en las trampas, nuestros pueblos ancestrales caen en las trampas, los montubios, afroecuatorianos. ¿Qué hizo el neoliberalismo?: la ley de la selva, sálvese quien pueda y, para que no se quejen los damnificados de ese sistema perverso, hicieron por ahí un consejito del CODENPE, con la CODEMOP con un presupuesto escuálido de 8 millones, 10 millones, para que hagan letrinitas por ahí, escuelitas por acá y que no se quejen los marginados de este sistema perverso…

Llamaba a no volver a caer en esa trampa, nuestros pueblos ancestrales no exigen recursos marginales; exigen recursos fundamentales de nuestra sociedad; por eso, la nueva Constitución, sabiamente, acertadamente, lo que establece son los Consejos de Igualdad, superiores a los propios ministerios, para que en todos los ministerios las políticas de igualdad, étnica, de género, de edades, etc. estén incluidas, integradas en política pública; ya no la grandes políticas públicas en función de los poderosos, sino que en todas las políticas públicas debe estar integrada la noción de igualdad, de equidad de todas las formas: género, étnica, regional, social, etc…

Denunciaba que algunos todavía defienden; y defienden muchos de ellos, porque lucraron de aquello;… hubo mucha corrupción y hoy tenemos incluso políticos que se basaron en el clientelismo de esos consejos para catapultarse a la palestra política.

Igualmente criticó acremente el burocratismo de ciertas entidades estatales: “¡Ya basta de burócratas apátridas que hicieron que nuestro dinero financie a Florida! No pedían garantías, tenía un rendimiento de miseria; y, cuando el Presidente les ordena transferir esa plata para el pueblo ecuatoriano, ahí sí hacen sus análisis sesudos, técnicos, de que necesitan garantías, tazas de intereses de 5, 6% como si esa plata saliera de su bolsillo y no saliera del bolsillo de todos nosotros!”

De igual manera recordó los índices de inversión social que tomando como base el año 2000, se había incrementado en más del 730%; alcanzando cifras históricas. En el primer cuatrimestre se había asignado al sector social 3.443 millones de dólares a los sectores de educación, salud, inclusión económica y social, trabajo y vivienda.

Denunciaba que las fuerzas más retardatarias, las que fueron vencidas en las urnas, estaban uniéndose, pactando entre las sombras, disfrazándose de negro para desestabilizar la democracia, para deslegitimar las conquistas de la revolución ciudadana.

En referencia a la situación de inequidad y pobreza y concretamente en lo agrario, manifestaba que el Ecuador, había sido una sociedad en la que los privilegiados habían reclamado todo; mientras, los desposeídos habían carecido de las mínimas condiciones para vivir dignamente…

Una nueva sociedad no puede construirse sobre la misma base económica de la sociedad anterior. No puede haber verdadero cambio revolucionario mientras no se transforme la estructura productiva que sostiene la vida social. No se puede radicalizar la revolución ciudadana si no se modifica el régimen de la propiedad agraria; por eso, se había iniciado la entrega de 130.000 hectáreas a los campesinos que están organizados en asociaciones, en cooperativas…

Se había iniciado la transferencia de las tierras que están en poder del Estado, del MIES, de la CFN, del IESS, del MAGAP y, fundamentalmente, de las tierras que están en poder de la AGD, que fueron propiedades de los banqueros atracadores, vende patrias. Esas tierras pasan, a ser propiedad de los campesinos... 65 mil hectáreas están listas para que los campesinos, para que los sin tierra, para que los postergados, los humildes, los que nunca tuvieron nada, puedan acceder de inmediato, a estas propiedades.

Delineó igualmente los caminos para esa transformación: solo una gran movilización nacional, una verdadera participación ciudadana, hará posible este sueño. Solicitaba empeñarse a fondo en la construcción del poder popular, de los órganos de defensa de esta revolución que es la única vía para acabar con la injusticia de siglos, con la corrupción, con el racismo, con el neoliberalismo, con la explotación; tenemos que romper de una vez y para siempre con las estructuras de opresión, de exclusión, que nos habían llevado a tener la peor distribución de la riqueza, los más grandes indicadores de concentración de la riqueza, de corrupción, de desnutrición crónica, de marginalidad social. La más insultante opulencia, junto a la miseria absoluta. Palacios junto a covachas. Abundancia extrema, junto a la carencia de los más elementales servicios…

Decía Correa que el problema no es la falta de recursos, el problema no es de limitaciones técnicas; el problema es la terrible y desigual distribución de la riqueza, el sistema económico perverso que perpetúa estas estructuras, en lugar de remediarlas. Somos consecuentes con nuestra posición revolucionaria, somos bolivarianos y alfaristas; por ello, nuestro compromiso es indeclinable con el sector indígena, con nuestras hermanas y hermanos indígenas. Nos movilizan los temas, las necesidades, los sueños de nuestros pueblos postergados, excluidos, oprimidos por siglos.

Por último fue explicito en cuanto a la orientación ideológica de la revolución ciudadana: esta revolución es bolivariana y alfarista, por eso, construimos la verdadera democracia que responde a la voluntad libremente asumida como un compromiso con la equidad y la justicia: la libertad que consagra la voluntad de cambio de los pueblos de la América morena, de la América india y negra y montubia, de la América que tiene el corazón más ardiente de la tierra.

RECAMBIO MINISTERIAL

En la perspectiva inmediata, la revolución ciudadana, deberá necesariamente mantener y radicalizar el programa nacionalista, anti-oligáquico y antifeudal; y en ese proceso reconstituirse como una fuerza de masas, capaces de ser movilizadas en la defensa y en la conquista de mayores espacios de poder popular y en el avance hacia una versión del socialismo de Estado en base a una economía centralmente planificada, que permita la reversión de importantes medios de producción, en manos de las clases dominantes, para el beneficio de la sociedad, vía nacionalización o estatización de los mismos.

Así mismo, la anunciada radicalización de la revolución ciudadana, tiene un paradigma sobre el cual medirse; y este es su acercamiento cada vez más franco a la revolución bolivariana de Venezuela. Es ello lo que asusta a la reacción oligárquica e imperialista, que mira en Venezuela y al ALBA en el pivote sobre el cual el gobierno ecuatoriano y el Ecuador como tal puede dar un giro definitivo hacia un modelo socialista de Estado, y a mantener y desarrollar una economía nacional por fuera de la injerencia imperialista.

Es por ello que los grandes medios de comunicación en manos de la oligarquía no han cesado en la campaña de tergiversar los resultados de la cooperación con Venezuela. Al paso había salido el Ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, para declarar que solamente el ahorro para el país en aquello que significa el intercambio de derivados por petróleo le había significado al país 300 millones de dólares; y que existe un avance en más del 50% de los convenios anteriormente firmados.

En este mismo lapso de tiempo, también el gobierno hubo de sortear la amenaza de una huelga de 65.000 taxistas que exigían reclamaciones gremiales, llegando a acuerdos a través del diálogo con funcionarios del Gobierno. Parecida situación se desarrollo en la provincia de Manabí con una movilización de las fuerzas vivas alentada por la oposición de derecha.

Así mismo el sector empresarial de camaroneros, movilizaron a sus trabajadores ante la supuesta posibilidad de pérdida de empleo por la expedición de un decreto ejecutivo que limitaba la extensión de las propiedades de las camaroneras e impedía la fusión con empresas fantasmas. Luego se aclaró que la disposición era únicamente para la zona de playas y bahías; y que la extensión máxima de las camaroneras se fijaría mediante un estudio técnico. Pero Correa, reafirmó que el plazo para la legalización de la propiedad de las ocupaciones camaroneras terminaba el 31 de marzo y que se había llegado a un acuerdo político con los empresarios camaroneros para que aquellas extensiones indebidamente apropiadas regresen a manos del Estado o en su defecto a las comunidades de la zona y a los mismos trabajadores.

CONAIE - MPD

La CONAIE había empezado a estrechar lazos de unidad con el MPD-PCMLE, y quienes durante dos años se mantuvieron afines al Gobierno, y hoy se manifiestan radicales opositores al mismo; y que en el inmediato pasado fueron igualmente aliados oportunistas del Crnl. Lucio Gutiérrez. Además el PCMLE – MPD había iniciado una ofensiva desde la Asamblea para tratar de boicotear la aprobación de la Ley Orgánica de Educación, con el enjuiciamiento político al Ministro de Educación; igualmente había sacado a las calles a estudiantes afines a su política, exigiendo la libertad del Presidente de la Feue Nacional, quien asaltó el rectorado y agredió al rector de la Universidad Central. La política sectaria y fanática de estos grupos estudiantiles, que a lo largo de décadas habían mantenido su hegemonía a través de la violencia en contra de otras agrupaciones estudiantiles; se hizo presente, usando una bomba molotov, que hirió de gravedad a un policía nacional, que reprimía una manifestación en la afueras de la Universidad de Guayaquil.

MINICRISIS DE GOBIERNO

Previo al affaire de las conversaciones de la Conaie con la ultraderechista Junta Cívica de Guayaquil, la FENOCIN había asistido a conversaciones y actos conjuntos con el Ecuarunari (filial de la Sierra de la Conaie) y se analizaba su participación en el levantamiento convocado por la CONAIE. A pesar de haber remozado su dirigencia, la FENOCIN, tradicionalmente con una amplia fuerza en la sierra norte, más bien se había mantenido a la expectativa en un sinnúmero de levantamientos y había entrado a negociar con ventaja su apoyo a los mismos, con los gobiernos de turno. A más de ello la disputa cerrada por el control de las llamadas instituciones indígenas, le había llevado un sinnúmero de veces a distanciamientos con la CONAIE.

Esta posición, al igual que la pugna interna entre los Asambleístas del partido de Gobierno – País, en relación al juicio político al Fiscal de la Nación, y la manifiesta oposición de parte del Presidente Correa, de manera derivada llevó al alejamiento de un bloque de 5 Asambleístas afines del Partido Socialista, quienes declararon su independencia frente al bloque de país, y habían declarado que ello no implica una oposición al gobierno, sino una toma de distancia para supervigilar la radicalización de la revolución ciudadana. Otros analistas habían visto en este alejamiento una toma de posición a la expectativa de los cambios que se darán en el gabinete de Gobierno; y en previsión a las resoluciones que adopte el Congreso del Socialismo en junio de este año.


