martes, 26 de octubre de 2010

Ecuador: la alianza de la derecha y el corporativismo en el “putch” del 30 de septiembre del 2010


Ecuador: la alianza de la derecha y el corporativismo en el “putch”1 del 30 de septiembre del 2010



Rafael Quintero López y Erika Sylva Charvet

1. El origen de la coyuntura desestabilizadora


Si bien la derecha conspiró contra el gobierno de Rafael Correa Delgado desde su instalación2, paradójicamente el golpe como un proceso orientado a derrocarlo y derrotar el proceso constituyente por él liderado, se originó con la movilización de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE)3, a fines de septiembre del 2009, en rechazo a la Ley de Recursos Hídricos y para retener su manejo de las instituciones públicas orientadas al sector indígena en educación, salud y desarrollo, abriendo la coyuntura desestabilizadora que tendría su hito un año más tarde, el 30 de septiembre del 2010, con la insubordinación de sectores de la Policía4 y el secuestro e intento de asesinato del Presidente de la República.

En efecto, hace exactamente un año, se fue gestando un acercamiento entre la CONAIE, el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE) – Movimiento Popular Democrático (MPD) 5 y el gremio de la Unión Nacional de Educadores (UNE), declarado en huelga el 15 de septiembre con apoyo de sectores estudiantiles controlados por el MPD, en rechazo a la evaluación de los docentes, así como una aproximación a sectores de empleados públicos inconformes con las regulaciones de la contratación colectiva. Con todos estos sectores, la derecha tradicional, y la nueva derecha del Partido Sociedad Patriótica (PSP)6, ha mantenido alianzas durante todo este proceso. El punto emblemático de arranque de la coyuntura está marcado por la muerte del profesor shuara Bosco Wizuma el 30 de septiembre del 2009, en Macas (capital de la provincia de Morona Santiago) -en el marco de la movilización de la CONAIE- a causa de perdigones disparados inadvertidamente –según las investigaciones forenses- por algún miembro de su propia comunidad, muerte en torno a la cual la CONAIE, Pachakutik y el MPD articularon un discurso de oposición, caracterizando al gobierno como represivo, autoritario y hasta “fascista”, al acusarle de la muerte del docente. Todo esto orquestado por los grandes medios de comunicación privados, convertidos en el Partido Medial de Derecha.

Ese conjunto de acontecimientos rubricaron la política de “distanciamiento” creciente de varias organizaciones, sectores de intelectuales7 y de movimientos sociales respecto al gobierno de la Revolución Ciudadana, liderado por el Movimiento Patria Altiva y Soberana (PAIS), incluyendo el “distanciamiento” de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (FENOCIN), un aliado del gobierno que, a mediados de año, se sumó también a esa política, influyendo, cual juego de dominó, en un grupo de asambleístas del Partido Socialista-Frente Amplio (PSFA), lo cual profundizaría el debate interno en ese partido en torno a la continuidad del apoyo al gobierno, impulsado por la tendencia unitaria, y aquella que propugnaban los autodenominados “históricos”, de declararle la oposición, de cara a su Congreso Nacional “Sócrates Ponce” del 10-12 de septiembre en Portoviejo, Manabí8.

Es decir, la coyuntura se abría con una crisis de legitimación del régimen, porque de su alianza original de apoyo se desgajaban fuerzas identificadas con la izquierda que el gobierno decía representar, especialmente el emblemático “movimiento indígena” encarnado en la CONAIE y la FENOCIN, entre otras organizaciones. Dado que el gobierno del Presidente Rafael Correa no se sustenta en una alianza orgánica de clase, sino en una alianza multiclasista inorgánica, es decir, sin una base y hegemonía de clase definida9, la oposición de la CONAIE, Pachakutik y el MPD, y el distanciamiento potencial de la FENOCIN y el PS-FA, que movilizan a sectores medios y populares definidos, constituyó un debilitamiento conspicuo de la base de sustentación del gobierno, y, por ende, de su proyecto de reforma económica, social y política.

Este hecho prolongaba su carácter de gobierno en disputa10 en torno a su orientación estratégica: o promover los cambios en el marco del modelo corporativo-neoliberal de sociedad y su tipo de régimen político, o rebasarlo e impulsar un tránsito hacia un nuevo modelo alternativo de sociedad y de Estado. La respuesta del gobierno a ese nudo crítico, fue la de balancear mejor su gabinete en el primer cuatrimestre del 2010, con la incorporación de técnicos/as e intelectuales identificados con tendencias progresistas y de izquierda. Esta respuesta, circunscrita al terreno estatal, era insuficiente, sin embargo, para resolver una crisis en la alianza social de sustentación del régimen que implicaba, adicionalmente, orientar su acción hacia la recomposición de las relaciones con los actores de la sociedad civil.

El momento evidenciaba la complejidad del gobierno y del proceso constituyente y mostraba que el proyecto no afectaba solo a los intereses de la oligarquía. Paradójicamente, la política mercantilista, privatizadora y debilitante del Estado que caracterizó al neoliberalismo, había ido creando nichos funcionales de poder en las instituciones controladas por estos sectores medios, que, articulados por conceptos y prácticas corporativos, habían sido beneficiarios del prebendalismo propio del sistema oligárquico, y ahora resistían tenazmente las reformas de fondo en sus respectivos espacios, abrazando la disyuntiva del gatopardismo, es decir, “reformar” para que todo siga igual11.

El corporativismo ha sido un rasgo típico del sistema político ecuatoriano a lo largo del siglo XX. Constituye un mecanismo de representación de los intereses económicos de los grupos sociales organizados caracterizado por: a) suplantar, o al menos, hacer prevalecer la esfera de los intereses privados por encima de los intereses públicos o colectivos, lo que significa negar la democracia general del pueblo como posibilidad histórica; b) expandir/conservar las “conquistas” gremiales de sus “grupos de interés” ya obtenidas, conceptuadas como derecho irrenunciable; c) eludir el reconocimiento de los derechos y obligaciones de cada ciudadano como una condición universal (de todos), por encima de sus intereses, logros y conquistas gremiales; d) hacer prevalecer la representación de los gremios, sindicatos y corporaciones en general, por encima de los partidos políticos (es antipartidario). El corporativismo ha bloqueado el desarrollo democrático del país al debilitar a los partidos políticos, convirtiéndolos en entidades corporativas o constituyéndolos en apéndices de los gremios12.

Ha sido justamente durante este ciclo cuando se han exacerbado en la sociedad los intereses corporativos, en el marco del debate de catorce proyectos de leyes fundacionales, y a medida que se ha acentuado la influencia ideológica de una elite empresarial y gerencial ---pública y privada— con gran capacidad de gestión y con fuertes lazos con la pequeña burguesía universitaria, sobre el movimiento de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y otros movimientos sociales como el sindical, incidiendo en su alejamiento del gobierno. Esto se evidenció el 1 de mayo del 2010, cuando el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) ya no acompañó oficialmente al desfile del gobierno por el Día Internacional del Trabajo en Quito, marcando la distancia de los gremios del proyecto político.

A esto debe añadirse que, por la misma época, pretendían constituirse liderazgos de derecha no partidistas y construidos en torno al nuevo discurso ciudadano –como el del periodista Carlos Vera- que ya por entonces lanzó su propuesta de revocatoria del mandato del Presidente Correa.

Por otro lado, el inicio de la presente coyuntura estuvo marcado también por una decisión proveniente del Estado: la postergación de la aprobación de aquellas leyes que, según mandato de la nueva Constitución, debían aprobarse hasta noviembre del 2009. Sin embargo, se pospuso su procesamiento hasta el 14 de febrero del 2010, y se las seguiría postergando, lo que debilitaría el tiempo político favorable a la reforma, en el marco de un cambio en la correlación de fuerzas que iba reclutando, en torno a la oposición de derecha, a nuevos aliados de una izquierda corporativa, funcional al neoliberalismo. Las respuestas dadas por parte del gobierno fueron en la misma dirección ya señalada: la de contraer el músculo estatal. Es decir, se siguió respondiendo solo desde el Estado y no desde el movimiento, las alianzas, las políticas de concertación, porque se pensaba que los problemas en torno a las leyes debían ser manejados por la Legislatura, y aquella debía recuperar protagonismo frente a los sectores sociales.

Esta crisis también se expresó en las fallas de la comunicación simbólica gubernamental y la subutilización de los medios públicos como espacios de interlocución con los grupos sociales. Así, se careció de una “pedagogía” de presentación de las leyes (Aguas, Educación Superior, Comunicación, etc.) y de vocerías e interlocutores que explicasen sus beneficios y pudiesen contrarrestar las versiones negativas, magnificadas por la caja de resonancia de los grandes medios de comunicación privados.

En ese contexto, se fijó en el imaginario de la oposición, incluidos esos sectores que desertaban del proyecto, la imagen de que el Presidente estaba cercado y que su popularidad “estaba a la baja”. La concentración en la emblemática Plaza de San Francisco en Quito, convocada por el gobierno a principios de octubre del 2009, si bien fue multitudinaria, expresaba la movilización de sectores sociales de origen popular y rural, así como de grupos sociales semiproletarios y proletarios no organizados sindicalmente. Pero, la clase media urbana, inserta en la administración pública de la capital, en una ciudad burocrática como Quito, brilló por su ausencia, evidenciando que el “forajidismo”13 quiteño, que inicialmente apoyó, aparentemente había abandonado al gobierno, y que a octubre del 2009 se había desgajado de dicha alianza.

Los meses siguientes atestiguaron la radicalización de esa oposición sin tregua (la del “todo o nada”) respecto a los proyectos de leyes fundacionales, mientras se continuaba fraguando la coalición entre fuerzas antes encontradas que impúdicamente se unían en contra del proceso constituyente. Como ejemplo de esta sinrazón, recordemos la reunión entre la dirigencia de la CONAIE con la ultraderechista Junta Cívica de Guayaquil en marzo del 2010, que evidenciaba el acercamiento de una organización que había sido la fuerza hegemónica de la izquierda en los años 90, con el núcleo duro, orgánico, de una conspiración en ciernes denunciada por el Presidente Correa en enero del 201014, reunión que no sorprende cuando nos enteramos que altos dirigentes indígenas (como Lourdes Tibán), pertenecen a organizaciones financiadas por organismos estadounidenses creadas para promover la desestabilización de los gobiernos de izquierda latinoamericanos15.

Mientras tanto, dentro del partido aliado del gobierno (el PSFA), este momento se caracterizaría por la intensificación de la lucha político-ideológica hacia un desenlace que podría llevar a su potencial fractura y al debilitamiento político-simbólico del régimen. Sin embargo, el desenlace de la lucha entre la “tendencia unitaria socialista” y la corporativa (los “históricos”) a favor de la primera, en el Congreso de septiembre, decidiría la continuidad del apoyo al gobierno por parte de esa tienda política, lo cual resultaría clave en la movilización social16 y, ciertamente, en la definición de la identidad política de la respuesta gubernamental frente a la alianza golpista.

2. Factores estructurales que acompañaron la presente coyuntura (2009-2010)


Lo duradero, lo permanente, lo relativamente más estable y que expresa un ritmo más lento de cambios, ya que apunta a cristalizarse en la larga duración, es decir, lo estructural, se expresó en los siguientes factores de incidencia en la coyuntura.

Por una parte, en el proceso de reforma del modelo económico con la finalidad de dejar como cosa del pasado al neoliberalismo. El gobierno de Correa continuó fortaleciendo al sector público de la economía que, durante tres décadas de los gobiernos seguidores del Consenso de Washington, lo habían desmantelado, incluidas las áreas estratégicas. Con este gobierno se genera un capital social sostenedor tanto de la movilidad de la fuerza de trabajo, como de mercancías, en aras a la creación de un ampliado mercado interno, por medio de la construcción de extensas redes de vías, carreteras, aeropuertos17, puentes y la ampliación de las comunicaciones en las tres regiones continentales del país, a la par que se estimula la producción de medianas y pequeñas unidades para el mercado interno y de exportación.