APOYO POPULAR AL GOBIERNO

De otra parte en oposición a los reparos que ciertos sectores de la burguesía habían puesto a la regionalización, descentralización y desconcentración del país, una movilización de aproximadamente 6 mil representantes de las 799 Juntas Parroquiales del País, hacían oír su voz de apoyo a este proceso y daban un espaldarazo a la política del gobierno nacional.

Reflejando una vez más el mayoritario apoyo de los sectores populares que tiene el actual gobierno que es corroborado por encuestadores independientes que ubican entre 65% y 68% la popularidad del Presidente de la República; a la vez que afirman que entre la ciudadanía en general, no existe un apoyo elevado hacia las movilizaciones que anunció la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), que se debe principalmente a que existe un desgaste en las formas de protesta.

En el plano interno, el gobierno había tratado de consolidar una agenda legislativa en consenso con el bloque de Alianza País, a la vez que había entrado a limar asperezas en cuanto al tratamiento del juicio político al Ministro Fiscal. En este contexto Correa planteo en el veto a la ley de participación ciudadana que los medios de comunicación también deben estar obligados a rendir cuentas.

MOVILIZACION INDIGENA Y LA CONSPIRACION DE DERECHA

El Gobierno a más de reafirmar la política de diálogo en el país; había pasado a la confrontación de la plataforma autonomista de la CONAIE, así como de las declaraciones de sus principales líderes; aún más había generado enlaces televisivos con denuncias de dirigentes de bases y comuneros indígenas, que desdicen de la mencionada plataforma, que no la apoyan abiertamente o que realizan denuncias sobre dirigentes y líderes políticos indígenas.

La propuesta de un levantamiento escalonado desde las bases de la CONAIE había necesitado adherirse en la región austral, más concretamente en la provincia del Azuay, a reclamaciones de sectores indígenas – campesinos no afiliados a la CONAIE, pero si abiertamente anti-mineros, potencializados por sectores político, que mantuvieron una cerrada campaña de desinformación, primero sobre la ley de minería y luego sobre la ley de aguas, aunado a una situación en que una importante masa de la población indígena campesina, defraudada por siglos por los poderes estatales en manos del sector feudal – burgués blanco – mestizo, no confía en los mismos y peor aún se ve representada en las estructuras burocráticas del Estado.

De su parte la derecha y los medios de comunicación de ésta, se habían mantenido azuzando el levantamiento indígena. Y, una vez asumido la decisión de levantamiento en la Asamblea General de la Conaie, los medios de comunicación empezaron a mostrar en sus pantallas a los líderes de la derecha saludando la decisión del movimiento indígena y apoyando tal medida. Así el 3 de marzo, el Presidente de la ultraderechista Junta Cívica de Guayaquil, Miguel Palacios, anunciaba que su organismo apoyaba la movilización del sector indígena, aunque aclara que nunca habían conversado con ellos, al tiempo que explica que su organización no tiene ideología política y por tanto, no la ubica ni como de "derecha" o de "izquierda". A su criterio, al sector indígena había sido golpeado durante este régimen y es justo que reclame por lo que consideran injusto. “El problema es hacer resistencia social y hacer resistencia civil a todo nivel y en este sentido los indígenas, en este Gobierno habían sido traicionados, engañados, usados, les habían mentido, les habían prometido cosas que no les habían cumplido, del 100% del indigenado, pienso que se había beneficiado un 5%, que son los que están medrando del Gobierno” . Incluso el mismo Lucio Gutiérrez , luego de una larga ausencia mediática volvía aparecer igualmente como uno de los aliados del movimiento indígena. Ante ello solamente quedaba la voz suelta de Humberto Cholango que ya anteriormente había denunciado el interés de la derecha de utilizar al movimiento indígena en sus protervos afanes golpistas; y las declaraciones ambivalentes del mismo Delfín Tenesaca.

El Gobierno nacional, en previsión y como forma de contención de aquello que se venía venir, una alianza de facto entre el levantamiento indígena y posiciones de la centro derecha, se iniciaba con la entrega de 300.000 hectáreas de tierras y territorios ancestrales de los pueblos indígenas, se abría nuevas líneas de crédito no sólo para producción agropecuaria sino para la misma compra de tierras y haciendas; y en sus discursos acentúa la tesis de la redistribución de la propiedad de la tierra y del agua. Todo ello acompañado de una masiva campaña de prensa de los logros hasta ahora alcanzados por el gobierno de la llamada revolución ciudadana. Incluso en sus enlaces sabatinos, se recibía el testimonio de compañeros y aliados indígenas de sectores de dirigencia media que demostraban el apoyo al Gobierno.

DISPARIDAD EN EL MOVIMIENTO INDIGENA

Un importante sector de la Amazonía, en una Asamblea autoconvocada el 3 de marzo planteaba una “Propuesta de las Nacionalidades y Sectores sociales de las Provincias de Pastaza y Morona Santiago” dirigida al Presidente de la República, que en resumen solicitaba: prioridad a las Circunscripciones Territoriales Indígenas; combate a la corrupción; crédito oportuno; reafirmación de la identidad cultural originaria; consulta y participación en proyectos hidrocarburíferos, mineros, hídricos; participación de intelectuales indígenas para administrar las instituciones del estado, y concluían “Señor presidente reiteramos retornar al dialogo de carácter urgente para resolver las diferencias y reivindicar los valores y necesidades a largo plazo. Es justo agotar todos los esfuerzos de diálogo democrático con el objetivo de construir un Ecuador plurinacional en todas sus expresiones”.

De su parte Marlon Santi, Presidente de la CONAIE, acusaba al Gobierno de ser “racista, clasista y de extrema derecha” y reiteraba la movilización de sector indígena; porque según él había un profundo desacuerdo con las políticas del actual régimen.

Pero cada vez se iba volviendo más evidente que la plataforma ideológica – maximalista de la CONAIE generaba resquebrajamientos en diferentes sectores del movimiento indígena, algunos de los cuales renegaban abiertamente de esta estrategia asumida por la Conaie y plantean iniciativas independientes de diálogo con el gobierno nacional.

Igualmente la dirección de la regional de la Costa que inicialmente estuvo en contra del levantamiento, sufrió el intento de defenestración de su Presidente y el desconocimiento de parte de este en una Asamblea de la regional convocada por su Vicepresidente.

Mientras tanto el gobierno a través de las entidades del Estado más cercanas a la población indígena seguía implementando acciones de diálogo y concertación social con comunidades, parroquias y diferentes asociaciones organizativas de los pueblos indígenas.

Aquello, más la poca capacidad direccional que en el anterior levantamiento demostrase el actual presidente de la CONAIE había obligado a recurrir a la conformación de “Consejo de Apoyo” desde la dirigencia histórica de la Conaie, mayoritariamente de origen kichwa de la Sierra.

Mientras, la otra gran Confederación de organizaciones indígenas, campesinas y negras - FENOCIN, había venido mantenido una actitud ambivalente tratando de mantenerse en una oposición crítica, jugando a apoyar al levantamiento, pero buscando posicionarse en un diálogo directo con el gobierno, del cual ya había alcanzado un proyecto de fortalecimiento organizativo a través de la Secretaria de Pueblos y Movimientos Sociales.

ENTENTE DE LA JUNTA CIVICA Y DIRIGENTES DE LA CONAIE

Pero el suceso clave fue el destape de parte de la ultraderechista Junta Cívica de Guayaquil, de una estrategia maquiavélica que se venían jugando con una parte de la alta dirigencia de la CONAIE, esto es buscar aliados a como sea y en donde sea. De esta manera el 9 de marzo el Dirigente de Tierras de la Conaie, Luis Yampis, conjuntamente con Celestino Chumpi y un abogado de apellido Ripalda, supuestamente en representación de la dirigencia de la CONAIE, acudieron a una reunión con la Junta Cívica de Guayaquil; que al decir de éstos fue pactada por el mismo Presidente de la Conaie, Marlon Santi (aunque este lo ha desmentido).

El Presidente de la llamada Junta Cívica, Miguel Palacios dijo que “En esta reunión se nos plantearon 3 cosas. Ellos venían a la junta porque estaban buscando un líder nacional para la oposición del gobierno, solicitarnos un respaldo público para la movilización y posible levantamiento, solicitarnos ayuda económica si eso se cumpliera de esa manera, yo como presidente de la Junta Cívica le respondí que no habría ningún problema”, expresó Palacios…

Palacios se ratificó, sin embargo, en el apoyo a la Conaie. “Yo estoy plenamente de acuerdo y no necesitamos nada a cambio y lo que dicen ellos que no habían autorizado la reunión etc., las fotos yo las tengo, y en mi poder también tengo una declaratoria de la Conaie si es que no se han acordado que me pidieron que no la haga pública y que no la voy hacer pero reposa en mis manos”, puntualizó el Presidente de la Junta Cívica de Guayaquil.

En esta misma reunión, supuestamente se pactó una reunión en la Sede de la CONAIE en Quito, la cual igualmente tuvo el visto bueno de Marlon Santi, según dice Miguel Palacios , la cual se dio el 17 de Marzo y a la cual, el Presidente de la Junta Cívica llegó acompañado por la prensa (a quienes había comunicado el día anterior), siendo recibido por una comisión de la dirigencia de la CONAIE encabezada por el Vicepresidente de la misma, Miguel Guatemal la misma que duró una hora, igual a mas de las fotos, Miguel Palacios a la salida de esta dio declaraciones a la Prensa diciendo que se había consolidado un pacto para “combatir a nuestro enemigo en común, el Gobierno”. “Ahora, que (Rafael) Correa empiece a temblar, porque dos organizaciones sociales habían llegado al acuerdo de luchar unidos para integrar una oposición nacional”, expresó Palacios.

Este que al parecer fue globo de ensayo (por iniciativa de la Junta o de común acuerdo) para medir la reacción ciudadana y de las mismas bases de la Conaie, se vino abajo de golpe cuando desde diversos sectores, a lo interno y externo, se reclamaba y se repudiaba esta sola posibilidad. En este contexto vino el lavatorio de manos de parte de la alta dirigencia de la Conaie y el mismo Santi convocó a una rueda de prensa, para desmentir cualquier pacto. Dijo que Guatemal no estaba autorizado para esta cita y que sus resultados no tienen validez.

En el caso del Presidente del Ecuarunari – Delfín Tenesaca, “a la pregunta de una periodista en la rueda de prensa de la Asamblea Intercultural y Plurinacional Sobre el Cambio Climático, sobre la reunión que se está manteniendo entre la Junta Cívica y la CONAIE, Delfín Tenesaca, manifestó, “el diálogo se puede dar con todos los sectores, hay suficiente madurez política del movimiento indígena para discernir los planteamientos de los otros sectores de izquierda, de derecha o del centro”.

Lo que tácitamente, cualquiera entiende, como el aval del mismo a esta maquiavélica estrategia; lo cual luego fue desmentido por Tenesaca hablando de una tergiversación de la prensa; luego el 19 de marzo en declaraciones públicas diría: “Sinceramente, yo no tengo que ver nada con este tema, que habrán ido, no habrán ido, quiénes serían, por qué irían, no lo sé nada, y con eso no quiero lavarme la mano, tampoco quiero librarme de los conflictos... y hasta ahora nosotros también, igual que como transmiten las noticias, nosotros también (nos) enteramos que habían acudido hasta Guayaquil, nosotros también (nos) sorprendemos, yo también estoy diciendo: para nosotros es una sorpresa, pero no tiene que ver nada con lo que están diciendo tres cosas: que les ayuda a levantar, que querían plata, que no sé qué”, explicó Tenesaca .

La reunión de la alta dirigencia de las tres confederaciones regionales reunida para analizar la situación había decidido sancionar a Celestino Chumpi, prohibiendo su ingreso a la Conaie porque “existe información de que él es agente de la Inteligencia Militar”. En cuanto al Dirigente de Tierras, Luis Yanpis, quien estuvo en Guayaquil con los líderes de la Junta Cívica. Se dice ya fueron separados formalmente de la dirigencia de las comunidades y de la Conaie. “Por haber actuado sin autorización”.

De su parte, Delfín Tenesaca, el Presidente del Ecuarunari (filial de la Sierra y la más grande de la Conaie) aseguró que los consejos base de toda la Conaie analizan el encuentro con los representantes de la Junta Cívica y otras acciones que han tomado sus dirigentes. “Tres cosas debemos conocer: por qué se suspendieron las movilizaciones de septiembre pasado; por qué se firmó un acuerdo con Martha Roldós (representante del movimiento RED de oposición) y ahora por qué hubo una reunión con la Junta Cívica”, sostuvo Tenesaca. Al final de la reunión, ninguna de estas preguntas se había esclarecido al público. Aún más se desoyó el consejo de una de sus líderes históricos , de descalificar a los dirigentes que estuvieron involucrados en las negociaciones con la extrema derecha de la “Junta Cívica de Guayaquil” y se resolvió que las sanciones se apliquen moralmente en base al código consuetudinario de sus propios pueblos .

Al fin de cuentas la resolución final más bien denuncia una supuesta conspiración del Gobierno de Correa y de la derecha para golpear a la CONAIE.

Todo esto no fue más que el resultado de la política miope, puramente gremial y corporativa, que había llevado a la alta dirigencia de la Conaie a la oposición cerrada al gobierno actual y que les había terminado orillando a donde querían llevarlos elementos agenciosos, camuflados de ecologistas, de ultranacionalistas, y ultraizquierdistas, a una adscripción maquiavélica con las fuerzas de la ultraderecha.

Esta estrategia tiene antecedentes históricos en el discurso que se empezó a regar años atrás entre la dirigencia de la Conaie y del mismo Pachakutik, que decía que el movimiento no era ni de derecha ni de izquierda, que era puramente indígena; ello abonó para que en el juego electoral se abrieran a las más variadas y oportunistas posiciones, ya sea de manera colectiva o de manera individual; de ahí por ejemplo que sin tapujos la dirigencia de la Confeniae plantease la candidatura de Antonio Vargas en binomio con el multimillonario de derecha Alvaro Noboa (Prian), la misma participación con Lucio Gutierréz o que haya sido un secreto a voces la alianza de Nebot con Auqui Tituaña, quien ahora abiertamente apoya al derechista Carlos Vera; y que éste abiertamente haya mencionado a la actual asambleísta indígena Lourdes Tibán como su posible binomio presidencial.

Pero aún más, el discurso de oposición ciega hacia Correa, de parte de la dirigencia indígena de la Conaie, ya dio sus frutos en las pasadas elecciones presidenciales con el repunte electoral del derechista Crnl. Lucio Gutiérrez en las provincias de mayor población indígena; al igual que en la derechización del pensamiento político de cuadros intermedios de la dirigencia indígena, que ausentes de una propuesta programática política e ideológica, y peor aún de un sustento crítico estratégico de las limitaciones históricas de la llamada revolución ciudadana, se contentaban con repetir o bien las declaraciones altisonantes de los dirigentes de la Conaie, o bien la propaganda de la derecha de los medios de comunicación y de sus principales voceros.

En esta situación, una parte de la dirigencia de la Conaie, consideraba posible en su afán de mantener las llamadas “conquistas históricas” (léase control sobre instituciones burocrático estatales), orillar al grueso del movimiento indígena en otra aventura por el poder, al peor estilo del 21 de Enero, pactando una alianza de frente con las fuerzas de la derecha; no se imaginaban que en este largo proceso y más aún en la etapa presente, importantes bases del movimiento indígena habían despertado a la conciencia de sí mismos y habían intuido que el camino de la revolución ciudadana, a pesar de no ser el suyo propio, abre las perspectivas para dejar atrás el oprobio de la dominación oligárquico – feudal e imperialista que pesa sobre el Ecuador. Y es igualmente en el amplio escenario de la democracia progresista asumida por importantes sectores populares que se desbarata la estrategia maquiavélica, de dar un golpe al actual gobierno.

Analisis de la Situacion Politica del Año 2010 - 3ª Parte


REESTRUCTURACION DEL EQUIPO DE GOBIERNO

La reestructuración del equipo de gobierno, fue el escenario para que el Presidente Correa adelantase elementos de evaluación y proyección de la revolución ciudadana; reconociendo que a pesar de ir en la dirección correcta, el aparato burocrático del Estado continúa con su inveterada ineficiencia; hasta ahí el análisis de Correa; pero mucho más allá; el aparato burocrático militar del Estado continua en parte sometido a los poderes fácticos de la clase burguesa, más aún que ésta, a pesar de haberse desestructurado políticamente, no había perdido el poder de generar desinformación; y que con el apoyo del imperialismo genera situaciones de desconcierto; y lo increíble, con el apoyo de la llamada izquierda y el movimiento indígena, que dan cuenta de la endeblez ideológica política de la primera; y de la estrechez corporativista en el caso de la dirigencia indígena.

En este escenario el recambio gubernamental del Gabinete Ministerial, no implicó un viraje de la característica “tecnocrática” y de clase media, que hasta el momento habían sido la tónica con la cual se había generado la gobernanza del país, y; que por un lado había dado relativos éxitos en la conducción de la economía y el desarrollo; así como en la reforma política y modernización del Estado; pero por otro muestra una imagen de una pequeña y mediana burguesía, blanco – mestiza que en mucho había estado en el aparato del Estado y de las instituciones estratégicas de este, sirviendo a diferentes amos, pero fundamentalmente sirviéndose así mismo. Esta característica de clase del Estado, como parte de la herencia colonial, oligárquica, feudal y pro-imperialista del viejo Estado, continua en parte con las viejas prácticas corruptas y clientelares, postergado y marginado a amplias masas populares de la ciudades y más aún a nivel del campo, en el cual el carácter feudal de esta burocracia ha vilipendiado a la población indígena.

A pesar de ello importantes sectores de la clase media urbana de origen blanco – mestizo en el largo trajinar por la izquierda se habían sensibilizado sobre la real situación de las clases populares, de la infamante situación de los pueblos indígenas; el mismo Correa a pesar de sus orígenes pequeño burgueses y blanco – mestizo, apoyado en un cristianismo de izquierda había hecho “pasantía” en el seno de las comunidades indígenas, de ahí que su discurso y en mucho su acción a favor de reivindicar a los pueblos originarios, no sea ni se vea como postizo o demagógico, su interés es verdadero, lamentablemente su posición y formación clasista ve como principal camino de la redención del indígena, su inserción en la sociedad nacional promoviendo su mejoramiento económico; pero a la vez en la estrategia pacifista de la revolución ciudadana, saben que afectar la gran propiedad terrateniente abriría la caja de pandora, sobre la cual se perfila la verdadera revolución socialista de los pueblos oprimidos de la ciudad y del campo.

A pesar del enorme esfuerzo de un núcleo duro del Gobierno, que había direccionado en sus planes políticas radicales para resarcir el abandono y la marginación de siglos de los indígenas, la burocracia se había encargado de empantanar, boicotear o postergar la aplicación de estas políticas, por ejemplo las del Plan Nacional para el Buen Vivir. A más de ello el mismo Gobierno había estado absorbido en la enorme tarea de limpiar, depurar y modernizar el aparato del Estado, a más de ello se había ocupado de capear las crisis económicas y de alentar la recuperación de la economía, configurando una base estratégica para la aplicación del modelo del buen vivir que plantea la nueva Constitución.

En el orden interno el tenaz esfuerzo del Presidente Correa no había generado todavía líneas de transmisión al interior de su propio partido y peor aún había podido traspasar de manera directa hacia el amplio conglomerado indígena; de otra parte Correa se había mostrado reacio a pactar con una dirigencia en mucho cooptada por el desarrollismo, el arribismo político y por las agencias de cooperación internacional, de las cuales recibe no solo recursos para un desarrollismo encubierto de sustentable, sino políticas ambiguas en base a enfoques puramente sectoriales y orientadas a focalizar la acción del movimiento indígena sobre reclamaciones puramente étnicas, y/o pachamámicas, que obliteran la necesidad de definiciones políticas sobre el eje del socialismo y las reivindicaciones clasistas.