Concomitantemente, se expanden los servicios públicos de salud y educación en un movimiento de desprivatización de los mismos. Esta inversión estatal ha permitido también, de manera significativa, enfrentar en condiciones favorables la crisis que agobia al sistema capitalista mundial, sostener unas tasas, aunque moderadas, de crecimiento económico, y rebajar los niveles de pobreza y desempleo en el país18. El continuado apoyo popular al régimen se afinca en parte en esta realidad y se expresaría coyunturalmente en la movilización de respaldo al Presidente secuestrado el 30 de septiembre.

Relacionado a ello, un segundo factor tiene que ver con el crecimiento de la inversión pública directamente productiva, que, además, deja fuera del juego de cabildeos por contratos a intereses privados y que está generada por la creación de grandes obras de infraestructura industrial que le dotan al capitalismo de Estado en ciernes, de una plataforma para su desarrollo en importantes sectores como la petroquímica, y la hidroelectricidad para la generación de energía más barata19. A esto debe añadirse la política de renegociación con las compañías petroleras que debe consumarse, precisamente, en el mes de octubre de 2010, de acuerdo con la disposición transitoria de la Ley de Hidrocarburos reformada, y que está orientada a la modificación de las formas de contratación petrolera (de contratos de participación a contratos de prestación de servicios) lo cual redundará en una rendición mayor de beneficios para el Estado ecuatoriano y una respuesta soberana frente a potenciales reclamaciones y conflictos.

Este nuevo elemento que se va instalando en la estructura productiva nacional avizora, desde ya, un cambio radical en la estructura de inversiones internacionales en la economía ecuatoriana, con la concreción de inversiones de la República Popular China en más de dos mil millones de dólares, de Corea del Sur por la mitad de ese monto y la búsqueda de inversiones en los países árabes y en Irán20, entre otros del Sur del Mundo. Esta diversificación de las alianzas económicas internacionales, debilita un factor estructural: el tradicional vínculo de subordinación de la economía con los EE.UU. Esta política inédita, además, ha ido acompañada de una respuesta política soberana frente a ese mismo país, que se tradujo en la recuperación de la Base de Manta en septiembre de 2009, es decir, por la misma época en la que se abría la coyuntura de desestabilización del proceso constituyente.

A todo ello se suma un tercer elemento que también desafía el vínculo de subordinación imperialista: la conversión del Ecuador, durante la Presidencia de Rafael Correa, en actor emergente en la escena internacional, al menos dentro de la región, en la cual ha incidido, influido y adquirido un peso relativo de significación, tanto en el proceso de integración de los países de América Latina, como en la presentación de iniciativas bajo su liderazgo (al interior de Unión de Naciones Sudamericanas -UNASUR-, presidida por Ecuador en el último año; la iniciativa Yasuní-Ishpinku Tambukucha-Tiputini -Yasuni-ITT-; la presta e importante solidaridad con el pueblo y Gobierno de Haití; la promulgación de una política a favor de una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños sin Estados Unidos ni Canadá; y el impulso a la ALBA entre muchas otras de relieve internacional), y, ciertamente, por su coherente política soberana, de rescate de los valores internacionales aplicada desde la Cancillería dirigida por Ricardo Patiño.

Un cuarto elemento de índole estructural, se refiere a la reforma del Estado que busca romper con el orden oligárquico, funcional al neoliberalismo de los últimos treinta años. Al convertirlo en un aparato subsidiario al capital financiero internacional, el modelo neoliberal debilitó absolutamente el rol rector del Estado en las políticas públicas y su capacidad de integración y cohesión nacionales, favoreciendo el fortalecimiento de los grupos oligárquicos regionales y sus tesis “autonomistas”, así como el de aquellos micropoderes fácticos que se consolidaron en las instituciones públicas ante la desbandada del Estado (burocracia civil, policial y militar, aparato escolar y universitario, sindicatos públicos, etc.) y que también se constituyen en defensores de sus “autonomías”, a fin de mantener la cultura del prebendalismo, corporativismo, clientelismo y la mediación imperante de la corrupción (caso paradigmático ha sido el de la Policía Nacional harto conocida por sus altísimos niveles de corrupción). Cabe señalar que esta estructura estatal y su cultura institucional reproducen las condiciones seculares de bloqueo a la democracia social y política que exhibe el Ecuador desde la fase de fundación democrática (1979 en adelante), en la medida en que garantizan la concentración de poder y riqueza en pocas manos, y, por ende, mantienen las históricas asimetrías (social, de género, étnicas) propias del orden oligárquico.

La reforma del Estado, justamente busca su nacionalización, democratización y modernización, erradicando esa estructura y cultura institucionales propia del modelo oligárquico-neoliberal, debilitando los núcleos autoritarios del Estado (v.gr., el rol “garante” de la democracia por parte de las FF.AA.); desmantelando el control de la CIA de los aparatos policiales y militares; recuperando la rectoría del Estado en las políticas públicas para dotar de coherencia, eficiencia y eficacia a la acción estatal y cumplir objetivos y metas estratégicos para el país; desarrollando institucionalidad en el territorio para lograr la integración y cohesión nacionales, acompañada, además, de un nuevo discurso público que desplaza el discurso separatista, regionalista, clientelista y degradante de la oligarquía, funcional a la geopolítica imperial; construyendo ciudadanía, al generalizar derechos y obligaciones universales y cortar privilegios, en una sociedad y Estado acostumbrados a considerar la política como la reproducción y/o ampliación de privilegios; redistribuyendo recursos para disminuir las inequidades.

Este proceso se inició con la aprobación de la Constitución de Montecristi en el referéndum del 29 de septiembre del 2008, abriéndose una fase de transición institucional en el marco de la cual debían aprobarse –hasta noviembre del 2009- un conjunto de leyes orientadas a materializar la reforma del Estado, a darle el carácter de irreversible y, por ende, a definir el rumbo ascendente del proceso constituyente iniciado en el 2007. La fase de transición institucional, sin embargo, no ha concluido. Por el contrario, se ha extendido hasta el momento actual, en el marco de la ya referida dilatación, por cierto no voluntaria de la mayoría parlamentaria, en la elaboración y aprobación de las leyes, en medio del laberinto de presiones, consultas y existencia de una mayoría inestable, que ha generado –muy a pesar de su dirección-, un espacio de negociación con la derecha y el corporativismo en la Asamblea, contrario al espíritu constituyente, otorgándoles más tiempo a las fuerzas pasadistas para preparar su arremetida contra el gobierno21. No sorprende que sectores de ella hayan estado acompañando a los golpistas. Así, el ciclo verifica una agudización de las contradicciones entre el gobierno y la oposición de esa derecha híbrida ampliada, que el 30 de septiembre demostró una voluntad política coaligada para frenar el proceso de cambios estructurales, por la vía del golpe de Estado.

3. El intento de golpe de Estado del 30 de septiembre del 2010


El 30 de septiembre del 2010, exactamente un año después de iniciada la coyuntura actual, sincronizadamente, grupos de policías se negaron a trabajar en todo el país, a excepción de las provincias de Sucumbíos y Galápagos, en protesta por la promulgación de la Ley Orgánica de Servicio Público orientada a establecer una relación ciudadana entre el Estado y los servidores públicos, incluidos militares y policías. Es evidente que la universalización de derechos y deberes irritó a la burocracia en general, particularmente, a la burocracia policial y militar, que gozó de un tratamiento privilegiado durante décadas por varios gobiernos, desatando una violenta insubordinación: ese día, decenas de policías se “tomaron” los cuarteles o se concentraron en éstos negándose a salir a las calles y hasta manifestaron con gritos y quema de llantas22. De modo preocupante, entre los sublevados se contaron varios encapuchados uniformados y vestidos de civil.

El plan de acciones combinadas incluyó la toma efectiva del aeropuerto de la Base Militar y el aeropuerto Mariscal Sucre de la capital por miembros de la Fuerza Aérea que poco después entregaron su operativo a la Unidad Antidrogas del mismo aeropuerto, un equipo tradicionalmente entrenado por la Drug Enforcement Administration (DEA) estadounidense. Concomitante a estos sucesos, se desarrollaba una “protesta” de algunas decenas de militares en el Ministerio de Defensa que salieron del edificio principal a tomarse la plazoleta de La Recoleta en Quito, mientras se daban mítines de protesta contra el gobierno por parte de varios grupos de policías directamente inspirados en el discurso gutierrista en diversos sitios de la capital y en la gran mayoría de provincias del país.

Todo ello ocurría el preciso día en que el Vicepresidente de la República, Lenin Moreno –- el primero en la línea de sucesión presidencial -- arribaría a Guayaquil desde Nueva York luego de asistir al sexagésimo quinto periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y, aislado, no podría venir a Quito, como quiso, en un gesto de lealtad que le honra, a solidarizarse con el Presidente herido, y a quien –según su testimonio- se le insinuó asumir la Presidencia23. Y “coincidencialmente”, acontecía también el preciso día en que las y los gobernadores provinciales –es decir, los representantes del Ejecutivo en cada una de esas jurisdicciones regionales y directos Jefes Civiles de la fuerza pública acantonada en ellas- habían sido convocados a Quito a una reunión de trabajo. Una vez desatado el operativo golpista, ellas y ellos salieron precipitadamente hacia sus localidades y comprobaron que en algunas se planeaba “la toma” de sus Gobernaciones! Ya para media mañana, se había consumado el secuestro del Presidente. Su aislamiento en el hospital de la Policía estaba en marcha, aparentemente justificado por el agravamiento de su rodilla, recientemente operada.

Sin embargo, esta “sublevación” no fue solo una respuesta corporativa de un aparato del Estado a una política pública. En realidad, se enmarca en un proceso inserto en el desenlace de una coyuntura conspirativa, desatada en 2009, hacia un golpe de Estado, definido como “un mecanismo forzado de transmisión del mando, preparado y realizado con el uso o la amenaza de la violencia armada, consistente en la penetración de un pequeño pero crítico segmento del aparato estatal, que se usa luego para desplazar al gobierno del control del resto del Estado” (Luttwark, 1969:12). Tal como precisamente se intentó que ocurra. El golpe de Estado, además, constituye un hito dentro de un proceso que evidencia señales del mismo a lo largo de un ciclo determinado. El del 30 de septiembre en Ecuador ya fue anunciado por el Presidente Correa en enero del 2010, cuando denunció una conspiración para desestabilizar su gobierno por parte de militares influidos por el Partido Sociedad Patriótica, denuncia que debe haber retrasado su ejecución24.

Pero, ¿por qué un golpe de Estado este momento? Y, ¿por qué el protagonismo de la policía? Porque la agenda programática de la reforma se encuentra en un punto de inflexión ante la inminencia de la aprobación de leyes, por parte de la Asamblea25, que cerrarán la transición institucional y definirán el rumbo del proceso constituyente. Se vienen, además, medidas como la venta de los medios de comunicación por parte de banqueros y empresarios ordenada también por la Constitución y cuyo plazo de ejecución es, justamente, este octubre del 201026, medidas que, indudablemente, mermarían su poder político si consideramos que hoy los medios de comunicación han reemplazado a los partidos políticos como vehículos de representación de intereses de los grandes grupos económicos, en la escena. En su desesperación por torcer el proceso, los poderes fácticos nacionales e internacionales aliados a los micropoderes instalados en el viejo Estado oligárquico que se busca reformar, desencadenaron lo que a la postre devino en un “putch”, sin reparar en la gran legitimidad y apoyo ciudadano al Presidente Correa y su gobierno27.

Testimonios y constataciones han evidenciado la participación y adhesión a la “sublevación” de dirigentes y militantes de partidos y movimientos de derecha (PSP, Partido Socialcristiano –PSC-, Madera de Guerrero), especialmente el PSP, ya implicado en proyectos desestabilizadores meses atrás. Durante la asonada, este partido registró mediaciones con los “sublevados”, así como pronunciamientos de algunos dirigentes que revelaban su conocimiento y anuencia con el complot28. A medida que avanzan las investigaciones, aumentan las evidencias del alcance siniestro de su participación como mentalizador del magnicidio29. El intento de golpe también contó con el apoyo activo y sincronizado del Movimiento Popular Democrático (MPD), en todas las provincias en las que ejerce control y ascendencia sobre el movimiento estudiantil. La sincronización entre policías y MPD fue evidentemente planeada: se registró en Quito, en donde estudiantes de varios colegios se movilizaron en contra del gobierno, cerrando calles, quemando llantas y lanzando consignas contra el gobierno; en la provincia de Cotopaxi, 400 estudiantes de la Universidad Técnica se “tomaron” el edificio de la Gobernación y maltrataron a 40 personas del gobierno que estaban concentradas ahí, sacándolas del edificio; en la provincia del Azuay, también se movilizaron en apoyo a la policía; en Morona Santiago, se aliaron a un sector de Shuaras y se tomaron la Dirección de Educación Bilingüe; en Esmeraldas, quisieron tomarse la Gobernación; también en la provincia de Cañar pretendieron tomarse la Gobernación junto con la Policía; en Santo Domingo de los Tsáchilas, unas decenas de simpatizantes del MPD marcharon contra el gobierno mientras en la provincia del Guayas la dirigente de la UNE, Mary Zamora, movilizó a estudiantes del Colegio Aguirre Abad en respaldo de la “sublevación policial” y en contra del gobierno.30 Por otro lado, se registró un apoyo pasivo de la CONAIE y sus filiales a la sublevación, traducido en su inmovilismo frente a la crisis, también en sus zonas de influencia, así como en las declaraciones de adhesión a la “sublevación” policial por parte de la dirigencia del MUPP-NP ( Pachakutik).

En cuanto al rol protagónico de la Policía en el intento de golpe, no sería fortuito31. Una de las ideas fuerzas del discurso mediático de la derecha, orientada a deslegitimar al gobierno desde su instalación (2007), ha sido, justamente, la de la “falta de seguridad ciudadana”, por el “aumento de la delincuencia”, idea que se recalca cotidianamente en los noticieros de radio, televisión y en las páginas de los periódicos. La ausencia de policías en las calles generalizaría el “caos” (en Guayaquil, por ejemplo, hubo robos y saqueos, expeditamente cubiertos por los medios) lo cual proporcionaría un pretexto justificado para el golpe. De hecho, los titulares de la prensa del 1 de octubre, enfatizaban en el “caos” vivido, pese a que una evaluación objetiva del comportamiento de la gente, en ausencia de gendarmes en las calles, podría llevar a una conclusión contraria. La cobertura nacional de los medios de comunicación públicos posibilitó que el discurso en torno al “caos” de los medios empresariales, fuese neutralizado el 30 de septiembre, estrategia que los enfureció, dejando en evidencia su complicidad con el golpe y su frustración por el desenlace favorable al gobierno.

Para ocultar su complicidad y reducir su desprestigio ante la población, los medios de comunicación privados fabricaron un discurso cínico y alucinatorio, ya evidenciado en otras coyunturas32, orientado a minimizar la realidad, a trivializarla y hasta a ocultarla, discurso en torno al cual se han alineado todas las fuerzas conspiradoras y opositoras (incluidos CONAIE, Pachakutik y MPD). Ahora resulta que no hay hechos sino “versiones” de los mismos33. Se desnuda la ideología como falso discurso con fuerza material, algo que la derecha mediática lo sabe y lo utiliza. De hecho, se ha desenmascarado su voluntad política para crear realidad o velarla a partir de la manipulación ideológica34.

Empero, la represión generalizada por parte del sector sublevado de la Policía que incluyó armas de fuego, el cerco inmovilizador del Presidente por once horas en un hospital de la Policía, las escalofriantes órdenes cruzadas entre policías de asesinarlo, incluyendo la fatídica orden de llevarlo a Nono35 y, finalmente, su liberación a cargo de un operativo combinado del ejército y grupos policiales, vistas y escuchadas por toda la ciudadanía a través de la señal de la televisión pública, no son interpretaciones, sino hechos históricos. El saldo de 8 muertos y 275 heridos, incluidos el mismo Presidente de la República y su Canciller, tampoco constituye una realidad virtual, como quieren hacerlo creer ciertos medios, la derecha y sus fuerzas auxiliares. Por el contrario, constituyen evidencias de un abierto intento desestabilizador del régimen político democrático respaldado por potentes factores de poder que se mueven en las sombras, agazapados en sus partidos, gremios y corporaciones. Pero, ¡claro!, si los medios, la derecha y sus fuerzas auxiliares reconocieran que hubo golpe, tendrían que condenarlo y apoyar al gobierno: un contrasentido en su política conspirativa. Por cierto, ese discurso debe leerse como una advertencia de que la conspiración continuará.

Los acontecimientos del 30 de septiembre demuestran que la democracia ecuatoriana continúa siendo una democracia sitiada, es decir, una democracia intervenida por el aparato represivo, autoritario del Estado, en tanto es éste el que dirime en torno a los conflictos políticos en curso en la sociedad civil y no ha sido convertido en una fuerza de apoyo al proceso de cambio. Nuevamente, la continuidad democrática estuvo en manos del Comando Conjunto de las FFAA, de quien la sociedad esperó –una vez más- su respuesta como actor dirimente. De ahí que no pueda descartarse que sectores influyentes de las FF.AA. no hayan estado involucrados en la conspiración. De hecho hubo conatos de sublevación militar que fueron sofocados, aparentemente, vía negociación de demandas corporativas en medio del golpe en proceso, lo que retrata de cuerpo entero el grado relativo de lealtad institucional de los sectores de la fuerza pública. Esto implicaría que el proceso constituyente y sus discursos y prácticas en torno a la democracia, no han mediado, o han mediado muy débilmente, en los aparatos policiales y militares, y, por ende, conceptos como el de “subordinación al poder civil”, no están encarnados en dichas instituciones. Pero, más allá, delata que el Estado ecuatoriano esencialmente no ha cambiado su carácter orgánico de clase. El odio con el que los policías respondieron frente a las personas que se movilizaron para defender al Presidente secuestrado, es revelador de ello.


Conclusiones


1. El momento actual del fallido golpe de Estado en Ecuador, el quinto en América Latina en esta década36, se originó un año antes a partir de la gestación de una coalición de fuerzas sociales y políticas provenientes de distintos y aparentemente contradictorios confines del espectro político. Es un momento en el que se condensan contradicciones en torno a políticas públicas tendientes, por una parte, a desarticular las mediaciones oligárquicas e imperialistas en el Estado, fortaleciendo su rol rector en la política económica que así, deja de ser palanca de acumulación exclusiva de poderosos intereses privados, locales e internacionales. Por otra parte, estas políticas también se orientan a erradicar la sobredeterminación del corporativismo (de distintos signos políticos) del espacio público en aras a crear un Estado Nacional moderno.

En contrarresto a este proyecto político alternativo, ese año, se evidenció la existencia de movimientos conspirativos y diversas denuncias de intentos de magnicidio. Cabe señalar que, concomitantemente, se iba profundizando la influencia del Partido Sociedad Patriótica (PSP), organización identificada como la principal responsable del intento del golpe, con fuertes mediaciones de intereses de grandes grupos económicos conectados al capital monopólico y entregada a la oligarquía, que apostó por ella en la última campaña electoral presidencial. Precisamente, durante este año el PSP se había volcado a organizar su campaña de recolección de firmas para habilitarse como partido legalmente constituido, precisamente con el apoyo se sectores policiales y militares37, sectores luego comprometidos en la asonada.

2. Cuando algunas organizaciones políticas y sociales tradicionalmente consideradas de izquierda se declaraban en oposición y se distanciaban del gobierno, coaligándose en una postura golpista, se generaba una crisis de legitimación del régimen, pues disminuía la representación político-ideológica de sectores antes afines, crisis orquestada por los medios de comunicación privados cuyos intereses se han afincado en detener y frustrar el proceso de cambios estructurales a ser viabilizado por las catorce leyes orgánicas fundacionales de un nuevo orden político.

De lo anterior se colige que el terreno político-ideológico de la izquierda se desdibuja en esta coyuntura de definiciones del rumbo del proceso constituyente, al escindir el campo entre los proyectos corporativos -que dominaron la tendencia durante el siglo XX- y un proyecto político que emerge como su acumulado histórico en el 2006, pero desde fuera de la militancia orgánica38. Así, ciertos partidos y movimientos sociales identificados antes como de “izquierda”, dominados por la corporativización de sus demandas, se estancaron en las reclamaciones gremiales inmediatas y cosificaron sus intereses a los logros del pasado, desvinculándose de un proyecto radical reformador, universalizador de las demandas sociales y orientado a incorporar a todas y todos a la participación política. En ese sentido, la reforma del Estado complejizó el proceso constituyente y mostró sus efectos sobre ciertos nichos funcionales al orden oligárquico-neoliberal en las instituciones controladas por estos sectores medios y populares sindicalizados, que por su corporativismo se aliaron con el sistema oligárquico, convirtiéndose en esta coyuntura en fuerzas auxiliares de la derecha. En ese sentido, el punto de inflexión en la reforma del estado, tiene su correlato en la sociedad civil, pues esta coyuntura marca también un punto de inflexión en los conceptos y prácticas de la izquierda, posibilitando dar el anhelado salto de una plataforma típicamente reivindicativas y economicista, a una ampliamente política, es decir , con un proyecto pensado desde lo público, incluyente de todos los sectores sociales del país y volcado a la construcción permanente del cambio anhelado en una democracia general del pueblo como posibilidad histórica siempre ascendente. Se plantea, así, la necesidad de elaborar conceptos que definan políticamente a estos actores y que escindan campos de éstos con una Nueva Izquierda. Se trata de identificar “quiénes son los amigos del pueblo”, los aliados reales del proyecto de cambio en este proceso constituyente y plantear una clara política de alianzas con ellos.

3. Cabría entonces preguntarse: ¿Qué pasa con el gobierno en disputa luego del desenlace? Frente al intento de golpe, la respuesta política del gobierno ha sido la de “radicalizar el proceso”, es decir, de empoderar a su tendencia de izquierda, planteándose, además, la urgente necesidad de trabajar en la organización política del pueblo, en la construcción y comunicación de redes, en la elaboración de estrategias preventivas y de acción frente a la desestabilización, en la eficiencia de la movilización. La estrategia organizativa es vital si se parte de la premisa de que mientras se mantenga la agenda de cambio, la conspiración en ciernes y los intentos de golpe de Estado continuarán. El golpe se torna una función latente. La crisis política, por lo tanto, está lejos de superarse en la medida en que la incandescencia de la coyuntura se acentuará frente a la aprobación de leyes que seguirán confrontando a esos poderes y micropoderes. Incluso los gremios populares corporativistas y conservadoras ya están activos, a este respecto. Sin embargo, la “radicalización” y “organización política” de las masas, para ser exitosa, debe articularse a la construcción orgánica del proyecto, es decir, a la definición de una hegemonía de clases que le dote de alcance estratégico y lo enraíce con los sectores sociales que lo puedan defender frente a la alianza golpista.