En su defecto la revolución ciudadana se juega a medidas cada vez más radicales contra los intereses transnacionales extranjeros y contra los grandes monopolios de la oligarquía comercial y bancaria. A pesar de ello las fuerzas de la Asamblea Legislativa, lentamente igualmente empiezan a disponer de las estructuras legales e institucionales para afectar los grandes interese monopólicos y terratenientes en el campo a favor de una modernización de la agricultura que ligue el esfuerzo del gobierno hacía la construcción de una economía agraria diversificada pero a la vez que democratice y apoye el surgimiento de una pequeña y mediana propiedad, que se inserte en los circuitos de mercado nacionales e internacionales; sin descuidar el gran sector de la economía de plantación agro-exportadora a la cual se la pretende equilibrar con mayores impuestos y control de precios de mercado.

A más de la propuesta de reforma de la Ley de Hidrocarburos y de la nueva modalidad contractual por servicios, en los campos petroleros; igualmente Correa había explicitado los avances en la planificación del nuevo modelo de gestión de las áreas estratégicas del Estado y había presentado una lista de cerca de 40 proyectos hidroeléctricos, eólicos, térmicos que va a construir el Estado, de los cuales el 30% de las utilidades que generen se destinará a los gobiernos locales de las provincias donde se desarrollan dichas propuestas.

Correa es consciente que el Ecuador con un correcto aprovechamiento de sus tierras agrícolas, podría alimentar una población 80 veces mayor a la población actual, solo la cuenca del Guayas tiene esa capacidad para alimentar a toda Latinoamérica. Acerca de la Ley de Aguas, es indudable que es este el primer Gobierno que se preocupó del agua, mediante la creación de la Secretaría del Agua, y que establece de manera taxativa en la Ley la normativa que prohíbe su uso con fines privatizadores, al igual que en la Ley de Recursos Hídricos se había apoyado la creación de un Consejo Consultivo Plurinacional donde confluyan la representación de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, de otros sectores sociales y de los gobiernos seccionales. Pero, en base al derecho soberano, entregado al gobierno, por el pueblo en las urnas, era indudable igualmente que la autoridad que ejerza rectoría sobre los recursos hídricos debe ser representando por el Gobierno Nacional.

PRESION DEL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO

En este escenario el imperialismo alistaba sus fichas de presión internacional, premonitorio es el fallo del Tribunal de la Haya a favor de la Chevron Texaco, por fuera de toda consideración de soberanía y legalidad, y el mandato de pagar 700 millones de dólares al Estado ecuatoriano; al igual que los numerosos juicios ante el CIADI, que suman demandas por más de 12 mil millones de dólares contra el Estado ecuatoriano; también la amenaza velada de los Estados Unidos de cerrar la emisión de moneda dólar hacia el Ecuador, por supuesto lavado de activos de bancos iraníes. Todo ello indica que el imperialismo monitorea el avance de la revolución ciudadana y a toda costa pretendía bloquear el acercamiento de la revolución ciudadana a la revolución bolivariana venezolana, así como la apertura comercial y política a otros referentes mundiales en el mercado en general y de capitales en particular.

La inserción y liderazgo de Correa en el Unasur, unido al cambio de época que se nota en todo el continente había hecho posible que gran parte de los gobiernos del área latinoamericana haya decidido salirse de la dependencia política del imperio norteamericano; y que ello se haya traslucido en una mayor soberanía frente al manejo de la crisis mundial; y que los países del ALBA hayan logrado consolidar importantes acuerdos por fuera de los canales político – económicos de los Estados Unidos. Esto igualmente había permitido que las negociaciones con la Unión Europea se den en condiciones de mayor soberanía y sin afectar los intereses económicos de los Estados sudamericanos a excepción de aquellos abiertamente alineados al dominio estadounidense.

LA RADICALIDAD INDIGENA

La radicalidad del levantamiento indígena, promocionado por el temor centenario de la exacción y expropiación sobre bienes que constituyen la vida misma, había cerrado toda opción de diálogo; pero había encerrado a su vez a los mismos actores del mismo. De un lado el Gobierno se debatía en la ausencia de votos suficientes en la Asamblea Nacional; sin ceder ante el chantaje de la derecha; y, de otra parte el movimiento indígena encerrado en sus propios fueros sin la fuerza y el apoyo moral del grueso de la población indígena y no indígena, que duda de la intencionalidad y la fuerza del levantamiento, cuando las principales provincias de mayor población indígena, no se habían movilizado.

El escenario de confrontación del Gobierno con una parte del movimiento indígena, de hecho debilitaba su legitimidad social y allá había estado dirigido desde el inicio la estrategia de la burguesía, de la oligarquía y del mismo imperialismo, pues de esta manera, la radicalidad que este debía ir proyectando en el escenario político, económico, social, militar e internacional, se verá refrenado; mientras los títeres (Lucio Gutiérrez – Carlos Vera) de las posiciones oligárquico – burguesas e imperialistas tratan de ganar protagonismo. En esta estrategia incluso se alienta a las posiciones más de derecha y oportunistas del movimiento indígena en la posibilidad de consolidar a futuro frentes electorales; así es cada vez más patético el acercamiento de Lourdes Tibán a sus viejos aliados, la Sociedad Patriótica, devenido en grupo de containteligencia y subversión y que al momento se mantiene activo en las mismas comunidades indígenas realizando labor de zapa, minando la confianza en el gobierno y alertando sobre los peligros del “socialismo” y “comunismo”.

De otra parte Auqui Tituaña, ex – Alcalde de Cotacachi, a pesar de que incluso renunciase al movimiento Pachakutik luego de su derrota electoral a la Alcaldía; y de haberse comprometido abiertamente con la candidatura de la derecha oligárquica, anticomunista y pronorteamericana de Carlos Vera, fue candidato opcionado a la Dirección del movimiento Pachakutik, derrotado en su elección, pero no en sus tesis, aprobadas por el Congreso, abiertamente anti – correistas y peor aún provocadoras ante la Cumbre de Presidentes del ALBA y de los movimientos sociales de ocho países que se reunirían en Otavalo del 4 al 5 de junio.

La cerrada oposición de la Asamblea y la endeblez misma de los aliados coyunturales, había llevado a que incluso el Gobierno considere el escenario del archivo de la ley de aguas, considerando que es posible llevar adelante una reforma en el sector, utilizando la ley actualmente vigente; ello incluso había sido lanzado como reto a la oposición indígena, que había hecho de esto el leit motiv de su movilización.

La visión, de la creación de Consejos, aparentemente democráticos, esconde una desviación “democratista” en la versión de “democracia participativa” del Banco Mundial y de los organismos de gobierno mundial, empeñados en preservar y vacunarse contra la asunción de gobiernos clasistas y/o nacionalistas revolucionarios, con programas socialistas, a la dirección del Estado. Para ello estos organismos de gobierno mundial habían estado empeñados durante décadas de la creación de una supuesta representación “ciudadana”, de una “sociedad civil” por fuera de las clases sociales, consejos fuertemente corporativizados que entrando supuestamente a disputar el poder del Estado, no hacen más que cumplir los designios de estos organismos de gobierno mundial; uno de los referentes máximos de esta estrategia es la apuesta “glocalizada” a un ecologismo social, que igualmente ausente de consideraciones de orden social, político y económico, solamente mira por la preservación prístina del hábitat y la ecología; y que para que resulte más paladeable para lo variopinto de fundaciones ecologistas gringas, y como anzuelo para los pueblos originarios se había disfrazado de ideología pachamámica pero que igual se lo vende como misticismo.

En el marco de la nueva movilización indígena por el agua, se notó el peso cada vez mayor de interlocutores de los pequeños agricultores blanco mestizos empoderados de juntas de agua y regantes, y cuyos intereses están más bien centrados en manejar un supuesto fondo del agua.

EL PRIMERO DE MAYO

La conmemoración del día internacional del trabajo, había sido siempre el escenario para mirar una correlación de fuerzas del sindicalismo versus la patronal y el Estado. En el momento presente, cuando el gobierno de la revolución ciudadana había iniciado una profunda reestructuración del esquema del Estado y asumido con entereza la reivindicación de amplios sectores marginados; este Primero de Mayo, en mucho había permitido mostrar la estrechez de miras y acciones del gremialismo sindicalista, perdido en el economicismo y la cooptación de su dirigencia en la vieja práctica clientelar de la contratación colectiva; que se había visto normada, desde la misma Asamblea Nacional Constituyente; que puso coto al abuso y la corruptela que reinaba especialmente en las llamadas empresas doradas del Estado y del servicio público, las cuales habían dejado ingresar en su seno a la mediana e incluso alta burocracia estatal, que por un lado se manejaba con la Ley de Servicio Público y por otra con el Código del Trabajo, y en ambos casos en aquello que mejores prebendas y garantía prestase para su peculio.

Más aún, a más de los contratos altamente onerosos para el Estado, y la deficiencia del servicio público, mucho de este sector sindical pasó a ser parte de la corrupción institucionalizada. Habían sido estos sectores, que en mucho continúan direccionados por una burocracia sindical oportunista, los que habían planteado un frente de oposición al actual gobierno; y eso de una u otra manera se había traslucido en las consignas de gran parte de los sindicatos, en rechazo a una supuesta política antiobrera del Gobierno.

Pero igualmente sectores de APAIS y aliados en el campo sindical y gremial se manifestaron el primero de mayo, en la propia ciudad capital, Quito, en la que por referencias de prensa se dice que al menos siete cuadras de manifestantes convergieron hacia la Plaza Grande. En el caso de Guayaquil el apoyo al gobierno fue más patético, debido al carácter empresarial y oligárquico del gobierno local de Nebot y a la dura arremetida del gobierno en contra de esta prepotencia.

Al inicio del mes de mayo el Gobierno se empeñó y en parte logró bloquear el levantamiento indígena, por el tema de la Ley de Aguas, que a pesar de ser esta, una de las leyes que mayor contenido social y adecuada a los estándares ambientales y de beneficio al mismo sector indígena, había sido usada como caballo de batalla, por parte de una dirigencia indígena que no está dispuesta a ceder espacios de poder alcanzados en la estructura del Estado, y que maneja un discurso y una práctica corporativa, que le lleva a la oposición radical al actual gobierno, oposición que de tan radical se confunde ya con la oposición de la derecha oligárquica, y que en meses anteriores se demostró de manera abierta cuando dirigentes de la CONAIE avanzaban en conciliábulos con la Junta Cívica, organización de la extrema derecha nebotsista.