4. La persistencia de una democracia sitiada es, indudablemente, una amenaza para el avance del proceso constituyente. El “putch” evidenció que la inteligencia policial y militar tiene eficientes canales informales, seguramente con fuertes nexos con los poderes conspirativos, pues, de otro modo no se explica la desinformación sobre la conspiración en curso por parte de los canales formales del gobierno. Más aún, la presencia de parapolicías y paramilitares en la asonada del 30 de septiembre, permitiría presumir la continuada presencia de la CIA dentro de la fuerza pública ecuatoriana, a pesar de los esfuerzos del gobierno por depurar su control de los aparatos de inteligencia del Estado.

Pero, por otra parte, la ausencia de una posición unánime por parte de las FF.AA. e incluso de la Policía frente al golpe de Estado, evidenciaría la existencia de tendencias encontradas en torno al proceso constituyente (v.gr, reformistas, corporativistas, derechistas), cuyo peso e influencia habría que determinar en la perspectiva de diseñar una estrategia para neutralizar la conspiración en curso y ganar a los sectores nacionalistas y reformistas al apoyo al proyecto.

6. La crisis del 30 de septiembre arrojó algo inédito: la movilización ciudadana en apoyo al Presidente y su gobierno, casi a los cuatro años de ejercicio del poder, en un país en el que la sociedad se ha movilizado históricamente para “tumbar” Presidentes, lo cual indica que el gobierno dispone de un consenso activo de la población y demuestra que la oposición partió de una premisa equivocada en su proyecto golpista: su pérdida de apoyo popular. El fervor y la decisión con el que el pueblo de Quito fue a rescatar a Correa de manos de sus secuestradores fueron demostrativos de la adhesión de esos sectores al proyecto político de la Revolución Ciudadana. Ese mismo fervor y decisión se evidenció en todas las provincias del país en las que la ciudadanía se movilizó en marchas, se mantuvo en vigilia, se trasladó de lugares rurales lejanos hasta los ámbitos urbanos para expresar su solidaridad y se declaró en alerta39. Es de presumir que la decisión de las FF.AA. de “apoyar la democracia”, se basó en dicha movilización popular. No obstante, hay que señalar que ésta no tuvo una magnitud equivalente a la aceptación masiva del Presidente que arrojan las encuestas, superior al 80% de respaldo a principios de octubre, lo cual evidencia una desorganización de la base social de apoyo al proyecto, así como una débil conciencia política de la ciudadanía que apoya al mismo. Si no cambia esto, el próximo intento no será un “putch”!



Quito a 17 de octubre de 2010


1 Se denomina así a un golpe de Estado fallido o abortado. El término proviene de la palabra alemana putsch que significa “empujón” y tiene un significado muy cercano al de “golpe de Estado”. Se popularizó como término para denominar un golpe fallido a raíz del protagonizado por Hitler en Munich el 8 y 9 de noviembre de 1923 al que se denominó “Putsch de Munich” o “Putsch de la Cervecería”.

2 Véase al respecto el artículo de Roger Burbach, 2010, “Ecuador's President Correa Faces off with Indigenous and Social Movements” : www.nacla.org

3 Las movilizaciones de esta organización indígena sin duda alguna tienen financiamiento externo, lo cual es necesario evaluar, para sopesar hasta qué punto no se ha prestado a ser objeto de lo que Pablo González Casanova llamara acciones paralelas de aparatos para-estatales del extranjero. Según la analista estadounidense Eva Golinger “(o)rganizaciones en Ecuador como Participación Ciudadana y Pro-Justicia ha dispuesto de financiamiento de United States Agency for Internacional Development (USAID) y la National Endowment for Democracy (NED), tanto como miembros y sectores del CONSEJO DE Desarrollo de Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (CODEMPE), EL Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo Paìs (referido comúnmente como Pachakutik), la CONAIE, la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador y la Fundación Qellka”. La misma analista indica que la USAID y la NED financian actividades contrarias a los gobiernos en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Véase su análisis “Ecuador: otro golpe Made in USA”. Mensaje en Internet, del 5 de octubre de 2010...

4 Esta fuerza pública tiene en todo el país unos 42,000 efectivos de los cuales se insubordinaron alrededor de 1,000 a 1,500 en todo el país. El epicentro de dicha sublevación estuvo en Quito, la capital del Ecuador.

5 El PCMLE o Partido Comunista Marxista Leninista fue fundado en 1964, por medio de una división del tradicional Partido Comunista del Ecuador (PCE). Sobre esta división, curiosamente, actuaron dos poderes externos: la Central Intelligence Agency (CIA), como ha sido documentado por la obra de Philip Agee, en la que se narra cómo los agentes asalariados de la CIA fueron infiltrados en el Comité Central del PCE y luego propiciaron su escisión. Y, por otra parte, operó sobre esa división la Agencia de Noticias de la República Popular China en Quito, en esos años, según le fue revelado a uno de los autores de este artículo, por un funcionario del Partido Comunista Chino, en su visita a Beijín en 1994. El MPD, o Movimiento Popular Democrático apareció en 1978, y no es sino el brazo electoral de aquel.

6 Formado por el Coronel de inteligencia del Ejército, Lucio Gutiérrez Borbúa.

7 Una expresión de este distanciamiento fue la salida de la mayoría de editorialistas del primer diario público del Ecuador, el nuevo El Telégrafo (relanzado en marzo del 2008 por el gobierno de Correa), por contradicciones en torno a los cambios en la política de comunicación del gobierno (salida del director del diario por discrepancias a su manejo administrativo, decisión gubernamental de crear un nuevo diario público de alcance masivo y popular), situación que se produjo en marzo del 2010.

8 En 2006 se fraguó una alianza programática entre el Movimiento Patria Altiva y Soberana (PAIS) y el PS-FA que inscribieron el binomio entonces ganador bajo sus respectivos números 35-17, y acordaron una alianza electoral que no se cumplió, al haber adoptado el primero una estrategia de no presentar candidaturas para el Congreso Nacional, lo cual resintió y erosionó la alianza. Dentro del PS-FA se discutirá por tres años (2007-2010) los costos de esa alianza, sus beneficios, y su propiedad, mientras otros enfatizaron el debate en el sentido de robustecer esa alianza para apuntalar los cambios estructurales que veían representados en el gobierno del Presidente Correa.

9 Esta alianza está compuesta por una heterogeneidad de sectores que apoyaron su candidatura en la primera y segunda vueltas: trabajadores del campo y la ciudad, semiproletariado, sectores sociales intermedios y pequeño burguesía pueblerina, intelectuales, sectores empresariales no monopólicos y un conjunto de movimientos sociales.

10 Para una caracterización del gobierno del Presidente Correa como uno “en disputa”, véase Quintero López, Rafael, 2007, “Conflictos y significados en torno a la Asamblea Nacional Constituyente en Ecuador 2007”, en Enrique Ayala y Rafael Quintero (Editores), Asamblea Constituyente: Retos y Posibilidades, Quito, Ediciones La Tierra, 2007, Págs. 49-80 49-80; y, para una caracterizaciòn de la oposición al proceso constituyente Quintero López, Rafael, 2008, La Constitución del 2008: Un análisis polìtico, Quito, Ediciones ABYA-YALA.

11 Es el caso de la oposición a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) promovida por el gobierno que busca mejorar la calidad de la educación superior como eje de un nuevo modelo de desarrollo orientado –a mediano plazo- a la exportación de servicios y bioconocimientos al que se ha opuesto férreamente una alianza entre la derecha (empresarios de universidades privadas), autoridades de universidades públicas, gremios docentes, estudiantiles y de trabajadores controlados por el MPD y otras fuerzas de la izquierda corporativa. El gatopardismo en esta alianza ha sido conspicuo y se ha expresado en la elaboración de un proyecto de LOES, que es una reproducción de la ley aprobada en 2000, ley que mantuvo la ambigüedad, los conceptos y prácticas contradictorios y, especialmente, el vacío de políticas públicas en el campo de la educación superior. Véase CONEA. “Mandato 14. Informe de evaluación de las universidades y escuelas politécnicas”. Quito, 4 de noviembre del 2009.

12 El concepto del Movimiento Patria Altiva y Soberana (PAIS) sobre la Revolución Ciudadana donde la representación política no puede ser suplantada por la representación corporativa, chocó frontalmente con los “intereses” percibidos por algunos grupos, entre ellos, los grupos de policías.

13 Llamase así en Ecuador a un movimiento de acción y protesta contra el Gobierno de Lucio Gutiérrez, compuesto por sectores urbanos de Quito que luego apoyó el ascenso del Presidente Correa al poder.

14 Véase Erika Sylva Charvet, “¿Tropezón o extravío?”, artículo de El Telégrafo, sábado 27 de marzo 2010.

15 Tales como la National Endowment for Democracy (NED) ya citada en la nota 3 de este artículo. En su reciente artículo “Veterano de la CIA detrás del golpe en Ecuador”, la analista estadounidense Eva Golinger proporciona información impactante de los nexos entre la dirigencia indígena y esta organización. Ella indica que en el año 2005 se creó la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador (CEIE) con financiamiento de la NED y USAID. Sus fundadores fueron Ángel Medina (también Presidente de la Fundación Q’ellokaj, financiada por USAID y NED “que intenta penetrar y captar fuerzas dentro de la gran comunidad indígena ecuatoriana”), Mariano Curicama, Lourdes Tibán (dirigente de la CONAIE y de Pachakutik), Fernando Navarro (Presidente de la Cámara de Comercio del Ecuador) y Raúl Gangotena, ex Embajador de Lucio Gutiérrez del Ecuador en EEUU (2003-2005) e investigador de la NED cuando fue fundada la CEIE, lo cual para Golinger “evidencia la profunda penetración de Estados Unidos en la política ecuatoriana”. Sin embargo, lo más grave de todo esto es que uno de los miembros honorarios de esta corporación es Norman Bailey “agente de inteligencia de Estados Unidos y experto en operaciones clandestinas” que en el 2006 fue nombrado por John Negroponte, Director de Inteligencia de los EEUU, durante el gobierno de George W. Bush, jefe de la misión especial de inteligencia para Venezuela y Cuba. Véase su artículo en http://es.me282.mail.yahoo.com/mc/showMessage?sMid=3&fid=%2540S%2540S,

visitada el 11 de octubre del 2010.

16 En las provincias, especialmente, la decidida movilización de la militancia del PSFA en defensa del gobierno fue muy importante y contrastó con la actitud de algunos funcionarios gubernamentales que, en algunas provincias, no se integraron a la movilización durante la mañana, haciéndose presentes recién durante la tarde, luego de los pronunciamientos de las FFAA, cuando las señales del desenlace parecían favorables al gobierno. (Testimonios de personas entrevistadas personalmente y por teléfono por los autores, octubre 2010).

17 Durante el año 2006, ingresaron al país 1.156.575 pasajeros, por los aeropuertos de Quito, Guayaquil y Tulcán, de los cuales, más de la mitad, 57 por ciento, lo hicieron por Quito, el 42 por ciento, por Guayaquil y el resto 1 por ciento, por el aeropuerto de Tulcán. En este mismo año, salieron 1.146.350 pasajeros del país, de los cuales el 56 por ciento, lo hizo por el aeropuerto de Quito, el 43 por ciento por el de Guayaquil y apenas el 1 por ciento, por el aeropuerto de Tulcán. Para el 2010 se había construido ya un nuevo aeropuerto internacional en Santa Rosa, provincia de El Oro, con gran potencialidad dada la expansión del comercio con los países del Cono Sur y Perú.

18 Según datos obtenidos del Ministerio de Coordinación de Desarrollo Social, del Documento “Cerrando Brechas…Construyendo Equidad”, de septiembre de 2010, los niveles de pobreza pasaron de 61% al 53% en 2006 al 2009, en zonas rurales como consecuencia de la inversión social, que fue de 15,000 millones de dólares, es decir, el doble que en los últimos 7 años anteriores, y que como porcentaje del PIB en el 2010 representa ya el 8.3%.

19 En el 2008 el Ecuador tenía 14 empresas generadoras, 20 empresas de distribución y 1 empresa de transporte de energía. En el año 2006, el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, generaba un 43% de energía hidráulica, el 47% de energía térmica y para cubrir las necesidades del país se importaba el 10%.(datos 2006). Esta energía era distribuida de la siguiente manera: comercial 22%, Industrial 19%, alumbrado público 8%, residencial 41%, otros 10%. A tres años y medio del Gobierno de Rafael Correa, la situación ha cambiado para bien: 10 centrales hidroeléctricas, 22 centrales hidroeléctricas distribuidoras, 11 centrales termoeléctricas generadoras, 27 centrales termoeléctricas distribuidoras. Sobre la estructura de la demanda actual de energía para el 2010 tenemos: un 35.39% en residencial, 19.49% en el sector comercial, un 30.16 % destinado a la industria, y un 6.19% para alumbrado público, mientras un restante 8.77% se registra como destinado a “otros”. Fuente: http://sisgesi.conelec.gov.ec/estatisticas/indicadores

20 Precisamente uno de las consecuencias inmediatas derivadas del intento del golpe del 30 de septiembre resultó ser la suspensión del viaje del Canciller a cuatro países árabes y a Irán. Ello debido a que se consideró no conjurada la crisis, que ameritaba la atención de todos los actores nacionales, en presencia.

21 Por ejemplo, aspectos como el carácter vinculante de las conclusiones y recomendaciones del Mandato 14 hechas por el equipo evaluador del CONEA (noviembre, 2009) -liderado por Arturo Villavicencio, entonces Presidente de dicho organismo-, al proyecto de Ley Orgánica de Educación Superior, fueron resistidas por algunos asambleístas del movimiento de gobierno, que, en este caso, más bien se alinearon con las y los asambleístas de oposición. Esta dilatación, por otro lado, ha posibilitado que el Pleno del CONEA, sin Arturo Villavicencio, haya acreditado (es decir, otorgado un certificado de calidad) en el 2010 a universidades que el informe del Mandato 14 del propio CONEA, las clasificó en categorías B, C y hasta D, es decir, como centros de educación superior de dudosa calidad. Por otra parte, el amplio veto presidencial al proyecto de ley remitido por la Asamblea también evidencia lo planteado.

22 Las “demandas” de los sublevados aparentemente se circunscribían a la supresión de condecoraciones y pagos extras. Sin embargo, varios analistas señalan que hay otras razones para sublevación policial: el informe de la Comisión de la Verdad, orientado a sancionar a los implicados en violaciones de los derechos humanos durante varios gobiernos, especialmente durante el febrescorderato (1984-1988), la eliminación del monopolio del manejo del tránsito y la tramitación de licencias de conducción y la reorganización institucional.

23 Según El Clarín, Buenos Aires, Argentina, del 6 de octubre de 2010.

24 Véase el artículo de Erika Sylva Charvet, “Anillo de conspiraciones” en El Telégrafo, 9 de enero del 2010. Por otro lado, una serie de “coincidencias” administradas políticamente ese 30 de septiembre, han delatado ese intento de golpe: la ausencia de los gobernadores en todas las provincias por encontrarse en Quito en una reunión; la ausencia del Vicepresidente que ese día llegó de EE.UU. y a quien –según su testimonio- se le propuso que asuma la Presidencia; la propia vulnerabilidad física de Correa, recién operado de la rodilla, y quien a pesar de todo enfrentó resuelta y valientemente las adversidades del momento.

25 Tales como la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), el Código Orgánico de Ordenamiento Territorial, Autonomías y descentralización (COOTAD), LA Ley del Servicio Público y la de de Comunicación.

26 La decisión de la Junta Bancaria de permitir la propiedad por parte de banqueros y empresarios de menos del 25% de las acciones, yéndose en contra de la Constitución, evidencia las presiones que sobre el Estado están ejerciendo estos poderosos grupos en el momento actual y la falta de firmeza de las/os funcionarios estatales para cumplir con lo estipulado por la Carta Magna. El 14 de octubre del 2010, ante la amenaza de la Asamblea de enjuiciarle políticamente a sus miembros, la Junta Bancaria retrocedió y dejó insubsistente dicha medida. Véase la prensa del 15 de octubre del 2010.

27 El apoyo al Presidente llegaba al 68% hacia el 30 de septiembre.

28 Por ejemplo, la Escolta Policial de la Asamblea Nacional que estaba amotinada, dejaba pasar a las instalaciones a dirigentes de PSP, mientras impedía el ingreso de asambleístas del movimiento de gobierno. Asimismo, un alto dirigente del PSP estuvo en el epicentro del motín (los alrededores del Regimiento Quito) en el preciso instante en que el Presidente Correa era agredido y luego retenido. Ni durante, ni luego de los acontecimientos el PSP se ha pronunciado censurando el hecho. Más bien, expeditamente, y antes de que se libere al Presidente, el asambleísta Gilmar Gutiérrez (del PSP) planteaba la “amnistía” a los sublevados.

29 Según declaraciones del Presidente Correa a la prensa internacional, habría un testigo de la contratación de un sicario para asesinarlo por parte de Fidel Araujo, alto dirigente del PSP. Véase la prensa del 15 de octubre del 2010.

30 Testimonio de personas entrevistadas personalmente y por teléfono. Octubre del 2010.

31 Y frente a la cual habría ciertas contradicciones. Si bien es cierto que se ordenó la eliminación del vínculo de subordinación que los aparatos de inteligencia policial tenían con respecto a la CIA y a la DEA, y si bien es también cierto que se ordenó, por otra parte, eliminar los aspectos corporativistas en su funcionamiento, se ha procedido a hipertrofiar, a su vez, a dicho aparato que hoy llega a los 42,000 efectivos, sin haber comprobado el cambio de su orientación y permeabilidad a las nuevas ideas del Gobierno.

32 Por ejemplo, cuando Rafael Correa triunfó en la primera vuelta en las elecciones de abril del 2009, cuestión inédita en la historia de las elecciones con dos vueltas (desde 1979), en un panel de televisión el periodista Carlos Vera afirmaba, contra toda evidencia, que, por el contrario, él había sido el “gran perdedor” de dichas elecciones.

33 El discurso se sustenta en tres ideas fuerza: 1) no hubo intento de golpe de Estado sino una rebelión provocada por la “prepotencia del Presidente”; 2) no hubo secuestro: el Presidente estuvo voluntariamente en el hospital de la Policía y podía salir en cualquier momento; 3) no hubo intento de magnicidio: es una invención, una “show mediático”, un “reality show” forjado por el gobierno.

34 Como lo ha hecho también con la masiva respuesta verificada el 15 de octubre del 2010 en Quito, a dos semanas del “putch” , en la que alrededor de 50.000 personas respaldaron al gobierno. El Comercio, por ejemplo, minimizó el evento presentando la información en la página 3 A, (mientras colocaba en portada a las candidatas a reina de Quito). Su contenido es claramente favorable a la Policía, a quien presenta como víctima, mientras pone en duda el carácter democrático del gobierno. Es despectivo con relación a las y los marchistas (se refiere a “su gente”, los “gritos destemplados de una mujer”, “grupo variopinto”) y a la propia marcha que dice “caotizó” la ciudad. Asimismo, distorsiona el número de asistentes focalizándose en los que recién se estaban congregando en el parque El Arbolito (a las 3 p.m.) y no en los que efectivamente se congregaron en la plaza de San Francisco (a las 5 p.m.), dando a entender que ese fue el número total de participantes, cifra inferior, por cierto, a la que esperaba el gobierno (20.000 de 40.000). Véase “El Régimen movilizó a su gente en Quito”, El Comercio, 16 de octubre del 2010, 3 A.

35 Nono es una pequeña parroquia rural del cantón Quito. Entre las demenciales órdenes dadas respecto al Presidente secuestrado, y escuchadas por todo el país, y originadas en una red de las Patrullas Policiacas, y entre las cuales se pude escuchar la de “mátenlo”, hubo una fatídica: “¡Llévenlo a Nono!”. Ahí, en ese lugar, se acostumbraba a “desaparecer”, a discreción de los ajusticiadores, a los delincuentes apresados por policías o por paramilitares. Claro está sin juicio alguno y en un país donde, legalmente, no hay pena de muerte.

36 Nos referimos al fallido golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez en Venezuela (2002), al golpe militar contra el Presidente Jean Bertrand Aristide en Haitì en 2004, en fallido golpe contra el Presidente Evo Morales en Bolivia en 2008, al golpe militar contra el Presidente Manuel Zelaya en Honduras (2009), y el intento pero fallido golpe de estado que estudiamos aquí, en Ecuador (2010). De estos 5 golpes, 4 se dieron en países de la Alianza Bolivariana para Los Pueblos de Nuestra América- Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

37 Recuérdese que la Constitución de 2008 les dio el derecho al sufragio a los miembros de la fuerza pública.

38 En efecto, el proyecto político de la Revolución Ciudadana recoge la plataforma fundamental de la izquierda histórica. Pero, Rafael Correa, líder indiscutible de ella y del proceso constituyente, no proviene de las filas de los partidos históricos de izquierda (lo cual explica su crítica frontal al corporativismo), aun cuando, dentro de PAIS se cuentan dirigentes provenientes de esas filas, entre quienes hubo críticos del corporativismo de la izquierda desde los años 70 del siglo pasado.

39 Según testimonios proporcionados por personas de casi todas las provincias del país, a quienes hemos tenido la ocasión de entrevistar, personalmente o por teléfono.
Escribir comentario (0 Comentarios)

miércoles, 13 de octubre de 2010

“¡A la calle, todo el mundo a la calle, a salvar al Presidente!”


Ecuador:
“¡A la calle, todo el mundo a la calle, a salvar al Presidente!”

http://www.box.net/shared/t2m49chjk9


“Lo reivindicativo” fue solo el pretexto en el plan del golpe de Estado, pero siete fallas impidieron que culmine con el éxito que esperaban los golpistas sostiene ALEXIS PONCE en la siguiente entrevista en audio que originalmente fue hecha el 2 de octubre pero por los acontecimientos ha sido complementada"

POR DICK EMANUELSSON

Un difuso y multiforme bloque golpista, integrado por policías utilizados por el coronel (r) Lucio Gutiérrez y su lumpen-fascista “Sociedad Patriótica”, fuerzas de extrema derecha, partidos de la izquierda cuestionada y organizaciones del indigenismo “talibán”, gremios del sector público, e izquierdas ambivalentes o en concordancia con el derrocamiento de Rafael Correa, fueron algunos de los protagonistas en la asonada golpista contra el presidente constitucional y el gobierno legítimamente constituido, dice el veterano analista de la izquierda ecuatoriana, Alexis Ponce, en la siguiente entrevista.

El analista recuerda que todas las conspiraciones, desde 2000 a 20004, en que participaban muchos de los ahora aludidos, consideraban siempre la buena marcha de una asonada o de un golpe de estado con el bloqueo y ocupación del aeropuerto internacional de la capital o una ciudad importante, y que fue uno de los elementos que se manifestaron el 30 de septiembre. También dice que es triste el regreso del MPD a sus raíces de la década del 60 y considera que cierta dirigencia de Pachakutik debe aclararlos financiamientos que han recibido de los diferentes rostros civiles del imperio.
* * *
TEGUCIGALPA / 2010-10-05/12 /
Una no santa ni pública alianza bajo la batuta del partido del coronel Lucio Gutiérrez, entre policías fascistas, fuerzas de extrema derecha como el PSC y “Madera de Guerrero”, las cúpulas del partido indígena Pachakutik y de su movimiento social Conaie, atrasados gremios corporativizados del sector público con respaldo de grupos de agitación y choque del MPD, Movimiento Popular Democrático (frente electoral del PCMLE), poco a poco tomó cuerpo el día 30 de septiembre. Ponce sospecha que la alianza para organizar los planes conspirativos del golpe, comenzaron mucho antes.