LA PLATAFORMA DE LA REVOLUCION AGRARIA

Desde los sectores más conscientes y auténticamente radicales de la CONAIE se había empezado a perfilar una plataforma ya no sólo sobre el recursos agua, sino sobre la concentración y tenencia de la tierra; pero en cambio el sector dirigencial aparatista y menos consciente, habían optado por mantener el foco de la reclamación sobre el agua; pues en la mente y en la consciencia instintiva de los pueblos indígenas, por siempre marginados, explotados y engañados, está agazapada la desconfianza al mundo blanco – mestizo y a su Estado, aún más, que cuando había aprobado leyes había sido para mayores exacciones y desgracias; y aún más tratándose del agua y/o de la tierra, la fuente toda de su existencia, el indígena está dispuesto a luchar hasta la muerte si es posible.

Estos ocultos resortes del poder que manejan los dirigentes indígenas, no había podido ser bloqueado en su real magnitud, por la política de inversión social del Estado hasta aquí desarrollada, más aún, a más de los problemas de las crisis recurrentes del mundo capitalista globalizado, había pesado igualmente la estructura tecno-burocrática de un Estado que en continua en grandes líneas en manos de los sectores burgueses y pequeño – burgueses de origen blanco – mestizos, enquistados en las entidades públicas y desde las cuales habían direccionado políticas a favor de sus intereses clasistas.

Los intentos de conciliación habían sido bloqueados por el azuzamiento de la derecha a través de los medios de comunicación, que se habían encargado de generar la base de oposición de masas al gobierno; a la vez que los cenáculos ideológicos de las ONGs especialmente ambientalistas y las discursividades socialdemócratas de los centros académicos de Europa, habían puesto la base ideológica política, con la cual los principales dirigentes del movimiento indígena se sienten absolutamente convencidos de la bondad de sus propuestas y de la maldad de las propuestas del actual gobierno.

La beligerancia de las acciones emprendidas en rechazo a la supuesta privatización del agua que supuestamente propiciaría la nueva Ley de Recursos Hídricos había llevado a que la dirigencia indígena reforzada por aliados temporales del mismo sector indígena campesino, haya resuelto escalar la movilización a un levantamiento generalizado, con bloqueo de carreteras y tomas de locales estratégicos.

Incluso ciertos medios de comunicación establecían que su plataforma incluía ya no sólo la desobediencia civil sino el pedido de la renuncia del Presidente Correa. En correlato, la derecha, ante la crisis de hegemonía en el mismo bloque legislativo del Gobierno, había venido especulando con la llamada “muerte cruzada” esto es el mecanismo constitucional in extremis para desbloquear una probable contradicción insalvable entre el Ejecutivo y el Legislativo.

LOS NUDOS CRITICOS DE LA LEY DE AGUA

En concreto el movimiento indígena, luego de prácticamente haberse agotado la discusión sobre los llamados nudos críticos, únicamente había venido pugnando por la exclusión del Gobierno como autoridad sobre el recurso hídrico, a través de potencializar al máximo la figura del Consejo Plurinacional del Agua, que establecería la rectoría sobre este vital recurso, dejando de lado al mismo Gobierno. Esta visión corporativa de la política es del interés de los organismos de gobierno mundial que con ello diluyen el manejo y una rectoría política, por fuera de sus intereses y desde hace mucho tiempo el Banco Mundial por ejemplo viene proponiendo la llamada democracia participativa, que no es más que una versión corporativa del viejo estado burgués liberal; o las mismas Organizaciones de Naciones Unidas, tienen como emblema de lo máximo de la democracia la “ciudadanización” de esta.

Luego en el pleno de la Comisión de Soberanía Alimentaria se logró llegar a consensos y aprobar uno de los nudos más críticos que tenía el proyecto de Ley del Agua, como es la Autoridad Única del Agua (AUA), la cual será una entidad directriz del Sistema Nacional Estratégico del Agua que ejercerá la rectoría, planificación, regulación y control de la gestión integrada e integral de los recursos hídricos por cuenca o sistemas de cuencas hidrográficas. Es parte de la Autoridad Única del Agua el Consejo Intercultural y Pluricultural del Agua, instancia de participación y decisión en la formulación, seguimiento, evaluación y control de las políticas públicas en materia hídrica. En todo el territorio nacional, ejercerá funciones de regulación y control de la gestión técnica del agua respecto de todos sus destinos, usos, aprovechamientos productivos, a través de la Agencia de Regulación y Control, la cual estará dotada de independencia técnica, administrativa y financiera.

En cuanto al envasado de agua captada directamente de la fuente natural o subterránea, tendrá una tarifa diferenciada que será determinada en el Reglamento a esta ley y que tendrá en cuenta el volumen de agua envasada. La autoridad competente, previo informe de la Autoridad Única del Agua, establecerá políticas de precios para la venta al público del agua envasada. Este aprovechamiento puede ser realizado por personas naturales, jurídicas, públicas, privadas, comunitarias, mixtas en las cuales tenga mayoría accionaria el Estado o de la economía popular o solidaria, por sí mismas o en alianza con los gobiernos autónomos descentralizados o los sistemas comunitarios de gestión del agua.

La comisión de legislación sobre el agua, a fin de mejorar el texto de la disposición décimo cuarta, plantearon que en el plazo de un año, a partir de la entrada en vigor de la Ley, el ejercicio de la competencia constitucional del municipio para prestar servicio público de agua potable, alcantarillado y saneamiento ambiental; y, en garantía del ejercicio del derecho humano al agua deberán revisarse las concesiones o delegaciones otorgadas con anterioridad a esta ley, previa auditoría realizada con participación social y veeduría ciudadana.

LEVANTAMIENTO INDIGENA POR LA LEY DE AGUA

A pesar de ello, el Gobierno debió confrontar una reedición del levantamiento por el agua, de septiembre del año anterior, pero esta vez con manifiesta menos fuerza. El acometimiento del primer levantamiento se vio drásticamente disminuido por el mayor empeño que había puesto el gobierno y las agencias estatales por ampliar la cobertura de los servicios sociales hacia el sector indígena campesino. Además igualmente peso el malhadado intento de alianza con la ultaderecha de la Junta Cívica de Guayaquil, en el cual se vieron envueltos la alta dirigencia de la CONAIE; y, de otra parte el rechazo de la ciudadanía este tipo de medidas en contra del actual gobierno.

Así mismo el acercamiento de importantes estructuras del movimiento indígena, como en el caso de la provincia de Cotopaxi, al conocimiento extensivo de la Ley de Aguas, patrocinado por la gobernación, desmontó la falsa alarma sobre el carácter privatizador de la Ley de Aguas y con ello, la posibilidad de que éste sector fuese como en otras ocasiones el foco más fuerte de conflicto.

A pesar de ello el conflicto se dio fundamentalmente en la zona norte del país, y en mucho por la unidad alcanzada con la FENOCIN, que precisamente tienen su base más fuerte en Cayambe e Imbabura. A excepción del Azuay, donde la lucha antiminera se había vuelto una constante, en el resto del país el levantamiento no tuvo la amplitud ni la fuerza necesaria. La Amazonía y la Costa brillaron por su ausencia.

La alianza con el MPD le dio la tónica de extrema violencia, especialmente en el enfrentamiento en Quito y con la policía; esta actuó bajo las órdenes de no portar armas y en mucho se limitó a repeler con gases a las manifestaciones en Quito y los bloqueos en las carreteras; a pesar de ello hubieron excesos de lado y lado, lo que hizo que el Gobierno se apoyará en elementos militares, especialmente en la Sierra Norte; pero estos enfrentamientos no derivaron en muertes, como era la tónica de anteriores levantamientos, a lo sumo encarcelamientos breves.

El manifiesto empuje de los manifestantes en la zona norte empezó a contagiar el ánimo en otros sectores, y el mismo entusiasmo de la derecha de los medios de comunicación alentaba el enfrentamiento al gobierno; cuando en otras ocasiones con gobiernos de derecha, los medios mantenían una rígida censura sobre los levantamientos indígenas.

CONSULTA PRE-LEGISLATIVA

En esas condiciones se trató de resolver mediante votaciones la aprobación de la Ley Orgánica de Recursos Hídricos; pero al no tener el partido de Gobierno – APAIS, desde el inicio de la gestión legislativa, una mayoría de votos, y ante la inestabilidad y oportunismo de sus aliados (ADE – PSFA) y el chantaje o manifiesta oposición de la derecha (PSP-PRIAN-PSC), y la llamada izquierda (MPD – Pachakutik). Y ante la posibilidad cierta de que la ley fuese archivada (como era la propuesta de la derecha y ciertos dirigentes del movimiento Pachakutik) o peor aún objetada por incumplimiento de una decisión de la Corte Constitucional; se optó por mocionar acatar la decisión de la Corte Constitucional para que todas las leyes que pudiesen afectar a derechos colectivos de los Pueblos Indígenas, sean sometidas a consultas pre-legislativas.

De este modo el Presidente de la Asamblea, lanzó como moción previa, la necesidad de ir a esta consulta legislativa, prorrogando la votación de la misma por 5 o 6 meses. Igualmente al no haber obtenido, mayoría en la votación del pleno de la Legislatura, se decidió a expedir la mencionada disposición, mediante resolución facultativa, al Consejo de Administración de la Legislatura, para que éste, viabilice la consulta pre-legislativa; que según disposición de la Corte Constitucional deberá realizarse en las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades.

Es evidente que la dirigencia indígena había caído en su propia trampa, abusando de su poder de convocatoria y de su interlocución privilegiada en sus bases, extremaron la oposición al gobierno en general y a la ley de agua en particular, pintándole en los tonos más horrorosos. En el primer caso las amplias reformas y acciones en el área social, así como en lo político, habían desmentido de facto esta campaña; y, en el segundo caso, si bien esto no había ocurrido de facto, la consulta pre-legislativa, que conlleva la información adecuada, terminará por minar aún más la credibilidad de la dirigencia de la CONAIE, de la cual, incluso sus aliados de momento – la FENOCIN, habían empezado a poner distancias.

Entonces es evidente que las “condiciones” que la dirigencia pretenda poner a esta consulta, implica resguardarse de la arremetida del Gobierno, que desde el mismo levantamiento a través de los medios de comunicación había empezado a poner en claro las amplias ventajas que conlleva una ley de aguas que garantiza el proceso de desprivatización de las mismas, el manejo participativo de las políticas del sector bajo la rectoría del Gobierno; y, la garantía de que éstas no serán contaminadas ni se distraerán de su cometido principal que es el consumo humano, agrícola y los usos productivos con resguardo y preservación ecológica.

Esta arremetida del Gobierno en contra de una dirigencia indígena que en los hechos se había aliado a la derecha, se puso en marcha con acusaciones sobre la campaña de mentiras con las cuales habían alentado el levantamiento; el manejo de recursos estatales entregados desde el Estado, y financieras internacionales, y en la negociación que sus principales líderes adelantaban con la Junta Cívica de Guayaquil.

REPERCUSIONES DEL LEVANTAMIENTO INDIGENA

Uno de los efectos inmediatos del levantamiento indígena propiciado por la tergiversación del contenido del la ley orgánica de recursos hídricos, fue la disminución de la aprobación de la gestión presidencial en la región sierra rural, vale decir entre la población indígena – campesina. Así los datos de la encuestadora Santiago Pérez, establece un bajón de 11 puntos porcentuales (de 69 a 58%), pero a la vez en la misma encuesta la “visión de presente” del sector indígena, se ubicaba en el menos 9,9%, siendo este el índice más bajo del país; mientras la “esperanza del futuro” de este colectivo se encuentra en menos 0,3%.

Esto indudablemente da cuenta del daño causado al gobierno por la acción suicida de la dirigencia indígena que había extremado su oposición, teniendo como base la inveterada desconfianza y desesperanza de las masas indígenas en salidas desde el Estado a la situación de empobrecimiento, explotación y exclusión en las que se hallan sumidas.

Pero a su vez la desatinada campaña de oposición al gobierno, por parte de la dirigencia indígena al no tener más base que la generación de desconfianza y rechazo per se, y al no existir una propuesta viable de salida radical a su situación, no había hecho más que hundir en la desesperanza y en el inmovilismo a vastos sectores indígenas, que habían optado por replegarse y encerrarse en sí mismos.

De ello da cuenta de la pírrica convocatoria que tuvieron los actos en conmemoración del vigésimo aniversario del levantamiento indígena de junio de 1990 que marcó el inicio de prácticamente dos décadas de hegemonía del movimiento indígena en la realidad socio-política del país.

De su parte el gobierno había aprendido la lección, sabe que la buena retórica y la buena voluntad, evidenciada en un sinnúmero de acciones a favor del pueblo indígena, no son nada mientras subsista un régimen injusto de tenencia de la tierra y del agua, mientras el país siga siendo hegemonizado por un sector blanco – mestizo y peor aún, que el racismo y la discriminación étnica, sea una constante en diferentes espacios tanto institucionales y societales; racismo que se había reactivado con motivo del levantamiento y aún más con los excesos en la aplicación de la llamada “justicia indígena”.

Es en este contexto es que el Presidente Correa hubo de virar la carta de la oposición, ofertando incluso apoyar el archivo de la ley de recursos hídricos, dejando fuera de lugar, el pivote de la estrategia de oposición al gobierno de parte de la dirigencia indígena. En ese escenario la derecha que representa a los grandes intereses empresariales y monopolistas, entusiastamente se dedicó a aconsejar el archivo de la ley; pero la extrema oposición de parte de estos les había encerrado en su propia trampa.

Luis Macas, dirigente histórico de la CONAIE, había dicho que ahora el movimiento indígena deben concentrarse en tender puentes, a través de los parlamentos plurinacionales, y “no seguir apareciendo como desestabilizadores”; ello había sido manifiestamente desoído por la actual dirigencia y se había seguido especulando con la caída del gobierno; en ello la dirigencia indígena shuar lo había expresado abiertamente, pero los resultados de la marcha amazónica habían sido pírricos, de una supuesta convocatoria de 20 mil manifestantes, apenas trescientos llegaron a Quito, y peor aún luego actuaron como provocadores de la Asamblea de Autoridades del ALBA convocada precisamente para tratar la plurinacionalidad en el eje andino.

Analisis de la Situacion Politica del Año 2010 - 4ª Parte


REINSERCION EN EL MOVIMIENTO INDIGENA-CAMPESINO

El Gobierno buscando recomponer su presencia en el pueblos indígena – campesino de la Sierra rural, de manera estratégica había dado muerte al Instituto Nacional de Desarrollo Agrario – INDA, aparato burocrático y corrupto, que en mucho había impedido la generación, en el presente gobierno, de políticas de redistribución de la tierra. Y había pasado en esencia todas las competencias en cuanto expropiación y titulación de tierras a la nueva Subsecretaría de Tierras y Reforma Agraria adscrita al Ministerio de Agricultura y Ganadería, con ello el gobierno había ofrecido hasta el año 2011, revertir no sólo la serie de corruptelas que había afectado a las comunidades indígenas y campesinas del país; sino que busca hacer realidad la redistribución de la propiedad de la tierra en el campo.

El Gobierno había planteado llegar a legalizar hasta el 2011 el 100% de la tierra en manos de los pequeños campesinos; a los cuales en cuatro décadas de supuesta reforma agraria apenas se les había legalizado el 40% de estas. Siendo este uno de los impedimentos mayores para que en la actualidad puedan acceder a los créditos de diversas entidades gubernamentales.

Igualmente el gobierno había ordenado poner en vigencia el impuesto a la propiedad agraria que sobrepase las 25 ha y que se halle inculta (aproximadamente 9 dólares por ha), para evitar el acaparamiento y especulación de la misma y obligar a su producción, de esta normativa había dicho se excluirían áreas de reserva, bosques, humedales y tierras comunitarias.

En el campo económico, los índices de pobreza y extrema pobreza habían empezado a disminuir, al igual que la tasa de desempleo, igualmente se mantiene y consolida la construcción de un eje vial, créditos, insumos, asistencia técnica, salud, vivienda, educación y una propuesta de desarrollo rural integral, y; en lo organizativo, lentamente organismos de gobierno, había empezado a nuclear a un sector de movimientos y organizaciones sociales y populares, como base social de apoyo a la propuesta de revolución ciudadana.

La creación de las Escuelas de la Revolución Agraria (ERA’s) fundadas en el aniversario de la revolución alfarista y en el lugar de nacimiento de Eloy Alfaro (Montecristi – Manabí), que desde el inicio de la gestión de Correa se había transformado en el ícono de la revolución, en mucho representa la posibilidad de potencializar la acción contestataria del campesino “montonero” de la Costa.

En el discurso inaugural de las ERA’s, Correa no había dejado de mencionar la necesidad de que todos los campesinos tengan acceso a sus tierras, así como el objetivo de la soberanía alimentaria, para lo cual había dicho se necesita mejorar sustancialmente la productividad, y había enfatizado que esta es la única forma de salir de la pobreza; y que para ello se necesita ciencia y tecnología, capacitación, y cambio cultural.

Había insistido en que hay que aprender a cambiar sin temor, sin abandonar las tradiciones, la cultura, la cosmovisión, pero adoptando nuevas prácticas, métodos y tecnologías para “salir adelante”. El objetivo, había dicho, es revolucionar el sistema agrario a través de la distribución eficaz de las tierras a los campesinos, la reforma de las estructuras burguesas del Banco Nacional de Fomento para que atienda bien a los campesinos, dotar al país de canales de riego, de caminos vecinales, adoptar nuevas tecnologías, aprender a aplicarlas para tener mayor eficiencia.

OPOSICION DE LA DERECHA Y DESESTABILIZACION

Luego del levantamiento indígena y de las discrepancias al interior del bloque legislativo de PAIS, la oposición de derecha se había vuelto más agresiva, cooptando prácticamente en su estrategia a la llamada izquierda y al movimiento Pachakutik, en el objetivo de buscar a como dé lugar llegar a la “muerte cruzada” (disolución de la Asamblea, renuncia del Presidente y convocatoria inmediata a elecciones) escenario en el cual, sería factible desatar el caos económico, el terrorismo político y/o intentar un golpe militar al estilo hondureño.

Para ello, esta fuerza que va desde el centro a la derecha, representando el sentir de la gran burguesía y oligarquía, así como de estratos altos de la mediana burguesía, se juegan al boicot del programa político y económico del gobierno, a través de pretender dejar en el “limbo” a toda ley, propuesta desde el gobierno; al igual que pretende a toda costa frenar la recuperación de la economía (en ello el intento de vetar la inversión del IESS en bonos del Estado es palmario); y desmejorar la imagen internacional del gobierno, en ello le hace el juego Pachakutik y la Conaie al plantear un enjuiciamiento al Presidente Correa, en organismos internacionales de derechos humanos, acusándolo de “genocida”, “racista” y “xenófobo”.

El movimiento indígena había planteado desde la dirección del Ecuarunari, ir hacia una acumulación de fuerzas políticas en el intento de potencializar la candidatura de Alberto Acosta, que si bien se había mantenido cercano al movimiento indígena, sus evidentes ligazones con la socialdemocracia internacional, su bajo perfil y gestión política, y su ecologismo infantil, terminarían liquidando la posibilidad de cambio en el país.

Pero lo más probable en un escenario electoral, es que el grueso del movimiento indígena, termine nuevamente apoyando, como en las últimas elecciones, al filo-fascista Lucio Gutiérrez. Es así que éste, ya al momento había emprendido una agresiva y millonaria campaña de propaganda a través de medios de comunicación, a la vez que no había dejado de generar desde antes, una campaña de zapa y subversión, en base a rumores y abiertas calumnias, conocidas tácticas de “guerra psicológica” en la cual se habían formado, con el apoyo del imperialismo, él y el grupo de inteligencia militar, que son los cuadros políticos del PSP.