¿Qué tenían en común? Ponce cita que todos esos actores coludidos en el intento de golpe de estado mantienen, sin matiz alguno, un odio visceral y fascistoide contra el Presidente Rafael Correa y la Revolución Ciudadana, pero también los juntan poderosos intereses de las elites y los gremios, en riesgo debido a las transformaciones políticas, sociales y económicas impulsadas por el Gobierno, intuyendo Ponce que otro factor en común, este transnacional, son los apoyos a través de organismos no gubernamentales y fundaciones, que sirven de enlace con los diferentes rostros civiles del imperio, como la NED (National Endowment for Democracy), la USAID, y el Instituto Republicano Internacional, y a continuación la comunidad de inteligencia y el Comando Sur de los EE.UU..

Aprecie el lector la siguiente entrevista con ALEXIS PONCE, curtido militante e intelectual de la izquierda ecuatoriana, que durante 20 años estuvo como líder de la APDH, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en el Ecuador. También tomó parte, como asesor, en la elaboración de la nueva Carta Magna en el 2007, y hoy presta sus servicios como experimentado asesor social, en uno de los estamentos estratégicos del Estado ecuatoriano.
A raíz de su incansable trabajo por los derechos humanos y las causas sociales y populares en este hermoso país andino, fue amenazado de muerte entre julio de 2000 a noviembre de 2005 más de una docena de veces por el grupo paramilitar “La Legión Blanca”, aparato creado por la comunidad de inteligencia local.

Curiosamente en ese año, “el jefe de comunicaciones de la División Estratégica de Desarrollo de la USAID en Ecuador, envió un correo electrónico a otros representantes de la USAID en Quito, expresando su preocupación por la ´influencia comunista en el gobierno´,” como lo denunció la conocida abogada estadounidense-venezolana Eva Golinger.

Eso ocurrió el 12 de julio de 2005. Cuatro meses después, en el mes de noviembre, fueron amenazados de muerte Alexis Ponce, el ex jefe del Ejército René Vargas Pazzos y otras numerosas personas destacadas en el escenario público ecuatoriano.

EL ESCENARIO “DEL MEJOR AMIGO DE EE.UU.”

“El ex Jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Charles Wilhelm, aseguró en 2000 que tras el convenio que cedió la base militar y el puerto de Manta a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, uno de los objetivos de los militares en Washington era “reorientar” las fuerzas armadas ecuatorianas”, escribía el periodista de IPS en Ecuador, hoy vicecanciller del gobierno de Rafael Correa, el uruguayo Kintto Lucas, en una crónica del 11 de abril de 2008 publicada en Rebelión bajo el título: “El brazo de la CIA en Ecuador”. Lucas citando al ex Jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Charles Wilhelm, que la intención de esa reorientación (de las FF.AA ecuatorianas) era modificar la formación de los militares ecuatorianos por una como la de los ejércitos del Cono Sur o del colombiano, dentro de una doctrina represiva.

Los autores de la amenaza a Ponce , Vargas y otros, se escondieron tras el nombre de “Legión Blanca”, un escuadrón de la muerte que dio luz en 2000-2001, años muy turbulentos y agitados por las repetidas tumbas de “gobiernos ladrones y corruptos”.
El 21 de enero de 2000 apareció el coronel Lucio Gutiérrez, tomando parte de la sublevación indígena-militar, y fue apresado un día después. El 15 de enero de 2003 fue llevado a la presidencia por el auge popular y la continuidad de aquella alianza del 2000 con la Conaie y Pachakutik, prometiendo un Nuevo Ecuador pero lo primero que hizo fue viajar a EE.UU. y prometerle lealtad a George Bush: “Quiero ser el mejor aliado de los EE.UU.” dijo en la Sala Oval de la Casa Blanca. La mayoría del pueblo ecuatoriano quedó perpleja y se dio cuenta que había sido completamente manipulada y engañada por ese coronel que, de todas maneras, no duró tanto tiempo porque fue derribado por una insurrección popular masiva conocida como “la rebelión forajida” el 20 de abril 2005.

EL CASO DEL DIRECTOR DE LA INTELIGENCIA

“El Coronel retirado Jorge Brito, comandante militar en la guerra de 1995 con Perú y uno de los oficiales del ejército que participó en la rebelión indígena-militar de enero de 2000, enjuició a Pazmiño en el año 2001, acusándolo de ser autor de la Legión Blanca”, sigue Lucas.

Mario Pazmiño era el director de Inteligencia del Ejército y después de 10 años de conducir en total autonomía la comunidad de inteligencia ecuatoriana, solo pudo ser destituido por el presidente Rafael Correa. Siempre fue un murmullo en los círculos militares y políticos que Pazmiño era el operador clave de los organismos de inteligencia extranjeros en el país andino pues entregaba los informes de la inteligencia primero a otras inteligencias extranjeras en vez de reportar sobre asuntos delicados del Estado a su presidente.
“La hoja de vida del coronel Mario Pazmiño Silva denota una formación muy efectiva por los organismos de seguridad de los Estados Unidos y de Israel”, aseguró (el portal) Ecuadorinmediato.com y agregó que el coronel “manejó de forma casi autónoma las operaciones de inteligencia militar sin los debidos reportes a sus superiores, muchos de los cuales desconocían tales acciones”.

EMBAJADA Y LEGIÓN BLANCA

Y en ese contexto vemos el correo electrónico del 12 de julio de 2005 del jefe de comunicaciones de la División Estratégica de Desarrollo de la USAID en Ecuador, enviado a otros representantes de la USAID en Quito, expresando su preocupación por la ´influencia comunista´ en el que Rafael Correa fue ministro de economía bajo la presidencia transitoria de Alfredo Palacio, un destacado médico y demócrata.

No es un secreto hermético que “La Legión Blanca” fue un producto creado por la Comunidad de Inteligencia ecuatoriana, algunos de cuyos integrantes locales, eran en ese entonces Mario Pazmiño en las FFAA y el General Edgar Vaca en la Policía Nacional, en estrecha colaboración con los organismos secretos de espionaje extranjeros.

EL ROMPECABEZAS DEL GOLPE DE ESTADO

Sobre la intentona golpista y los antecedentes que llevaron a ese hecho dramático el 30 de septiembre pasado, hablamos con Alexis Ponce quien fue uno de los miles de ecuatorianos que lucharon aquel día por la vida de su Presidente, rodeando el hospital de la policía donde lo tenían secuestrado al jefe de Estado Rafael Correa.

– Miles de ecuatorianos, en conjunto, estamos empezando a armar, recabando cada día nuevas sorpresas, el rompecabezas del golpe de estado. Porque la conspiración fue, de lo que se aprecia, una operación multifocal planificada tiempo atrás, y de precisión quirúrgica más o menos bien elaborada en lo logístico, cuanto no en sus resultados. Varios indicios, ahora evidentes, muestran que el plan golpista fue planificado mucho antes, y en los días previos hubo una serie de ‘mensajes’ extraños, que se veían en el ambiente, pero que nos agarró a todos por sorpresa, dice y continua:

– Una conjetura que la compartimos varios analistas, por los datos que van apareciendo, es que hay la posibilidad de que el golpe estaba previsto un mes antes, en otros lugares del país y, finalmente, para la semana previa al 30. Pero se jugaron dos circunstancias por las cuales los conspiradores golpistas decidieron aplazarla: La primera es que debían tener un justificativo “potable” que, de alguna manera, ‘legitimara’ el objetivo escondido detrás de la supuesta protesta reivindicativa (compáralo a los ruidosos reclamos del “sindicalista” Carlos Ortega de la CTV-golpista en Venezuela en abril de 2002) y ese hecho resultó la Ley de Empresas y Servicios Públicos, y el veto la noche previa del 29 de septiembre. Pero eso no fue nada más que la justificación mediática y política para encender un dispositivo ya listo y ejecutar el plan operativo que debió estar organizado meses antes, para descargar una operación de envergadura de carácter golpista a nivel nacional, pues en varios puntos del país se dieron saqueos, persecuciones, tomas de puntos neurálgicos y asaltos a bancos, de manera sincronizada.

¿QUIÉN INVITÓ A LUCIO GUTIÉRREZ A BRASIL?

El segundo elemento que menciona Alexis Ponce es que uno de los principales operadores, Lucio Gutiérrez, no podía estar en el país mientras se ejecutaba el golpe de estado, si acaso fracasaba y se devolvía el golpe con medidas inmediatas de detención a los golpistas. Así que llegó como “anillo al dedo”, una coartada: partió como “observador internacional” a las elecciones brasileñas. Llegó, por coincidencia un día antes de la intentona golpista, al Brasil y si fracasaba el golpe, se convertiría en “víctima de la revancha de Correa”. De hecho, en el difuso y multifocal abanico golpista, él y su partido intentan posicionarse como “los que no hablan, sino actúan”, para lograr el liderazgo total de una oposición desestabilizadora que no tiene líderes ni nortes precisos post-golpe.

– Considero que hay que detener de inmediato a los cabecillas policiales, dirigentes gutierristas y otros civiles involucrados en el golpe. No se puede esperar a que retomen fuerza conspirativa. Los conozco hace una década y todos sabemos que Gutiérrez actuó en el golpe indígena-militar del 21 de enero del 2000 mostrándose como progresista, pero era nada más que una careta para ocultar su verdadero rol: el de destructor del movimiento indígena ecuatoriano, que lo logró, del movimiento sindical petrolero ecuatoriano, que también lo logró, y que hoy, curiosamente, sus rescoldos aparecieron ahora de aliados táctico-estratégicos de este atentado a la democracia y a la vida de nuestro Presidente. No juegan en un solo campo, sino en varias canchas, y una de ellas, es la erosión del proyecto a través de estas operaciones como la del 30, vallas mediáticas desestabilizadoras que se usaron en Ecuador ese día hasta hoy, como en Honduras, para echarle la culpa del conato de golpe y de magnicidio a la propia víctima, es decir a Rafael. ¿Acaso no le echaron la culpa a Mel Zelaya del golpe ejecutado por los militares hondureños?

¿QUÉ HACIA EL SEGUNDO de LUCIO EN EL REGIMIENTO?

Se organizaron, de lo que se ve, en responsabilidades compartimentadas pero a la vez coordinadas, donde cada actor del multifocal escenario golpista, policías, gutierristas, cúpulas del sindicalismo anacrónico y de los indígenas, así como los partidos de extrema derecha, debían asumir una tarea específica. Pero el golpe fracasó al cometerse seis o siete errores que estoy analizando desde el jueves 30 hacia acá.

• El coronel y jefe de las fuerzas policiales que renunció decía que había un extraño grupo adentro de la policía. ¿Sería el grupo de Lucio Gutiérrez?
– Fidel Araujo, mando operativo de Sociedad Patriótica (grupo político de Lucio Gutiérrez que obtuvo el 28,24 % en las últimas elecciones presidenciales el 26 de abril de 2009) apareció en el Regimiento Quito No 1, principal y visible, pero no el único, de ejecución de la coartada, del golpe de estado, de la brutal represión a la ciudadanía, y finalmente del intento de magnicidio. Así lo demuestra un video casero entregado horas después del conato. En el lugar se hacen presentes además conocidos pesquisas (de civil) de la policía tanto en servicio activo como pasivo. Por ahí andaban con gafas, radio-receptores y celulares justo minutos antes que llegara al sitio de la emboscada nuestro presidente.