El gobierno de su parte había puesto la mira, en la Ley Orgánica de Educación Superior, en su estrategia buscaba hacer de ella el pivote no sólo para el futuro desarrollo del país, sino incluso para una convocatoria a consulta popular para dictaminar su aprobación; y, con ello la derrota y liquidación del golpismo de la Asamblea Nacional.

El desfase de la maduración de la crisis política en la Asamblea Nacional, se había dado por la política de conciliación con la derecha, de parte del Presidente de la Asamblea Nacional, lo que en el momento del “acuerdo pluripartidista” en el caso de la Ley Orgánica de Comunicación, fue abiertamente criticado por Correa. Y es que la ausencia de mayoría de APAIS en el Asamblea desde el inicio ataba la política legislativa a la endeble mayoría conseguida con el apoyo del socialismo y grupos independientes, los cuales al no haber conseguido la clásica “troncha” parlamentaria, ahora militan abiertamente en la oposición de centro – derecha.

Pero el gobierno de Correa no había dado marcha atrás en su lucha contra la oposición de derecha, y sus voceros: los grandes medios de comunicación, y a confrontado la estrategia de desinformación, tergiversación y subversión de la base social, económica y política que había construido la revolución ciudadana; con una dura contra - campaña que el gobierno había llevado a cabo en los canales oficiales del Estado, así como presionando para ajustar la Ley Orgánica de Comunicación, en la necesidad no sólo de controles y sanciones a la tergiversación y manipulación informativa de los grandes medios de comunicación, sino impulsando la democratización del espectro radioeléctrico y la reversión de las frecuencias.

La derecha permanentemente pretende avizorar y azuzar el caos económico, sin embargo de ello el sector no petrolero de la economía está marchando bien y se había logrado en el primer trimestre de este año un crecimiento del más del 2% con respecto al mismo trimestre del 2009. Analistas de la derecha pretenden que el déficit fiscal no logrará cerrarse, pero las negociaciones de un nuevo empréstito chino por mil millones de dólares, daban solvencia al manejo económico fiscal; en ello desde ya la derecha pretende hacer creer que hay una venta anticipada de petróleo o pago de deuda con petróleo; cuando a la sumo existiría una cláusula que establece la posibilidad en caso extremo de respaldar con exportaciones petroleras el no pago de dividendos.

Lo realmente preocupante en el plano del manejo económico fiscal, lo había dicho el Secretario Nacional de Planificación, es la ejecución presupuestaria del Estado que es de apenas el 25% esto cortado al mes de junio. Ello da cuenta de la persistencia de limitaciones legales en el manejo fluido del presupuesto, así como la rémora de un aparato burocrático y de su estructura institucional burguesa y feudal, a la cual había sido hasta el momento muy difícil de cambiar; y que su estructura resiste a los embates puramente políticos de la revolución ciudadana; y que permanentemente gran parte de este aparato complota con la oposición de derecha, ante el temor de ver naufragar aquello que por historia y tradición había sido uno de los espacios en los cuales las clases criollas blanco – mestizas de la pequeña, mediana y gran burguesía con fuertes raíces feudales, habían realizado su acumulación de riqueza y poder.

Otro espacio fuertemente feudatario del Estado nacional, es el poder judicial, que además se había mostrado como botín político de las mafias gobernantes, en la época de la partidocracia y que en su seno alberga a la misma corrupción institucionalizada, expresada en el tratamiento doloso de la justicia y en la tergiversación de las normas y procedimientos judiciales. Valiéndose de ellos, desde las instancias provinciales hasta las nacionales, jueces y fiscales se habían enseñoreado sobre la población pobre y marginada; e, incluso fallando a favor de las clases dominantes yéndose en contra del mismo Estado, como en los casos de atracos bancarios cuanto de evasiones tributarias; por ello Correa había solicitado el cambio urgente del Consejo de la Judicatura, aparato burocrático en el que se cocinan los ententes y acuerdos de los grupos de poder oligárquicos para el nombramiento de los jueces; y había llamado a acelerar los procesos del Consejo de Participación ciudadana para el nombramiento de una nueva Corte Nacional de Justicia y demás autoridades de control.

En este escenario igualmente cada vez es más evidente que las fuerzas oscuras del imperialismo y de la reacción local se juegan abiertamente a la subversión. De ello dan cuenta las declaraciones del Presidente de la Junta Cívica de Guayaquil quien no había tenido reparo en aceptar que sectores de la derecha, militares e indígenas , habrían estado complotados para un golpe de estado en contra del gobierno de Correa .

Igualmente desde el seno del gobierno se había denunciado un intento de soborno de un agencioso elemento de la llamada Sociedad Patriota, del ex – Coronel Gutiérrez, interesado en vender información de un presunto golpe de estado. Así mismo a nivel internacional se había vuelto a mencionar la labor de espionaje que habría realizado el cuerpo de seguridad del Estado colombiano, ya no sólo en contra de las Embajadas y Consulados sino la intercepción de teléfonos celulares de altas autoridades del Gobierno ecuatoriano incluido las del mismo Presidente Correa.

En este contexto el Presidente Correa había dicho y había ofrecido entregar datos fidedignos de estas conspiraciones en marcha; había iniciado una aguda campaña de confrontación con la dirigencia indígena de la Conaie ; y, con la no menos agresiva campaña de los medios de comunicación en manos de la oligarquía y la partidocracia; así mismo había llamado a judicializar los hechos protagonizados por los dirigentes indígenas; lo cual lamentablemente al no haberse cambiando ni puesto a tono las leyes conexas con estas situaciones, se están usando figuras legales que aún quedan de la antigua ley de seguridad nacional; y, peor aún están siendo utilizadas por jueces y magistrados de la rancia derecha oligárquica, que buscan ahondar la división entre las organizaciones indígenas y el gobierno nacional; y, que por último podrían abonar al espíritu de cuerpo que había sido altamente desarrollado por el movimiento indígena, ante feroces adversarios presentes desde hace más de 500 años.

DERECHA FASCISTA y PROIMPERIALISTA

La hermana Elsie Monge, quien es presidenta de la Comisión de la Verdad, informó que de los 456 testimonios de víctimas que se registraron, 311, es decir, casi el 70%, pertenecen a casos ocurridos durante el régimen del socialcristiano León Febres Cordero. El informe revela que hubo 269 víctimas de privación ilegal de su libertad, 365 casos de tortura, 86 de violencia sexual, 17 desapariciones forzadas, 26 atentados contra la vida y 68 ejecuciones extrajudiciales.

Por ello, de suma importancia e interés generalizado, fue la presentación del Informe Final de la Comisión de la Verdad, creada por el Gobierno, para investigar los crímenes de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos, en el período 1984 -1988 y 1988 – 2008. Período el primero en que gobernó el Ecuador el Partido Socialcristiano con el León Febres Cordero como Presidente, quien a más de ejercer un gobierno hambreador y entreguista, desató una ola de represión generalizada sobre amplios sectores sociales y populares, con el pretexto de combatir a una naciente guerrilla urbana, el movimiento Alfaro Vive Carajo, conformado por sectores radicalizados de jóvenes de la izquierda socialista y comunista, que habían abandonado estas estructuras o habían sido expulsados por estos aparatos, ya en esa época envejecidos y anquilosados en las prácticas electoreras y oportunistas.

Su acción radical se centró en las principales ciudades, con una ideología de carácter nacionalista y patriótica, que incluso cooptó a militantes, igualmente desengañados de la socialdemocracia (Izquierda Democrática) y que rápidamente se orilló y alió a las acciones propagandísticas y “subversivas” del movimiento M-19, a la vez que igualmente fue infiltrado por agentes del Estado. Ya en la época febrescorderista, el movimiento hubo de sufrir los más grandes golpes a manos de la fuerza pública, la misma que entrenada en la escuela de contrainsurgencia de los Estados Unidos, con el apoyo de expertos militares israelitas y agentes de la CIA, barrieron con toda una generación de jóvenes revolucionarios, altamente ideologizados y valerosos, valor que muchas de las veces se transformó en audacia y devino en expropiaciones a bancos, asalto a rastrillos y hasta el mismo secuestro de uno de los más connotados banqueros, Issaías, del grupo Filanbanco. En ese entonces Febres Cordero, al tenor de planes multilaterales de terrorismo de Estado, había estructurado diversos grupos armados con elementos de élite de la policía y del ejército, a más de equipos de inteligencia e infiltración, de tal manera que le fue fácil exterminar ese brote insurgente y mantener un régimen de terror a lo largo de su mandato; al filo del cual fue ampliamente rechazado por la movilización de los trabajadores y las huelgas nacionales.

Militares y policías de alto rango, recibieron honores por crímenes de lesa humanidad, como la aplicación de torturas, ejecuciones extra-sumariales, secuestros y desapariciones y persecuciones, y hasta el momento son cabezas visibles en los estamentos policiales y militares.

El Presidente Correa como parte de su campaña estuvo comprometido en esclarecer estos crímenes y el informe final que fue presentado hubo de sufrir una serie de retrasos, mientras se daban las condiciones políticas para que ello y que a la vez sirva de base para reabrir los casos que pretendieron declararse sumarialmente concluidos. Así lo había dicho tanto el Presidente Correa como el Ministro de Justicia; a la vez que la comisión había enlistado tanto los crímenes como sus responsables, y había planteado indemnizaciones para las víctimas.

Otro de los aspectos que el gobierno había priorizado en su agenda política, es un proyecto de ley para endurecer las sanciones a la delincuencia a la vez que cerrar las brechas jurídica que permite tanto a jueces (de mayoría filiación socialcristiana) así como abogados venales, dejar sin sanción a los delincuentes. Esto igualmente como una estrategia para confrontar la campaña mediática de la prensa que busca crear un ambiente de inseguridad y echar la culpa a las reformas legales que flexibilizaron el encauzamiento penal por delitos comunes.

LA CUMBRE DEL ALBA-TCP

Gran popularidad se dio a la cita de 300 Autoridades Indígenas y Afro Descendientes de la región latinoamericana que se reunieron en Otavalo en la Cumbre de la ALBA-TCP; en la que se trató una amplia agenda centrada sobre el ejercicio de la interculturalidad en la función pública; el ejercicio de los derechos económicos, políticos y sociales contra el racismo; las iniciativas públicas frente al cambio climático y los derechos de la Naturaleza; así como el Comercio Exterior entre Pueblos.