LA TOMA DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL

– Tú recordarás el levantamiento indígena el 21 de enero de 2000 que tumbó a Mahuad; a partir de la prisión de los coroneles, en mi condición de defensor de derechos humanos los visitaba para la amnistía, lograda meses después. Recuerdo que en las conversaciones con varios coroneles y dirigentes indígenas y civiles que los visitaban para encaramarlo como candidato presidencial, se recordaban los “aspectos técnicos” de una asonada exitosa, como por ejemplo que los ejes fundamentales de éstas son las acciones sincronizadas, los llamamientos discretos en cuarteles con meses de antelación, la creación de piquetes en sitios neurálgicos y, obviamente, la ocupación del aeropuerto internacional. Y esos esquemas no se usan, de ninguna manera, para un movimiento de carácter reivindicativo. Eso es para una asonada golpista. ¿Por qué? Porque me explicaban que cuando tú ocupas un aeropuerto internacional de la capital o de otra ciudad importante, has ganado prácticamente el 50% de lo que buscas: da el imagen al mundo de que no hay autoridad ni gobierno, y que no puede entrar ningún avión de vuelo internacional. Con el aeropuerto tomado, lo sabe todo conspirador que se precie de tal, has logrado un tramo fundamental en un golpe de estado. Y en el caso del 30, el servicio policial de migración en el aeropuerto dejó de atender a las 5 de la madrugada, como hoy se conoce gracias a varios analistas, y el aeropuerto fue copado desde tempranas horas por un grupo de la FAE.

– Desde el punto de vista de la inteligencia desestabilizadora, no hay que olvidar que Lucio Gutiérrez y su Sociedad Patriótica, desde antes del 21 de enero de 2000 no estaba integrado solo por militares, sino también por policías. Esa asonada estuvo constituida por policías y militares por igual, todos gutierristas. Los oficiales dignos entendieron un poco tarde lo que realmente perseguía Gutiérrez, y decidieron separarse de Gutiérrez y apoyar el proceso actual de la Revolución Ciudadana o simplemente dedicarse a labores académicas, al ser excelentes analistas de escenarios en su mayoría. Los policías que se quedan con Gutiérrez en ese primer círculo fundacional, son fascistoides, tropicalmente fascistas para decirlo en otro lenguaje; pues esa es una de sus peligrosas características. Y la otra es que los adversarios del cambio, optaron, hace mucho rato, por el magnicidio en el caso de Evo, Chávez y Rafael. Los planes desbaratados en los casos de los dos primeros presidentes, y lo ocurrido el 30 en Quito , ponen en el tapete este mecanismo cínico y brutal por el que han apostado las elites y sus aliados.

LA SEGURIDAD NACIONAL, EL “ENEMIGO INTERNO”
– En mi tesis “Amenazas a los proceso de cambio en América Latina”, publicada el 28 de febrero de 2009, señalé desde Barquisimeto que el tema militar y de seguridad muestran un déficit estratégico en casi todos los procesos de cambio en la región. Aunque hay avances como el Consejo Sudamericano de Defensa, sigue haciendo falta superar las doctrinas hemisféricas aprendidas en la Escuela de las Américas, sobre la vieja tesis de la Seguridad Nacional, el “enemigo interno” y las “amenazas asimétricas”, como nos denominan a los pueblos y sujetos políticos del cambio regional. Por eso, en aquella fecha señalé que todos debemos apoyar la valiente resolución de nuestro gobierno de expulsar del Ecuador a dos operadores de la CIA, ”pero exigir también que se limpie toda la Comunidad de Inteligencia transnacionalizada, la que se ha convertido en amenaza al propio proceso de cambio”.

– A propósito de los comunicados de ”Legión Blanca” que tú has citado, Dick, quiero recordar que el 21 de Junio de 2009 denuncié públicamente que la autodenominada Legión Blanca, enmudecida desde el 2007, lanzó su último comunicado y volvió a reaparecer, curiosamente, en junio del 2009 cuando la coyuntura estuvo marcada por dos sucesos: la anunciada recomposición de los aparatos de Inteligencia militar y policial en Ecuador, vía Ley y Decreto presidencial; cuanto el informe de la Comisión de la Verdad, formada en 2007 para investigar crímenes de lesa humanidad en democracia y visibilizar a los responsables de violaciones a los DDHH, informe que podía contener, como en efecto sucedió en el 2010, referencias a varios oficiales en servicio pasivo y activo de las Inteligencias de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.

– A la Legión Blanca, que ya no contaba con el peso suficiente para meter miedo a nadie y para operar la guerra de propaganda negra y gris, le sobrepasó el hoy conocido ”GAP” (Grupo de Acción Policial), denunciado como grupo parapolicial por nuestro presidente.
– La Legión Blanca en el 2001 al 2009, y el GAP actual y el intento de golpe y magnicidio del 30, ocurren en gran medida por no haberse depurado a fondo la comunidad de inteligencia transnacionalizada que padecemos, pues, como lo denuncié en aquel junio de 2009, la inteligencia mantiene sus enlaces autónomos con los aparatos de inteligencia de EE.UU., Israel y Colombia, a pesar de las positivas pero insuficientes medidas tomadas por el gobierno en esos meses, que fueron sobre todo de carácter académico, diseñando “otra arquitectura de Seguridad”, pero dejando de lado medidas orgánicas de impunidad y de desarticulación de los aparatos “legionarios” internos; lo cual, como se vio el 30, resultó peligroso e imperdonable: los encargados del tema, debían ir hasta el fondo en su momento, pero aún hay tiempo todavía para concretar esta aspiración por la cual hemos luchado tantos años los defensores de la vida.

NO SÓLO CAMBIAR EL APARATO TAMBIÉN SUS OPERADORES

– “Los chicos de Mario Pazmiño y los boys de Edgar Vaca”, señalé en aquella oportunidad, “se sienten impunes para amenazar de muerte por el internet y desde teléfonos duados, y para repetir la matriz que la UIT (Unidad de Inteligencia Técnica Anti-Terrorista), la CCQ (Compañía de Contra-inteligencia Quito ) y el UIES-SIC-10, hicieran entre los años 2000 a 2005. Y reaparece esta “Legión Blanca” amenazando al gobierno y los militantes, gracias a la impunidad de los aparatos de la comunidad de Inteligencia, que siguen haciendo de las suyas hasta que sus alfiles sean procesados, juzgados y condenados. No se puede cambiar sólo la denominación de un aparato sin cambiar sus operadores. Ese es el meollo del asunto”.

– Ya el 8 de abril del 2008, cuando se mandó a su casa a Pazmiño, señalé abiertamente en los medios que me entrevistaron, que ”era la primera vez que un Jefe de Estado tomaba el toro por las astas. Ningún Jefe de Estado había hecho lo que debía hacer y por eso hay que apoyar y respaldar el saneamiento iniciado por el presidente Correa. Sí procede una reestructuración en los organismos de inteligencia nacional, pero se debe depurar también a la Policía Nacional, para frenar intervenciones foráneas. Cuando hablamos de inteligencia nos referimos a todo el aparato que va más allá de las tres ramas de las Fuerzas Armadas. La inteligencia integra a todas las ramas de inteligencia y de seguridad que incluyen a Policía, Fuerzas Armadas y Servicio Secreto”.

LA FRACTURA HISTÓRICA POLICIAL-MILITAR

– La Policía Nacional está conformada históricamente de una manera distinta a nuestros militares. La derechización fascistizada avanzó en la Policía durante los ochentas; hasta entonces teníamos una policía parroquiana. Tras la asonada golpista de Gutiérrez en el 2000, la Policía tuvo otra mutación, que la caractericé en un análisis expuesto en la Flacso, como “la lumpenización” de ciertas estructuras policiales. Lucio Gutiérrez creó aparatos propios de inteligencia a la sombra, y lo increíble es que no han podido ser disueltos, como la DNI.

– Además, otro factor clave es que el policía retirado de medio rango mantiene influencia en la propia policía. Hay que tener en cuenta esos elementos para ir articulando los ejes del rompecabezas del golpe de estado gradual que vivimos el 30, en donde los policías jugaron un papel crucial. Porque la policía, a excepción de la etapa actual cuando se empezó a desarticular la UIES, se ha mantenido mucho más fuerte, que los militares, que han sufrido mutaciones y crisis sucedáneas con cada crisis institucional: 2000, 2001, 2005, etc. Como reconocen otros analistas, la policía siempre estuvo más relacionada con las inteligencias de EE.UU. y Colombia. Finalmente, en Ecuador tenemos una brecha histórica, aún no resuelta, entre Policía y FFAA. Y eso pesa como elemento a tomar en cuenta: a los golpistas les falla precisamente el factor militar; no logran romper la cadena de mando y provocar el alzamiento de algún cuartel militar, como los golpistas esperaban. Con el pasar de las horas, se dan cuenta que no habrá alzamiento de ningún cuartel militar, con lo cual el escenario sería más complejo aún, pero eso no ocurre.

Y entonces es que entra en escena el plan B, sigue Alexis Ponce. “El plan A fue el golpe de estado encubierto. Pero al fallar, optan por el magnicidio”.

“¡MATEN A CORREA!”
– El plan B consistió, como nuestro valiente presidente lo dijo esa noche ya liberado, en el magnicidio pero también falló aunque varias balas perforaron el auto que rescató al presidente Correa del Hospital de la Policia Nacional. Murió uno de los oficiales de protección en el rescate, asesinado por las balas de los francotiradores que impactaron sobre los otros vehículos también, y que usaron como les constó a muchos compañeros, mirillas telescópicas y rayos infrarrojos: quién no recuerda, de los compañeros que les tocó pasar junto al Presidente esa noche terrible, cómo las luces infrarrojas dibujaban haces en la oscuridad y sobre sus pechos.

– Un periodista de Ecuador inmediato, desde adentro del hospital, dio su testimonio del intento de magnicidio al presidente. Contó que 15 policías que ingresaron para matar al presidente lo buscaron en las habitaciones, pero se equivocaron de piso y cayeron de bruces ante el grupo militar élite que logró rendirlos dentro del hospital. Días más tarde, se publicaron las grabaciones con las “conversaciones” de los golpistas, que señalaban la necesidad enfermiza de matar a nuestro presidente. La derecha y los medios, han intentado aligerar el peso de ese testimonio terrible, preguntando ¿quién le dio a la agencia informativa ANDES esas grabaciones?, como si el tema fuera el dedo que apunta a la luna, y no la luna lo esencial. Si tú revisas los archivos de DDHH, te podrás dar cuenta que en el 2001, por ejemplo, se usaron radio-receptores de patrulleros policiales para “informar” en la noche de cerco a la Universidad Salesiana, durante el levantamiento indígena de esa época en el gobierno de Gustavo Noboa, que “el Alexis Ponce falleció atropellado por un carro”. Fueron dos periodistas que me llamaron a casa, preocupados porque creían que había muerto. Así que el radio-receptor es instrumento clave de toda maraña golpista o represora.

LOS FACTORES POR LA FALLA DEL GOLPE

¿Estaba al tanto la cúpula policial sobre lo que pasaba y eran cómplices en el intento de golpe de estado? Alexis dice que en este momento es difícil decirlo. Pero sospecha que policías civiles y gutierristas que han actuado, también con militares pasivos.

– ¿Por qué falla el golpe? Porque no contaban con la firme reacción de nuestro presidente. Primero, en llegar al epicentro del golpe, y segundo en enfrentarlos y no ceder a sus amenazas. Esa actitud les dejó sin piso.

Segundo factor: No hay respuesta militar favorable al golpe. Cuando toman el aeropuerto en la mañana no es toda la FAE, Fuerza Aérea Ecuatoriana, sino un grupo de radio-operadores que no tuvieron peso en la institución castrense.