Luego de una exitosa convocatoria y participación de delegados gubernamentales y autoridades indígenas y afrodescendientes electas y designadas de los países del ALBA, la X Cumbre de Otavalo estableció en su Declaración, ente otros, lo siguiente:

Entender al Estado Plurinacional Unitario en la forma como se había dado en los procesos constituyentes de la República del Ecuador y Estado Plurinacional de Bolivia, como expresión de unidad en la diversidad, que asume una forma democrática de convivencia, expresada en la interculturalidad que es el relacionamiento armónico entre las culturas;… Expresa que el manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables corresponde al Estado de acuerdo al interés de sus pueblos y la sociedad en su conjunto y no a uno o varios grupos o sectores sociales o económicos. Y, que el Estado garantizará la participación social y la distribución justa y equitativa de los beneficios, especialmente a favor de las comunidades en donde esos recursos naturales se encuentran y buscará, en armonía con la Naturaleza, minimizar los impactos ambientales y sociales adversos que generen. Se comprometen a fortalecer las políticas públicas para el acceso a la salud, educación, empleo y vivienda prioritariamente para los más excluidos, y promover políticas en beneficio directo de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

Indudablemente esta Cumbre marca un cambio de época en el proceso de reconocimiento y resarcimiento en el plano internacional de los Derechos de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, tradicionalmente segregados, excluidos y explotados en Latinoamérica por Estados burgueses hegemonizados por minorías de ascendencia europea; a la vez que marca la pauta para la construcción de estados plurinacionales y sociedades multiculturales. A la vez que quita gran parte de la hegemonía en el escenario internacional, a las manidas Cumbres Indígenas, financiadas por los intereses de Gobiernos de grandes potencias, así como de Organismos afines a la socialdemocracia europea y norteamericana, camufladas a través de ONGs y Financieras Internacionales, que habían hecho de ello un motivo de cooptación ideológica y política de importantes líderes indígenas de la región y el continente.

En este escenario igualmente desde hace mucho se había denunciado la infiltración y la alianza de los organismos y agencias de inteligencia y desarrollo de los EE.UU. con las Agencias de Desarrollo y Organismos No Gubernamentales de Europa. De ahí que el imperialismo norteamericano y europeo, desde hace mucho habían tratado y en muchos casos habían logrado adocenar la lucha del movimiento indígena a nivel regional y continental; para ello habían ido construyendo un escenario sobre una propuesta desarrollista motejada como sustentable, pero que se imbrica con los engranajes internacionales del mundo capitalista; así mismo se había venido jugando desde los centros imperiales del poder al llamado “negocio verde” esto es grandes transnacionales ecologistas, que se encargan de lavar evasiones tributarias de las grandes empresas internacionales, que se distribuyen con profusión a pequeños aparatos organizacionales en manos de élites intelectuales, camufladas como ONGs locales las cuales a su vez se encargan de cooptar no solamente a líderes indígenas y sociales en su discurso y práctica aparatista, sino que igualmente de una manera maquiavélica infiltran entidades del Estado, para hacerse con el control de inmensas “áreas de reserva natural”, “bosques protectores”, etc. en los cuales su primera tarea es desalojar precisamente a las poblaciones nativas, evitando toda posibilidad de explotación de los recursos naturales a nombre de la “defensa de la pachamama” la que en perspectiva estratégica queda en manos de estos organismos, que incluso habían llegado a plantear abiertamente el canje de deuda externa por territorio, o los famosos fideicomiso con control absoluto de los organismos de gobierno mundial, como fue la primera propuesta presentada por el “ecologismo infantil” en relación al ITT.

De esta manera el imperialismo se reserva inmensas extensiones de territorio y más aún inmensas fuentes de recursos naturales, que miradas en una perspectiva estratégica, de 20 o 30 años luego, constituirán espacios de vida de colonias gringas y aprovechamiento económico de los recursos naturales a través de gobiernos títeres sometidos a intereses de las grandes transnacionales.

En esta telaraña tejida por las oscuras fuerzas del imperialismo norteamericano y la socialdemocracia europea habían caído presos algunos dirigentes indígenas, la mayoría de los cuales convencidos de estar realizando una labor en defensa de la pachamama, y otros de manera abyecta, se habían puesto al servicio de estos intereses transnacionales.

De ahí que no había sido una gran sorpresa la actitud asumida por la dirigencia de la CONAIE de pretender boicotear la Cumbre del ALBA; intento en el cual solamente se demostró la extrema debilidad a la que se había llevado a la otrora gigantesca fuerza de movilización y combate en contra del neoliberalismo; y que hoy como fruto de la miopía política de sus dirigentes, de un fundamentalismo indianista infantil; y de las estrechez corporativa, había provocado una evidente ruptura entre la dirigencia y sus bases.

De ello da cuenta la movilización por los 20 años del levantamiento indígena de junio de 1990, cuando millones de indígenas salieron a expresar su rebeldía y exigencia a la tierra, el pan y la libertad; y que en la actualidad después de haberse anunciado una marcha que convocaría a 20 mil indígenas, los marchantes que llegaron a la capital de la República apenas eran 300 personas de las nacionalidades amazónicas y algunos otros dirigentes indígenas de otras regiones. Es por ello que igualmente la convocatoria a constituir un parlamento plurinacional tampoco se dio y únicamente les quedó actuar como provocadores en contra de la Cumbre del ALBA lo que evidentemente generó el rechazo de las bases indígenas, movimientos sociales y sectores ciudadanos que ven, porque saben y sienten, como así lo expresaron los Presidentes Evo Morales y Hugo Chávez , que el gobierno de Correa, a pesar de algunos desaciertos, es una avanzada nítida de la democracia, de la soberanía nacional y del antiimperialismo.

MANEJO SOBERANO DE LOS RR.NN.

El Presidente Correa remitió a la Asamblea el proyecto urgente de reformas a la Ley de Hidrocarburos, en la cual se introducen disposiciones que permitan impulsar la actividad hidrocarburífera, incrementando los niveles de producción de los campos petroleros, dentro de un esquema contractual de prestación de servicios, que devuelva la titularidad de la totalidad de la producción nacional a favor del Estado, estableciendo únicamente el reconocimiento de una tarifa por barril producido a favor de las contratistas, que no fluctúe en función del precio del crudo, del cual se habían beneficiado desproporcionadamente las compañías petroleras.

El proyecto dispone que el Estado explorará y explotará los yacimientos en forma directa a través de las Empresas Públicas de Hidrocarburos. De manera excepcional, podrá delegar el ejercicio de estas actividades a empresas nacionales o extranjeras, de probada experiencia, capacidad técnica y económica, para lo cual la Secretaría de Hidrocarburos podrá celebrar contratos de asociación, de participación, de prestación de servicios para explotación y exploración o mediante otras formas contractuales de delegación vigentes en la legislación ecuatoriana.

MANEJO DE LA ECONOMIA

Luego de una ardua y prolongada negociación Ecuador y China suscribieron en Beijin, el contrato de crédito para la construcción de la Hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair (CCS) por un monto de $ 1.682.745.000. Obra que se realizará a través de la empresa Sinohydro, empresa china reconocida a nivel mundial en la ejecución de proyectos de este tipo. Y aún más, posteriormente se anunció la contratación de otro empréstito con la misma China por $1.000 millones, para nuevos proyectos de inversión. La misión ecuatoriana obtuvo, además, importantes resultados como el acuerdo de financiamiento por $ 600 millones, para la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Sopladora.

Coca-Codo-Sinclair tendrá una potencia de 1.500 MW y generará energía de 8.600 GW- hora por año. Además permitirá un ahorro de 2,5 millones de dólares por día, al suplir esta energía por la que actualmente generan las térmicas, así como por la eliminación de la importación de energía de Perú y Colombia. Asimismo, el proyecto evitará que se contamine el medio ambiente con 94,5 millones de toneladas de CO2, en 21 años, lo que significará ingresos económicos para el Estado, producto de la venta de bonos de CO2.

POSICIONAMIENTO PREELECTORAL

La acción del Ejecutivo a inicios de agosto, ante la arremetida de la oposición parlamentaria de centro-derecha aliada a una minoría de centro-izquierda, que complotaba para dejar en el limbo a importantísimas leyes e incluso para asaltar la Presidencia de la Asamblea, obligó al Gobierno a adelantar posiciones en el escenario de masas, en preparación de la cada vez más posible convocatoria a consulta popular.

Así Correa inició un amplio recorrido de obras, especialmente de la red vial principal que se había generado en el eje de la Sierra, la Costa y la Amazonía. A su paso por pequeños y medianos poblados de estas regiones, fueron el escenario de masivos recibimientos y encuentros festivos, incluso en comunidades indígenas, en los cuales el Presidente a la vez que auscultó nuevas necesidades se comprometió a solucionarlas.

En su discurso se refirió a la situación política de bloqueo de las más importantes leyes por el resurgimiento de la partidocracia en la Asamblea Legislativa, motivo por el cual volvió a poner en el tapete de la discusión la posibilidad de ir a una consulta plebiscitaria y por último ejercer el derecho constitucional a una “muerte cruzada”, para desbloquear a la Asamblea. Los ratings de popularidad medidos en esa fecha demostraron un amplio apoyo popular para el Presidente Correa.

Este nuevo escenario pareció afectar a la conciencia timorata y oportunista de muchos de los legisladores independientes y caciques locales, que al igual que la posible estrategia desde el buró político de APAIS, de retomar alianzas con sectores del socialismo y del grupo de 4 asambleístas de Alianza Libertad (liderado por el Gral. ( r) Paco Moncayo), de ello dio cuenta igualmente la repentina flexibilidad mostrada por los rectores de las Universidades ante el anuncio de poner en la consulta popular la ley de Educación Superior; que inicialmente dio pauta para considerar posible una nueva mayoría legislativa con la cual se pensaba aprobar la ley de educación superior, pero nuevamente los sectores más recalcitrantes de la derecha y la “izquierda”, se aunaron en exigir nuevos cambios a la ley, buscando torpedear esta salida política, que indudablemente buscaba desgranar los planes conspirativos de la oposición.