Los policías y desestabilizadores, MPD, Pachakutik. PSP, PSC, etc., golpearon en varias partes del país, no solamente en Quito . Pero no pudieron doblegar al presidente Correa que, secuestrado y todo, les desafía y logra romper el cerco de secuestro, oportunidad que no tuvo Zelaya en Honduras y, mínimamente, la tuvo y aprovechó Chávez al enviar su famosa nota donde rechazaba la mentira mediática de que “renunció”.

LOS MEDIOS PRIVADOS

Igual como en Venezuela y Honduras, los grupos privados que controlan la televisión local, al inicio transmiten todo, menos lo que está pasando en Quito . Pero, a la vez, como en película, se conoce que desde temprano instalan sus operadores “desde el lugar de los hechos”. Cuando el gobierno toma la genial medida de encadenar nacionalmente todos los medios, éstos son neutralizados y su valla desestabilizadora muy poco o nada puede lograr. Los conspiradores pierden así no un alfil, sino la reina en el ajedrez golpista. Por otro lado, las capas medias reaccionan en una forma que los golpistas no habían calculado, y pierden otra base social de apoyo a la causa golpista, o por lo menos su neutralidad.

– Tenemos que agradecer a los golpistas porque la clase media se indignó como en el 2005, y salió a combatir con el pecho abierto a los golpistas. Cuando la gente mira por televisión las vejaciones infames a nuestro presidente, y éste envía su conmovedor mensaje a sus hijos, a su esposa y a la Patria, crea una conmoción generalizada en todo el país. Es un factor subjetivo que, sin quererlo, los violentos golpistas y los propios medios se encargaron de gatillar, contra el mismo golpe. Recibí decenas de llamadas telefónicas en ese lapso, desde todo el país y del exterior incluso, que me preguntaban; ¿“qué hacemos”? Y mi respuesta, casi a gritos, fue: ¡“A LA CALLE, TODO EL MUNDO A LA CALLE, A SALVAR AL PRESIDENTE”!

– Otra razón entonces, por la que fracasa el golpe en Ecuador , es la neutralización de la valla mediática conspiradora, que luego del día 30, ha vuelto a manifestarse impúdicamente en todos los medios. Y, por otro lado, la reacción social relámpago de la población ecuatoriana. “Hay que actuar inmediatamente”, es la hermosa lección ejecutada por nuestro pueblo, la UNASUR y decenas de organizaciones en todo el continente que esa misma tarde, rodean varias embajadas ecuatorianas a favor del presidente y en repudio del golpismo.

DE HONDURAS A OTRO GOLPE DE ESTADO

– La vida y la historia enseñan: cuando el golpe en Honduras, el 7 de febrero del 2009 advertí en entrevista a varias radios de ese país que aún no eran acalladas por los golpistas, que en América Latina asistiríamos a “otro tipo de golpismo: el golpismo mediático, que impondría una valla de distorsión informativa”, que se evidenció cínicamente en los sucesos en Honduras. Los medios establecieron dos tesis interesantes en la valla de distorsión mediática entonces: ”La culpa siempre es de la víctima, nunca del victimario: la responsabilidad del golpe la tuvo Zelaya, el presidente derrocado, por cometer ’errores’, no los golpistas, que “salvaron a Honduras del populismo socialista. En aquel febrero de hace un año alerté algo que ha sucedido hoy en Ecuador: ”Ya se puede intuir lo que nos espera a varios países, si el mismo tratamiento mediático de un golpe dan estos medios privados locales y mundiales, pues el caso de Honduras puede ser, apenas, la impresentable pieza prologal del Dominó de la reacción en América Latina: La culpa de intentonas golpistas similares en Ecuador, Guatemala, El Salvador, Bolivia o Paraguay, no será de los golpistas, señalarán, sino de los propios presidentes derrocados, desestabilizados o atentados”.

Ese análisis ha sido refrendado por el comportamiento indigno y provocador de los mass media en los hechos del 30 y, con mayor fuerza, en los días posteriores.

LOS OTROS GOLPISTAS PASIVOS

Un cuarto elemento que Alexis menciona es la alianza golpista “gaseosa” con tejidos y redes en ciertos grupos sociales, especialmente con un sector de empleados públicos que se les ha quitado privilegios a través de la Ley de Servicios Públicos. Varios sindicatos y centrales obreras reaccionaron con fuertes discursos a favor del golpe, maquillándolo como “justo reclamo policial”. Pero para Alexis Ponce, toda una vida ligada a los movimientos obreros y populares, no hay duda que muchos gremios corporativizados se nutrían del economicismo hasta convertirse en “aristocracia obrera”. Con Correa se acabó gran parte de ese modelo gremial, lo cual causó gran malestar en los reductos del sector público.
– Ese tipo de sindicalismo aparece apoyando a los golpistas y gutierristas, igual que a nivel de los partidos, el MPD, que lastimosamente vuelve a sus raíces, las que el ex agente de la CIA Philip Agee (1935-2008), mencionó en su famoso libro de la década del 60; “La CIA por dentro: Diario de un espía”, cuando denunció que precisamente la matriz, el Partido Comunista Marxista Leninista de Ecuador (PCMLE) de esa época nació dividiendo al viejo partido comunista (PCE) debido a infiltraciones en su cúpula. Desafortunadamente este partido y otros partidos “obreros” y “movimientos sociales”, no se desprendieron de la falla estructural del 21 de enero del 2000, pues a pesar de todo, volvieron a entablar alianzas táctico-estratégicas impúdicas con Gutiérrez y los policías de ultraderecha: les une el odio al presidente y los privilegios amenazados. Pero sobre todo, este sector de la vieja izquierda, no entiende el lo que vive América Latina y el proceso ecuatoriano.
– Luís Villacís, dirigente del MPD aparece en una foto que será histórica, trepado con policías de civil y militantes del MPD en una camioneta policial arengando en un sector de la ciudad a favor del alzamiento fascista. Si miramos con detenimiento, es el mismo fenómeno ocurrido en otras latitudes: los maoístas apoyando el derrocamiento de Allende en Chile , o Bandera Roja apoyando el golpe de estado en Venezuela en abril 2002.

– Ya en febrero de 2009 alerté que ”los partidos de la vieja izquierda y movimientos sociales anclados en los noventas, el “vanguardismo social” y el etnocentrismo excluyente en los casos de Ecuador -con el amazónico liderazgo de la Conaie- y de Bolivia -con Felipe Quispe, denigran desde la retrógrada visión conceptual del estalinismo o desde la gaseosa “sociedad civil” de los noventas, a los procesos en marcha en nuestros países. Y añadí: ”Estos sectores vienen siendo instrumentados mediática y movilizativamente para desestabilizar en la calle y la pantalla a cada uno de los gobiernos progresistas en toda la región. Bandera Roja en Venezuela, y toda la pléyade de 'partidos obreros revolucionarios' en Ecuador, Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil, han hecho aportes significativos en esa triste situación”.

PACHAKUTIK Y EL GOLPE

La Conaie, Confederación de nacionalidades indígenas del Ecuador , y Pachakutik tienen que aclarar si han recibido fondos de los diferentes organismos gubernamentales y privados de EE.UU., Alemania y Unión Europea. Alexis es sumamente crítico, sobre todo del partido Pachakutik, por su actuación antes, durante y después de la intentona golpista.

– Pachakutik ha incluido una gama de movimientos sociales y comunidades, en su mayoría indígenas, pero también ONGs. Estuvimos juntos en muchas peleas de las décadas pasadas en contra las privatizaciones o en las asonadas indígenas. Desde entonces no es un secreto para nadie, se conocía que una fuente de recursos, son la ONG internacionales. Hay que agradecer a Eva Golinger haber denunciado los vasos comunicantes entre Lourdes Tibán, cuyo hermano policía era de los más represores en la Asamblea Legislativa ese día, y un alto operador de la inteligencia de EE.UU., en un a ONG creada en el 2005.

– Pocos conocen en el ámbito internacional que la otrora líder indígena de la Conaie y Pachakutik, Lourdes Tibán, había apostado hace mucho tiempo atrás, junto a Auki Tituaña, por la derecha. Se comentó públicamente que ella apostó a ser candidata a Vicepresidenta del periodista Carlos Vera, quien hoy lidera un sector de la oposición derechista, motejando en cada discurso diatribas contra Cuba y Venezuela.

– Esa forma de ser de las Tibán ha enojado a las bases indígenas porque se ha mostrado como simple ambición de poder y revancha, sin que la ética política importe mucho. No es casual que hace años haya sido levantada la figura por los medios de comunicación privados donde sale a decir barbaridades contra todos los procesos que vivimos en América Latina, y obviamente contra el presidente Correa. Esa visión derechista la tienen desde tiempo atrás. Pero en el exterior se sigue creyendo en la inexistente “vanguardia indígena”, que ha sido desplazada por un degradación que empezó con su adúltera relación política con Lucio Gutiérrez el 2000 y luego el 2003, y que se ha deteriorado más en los últimos años.

– Pero esa relación, que tanto les significó para ganar el gobierno y perderlo a los pocos meses, perdió en esta ocasión a los golpistas: fue su error número cinco. Porque pueden iniciar el golpe, pero no sostienen bases sociales amplias, que puedan plegar a la aventura. Sus bases no obedecen a Lourdes Tibán ni a Pahacutik, y entonces no hay movilización indígena, sino simplemente boletines de prensa y comunicados que no pueden ocultar no solo su gravísima equivocación política, que les costará muy caro, sino la orfandad de bases que a la vez redunda en orfandad de base social inmediata a los golpistas. Lo que hubo es fascismo, en las declaraciones y en las calles de Quito y otras ciudades.

Pachakutik, sin base qué movilizar, estructura la justificación de la “salida” del presidente, con su declaración del dirigente nacional Jiménez, de que se debe proceder a destituir al presidente debido al “vacío de poder”. Todo estaba confabulado para que haya un golpe de estado disfrazado, pero hace rato que traicionan a los golpistas, no voluntariamente, sino desde los hechos: habrán ofrecido como siempre lo han ofrecido en toda asonada previa en Ecuador , “nosotros ponemos cinco mil compañeros en Quito, cuánto hay para poder movilizarlos”. Ya no es la misma organización ni la misma capacidad de convocatoria de hace una década.

LAS LECCIONES del “TANCAZO” de JUNIO de 1973 EN CHILE

Según Alexis Ponce la derecha había programado la revocatoria de hecho del mandato del presidente Correa. Por eso, cierto dirigente lanzó la propuesta de “ir a una junta cívico-militar”.

Pero ya no era necesaria esa operación, pues falla el golpe porque no reciben ninguna seria respuesta popular favorable a la intentona. El aval golpista de rostro indígena, también falló porque las masas lograron distinguir entre un presidente que se ha convertido en un auténtico líder de talla nacional y continental, y dirigentes que han vendido su alma al diablo y su vida al golpismo.

– También ellos han vuelto a sus raíces del 2000: les quedó la marca de la ya inexistente Coordinadora de Movimientos Sociales, que se hizo experta en conspiraciones cuarteleras, pero que perdió la perspectiva ética de la política y la perspectiva de la realidad contemporánea.
– Los partidos de ultraderecha, Madera de Guerrero, Socialcristiano, las bandas filo-policiales que saquearon Guayaquil, los piquetes golpistas contra el canal público, apenas son la punta del iceberg golpista en el Ecuador. Por lo que bien vale recordar las lecciones que nos deja el “Tancazo” de junio de 1973 en Chile, poco antes del golpe cruento de Pinochet, y así mismo los “golpes de terciopelo” que los destaqué en mi análisis de febrero del 2009, cuando publiqué que hay comunes estrategias en la Desestabilización de Mediana Intensidad en la región; y que el otro eje subversivo movilizador se sostiene en la tesis “ganar la calle para la Derecha”, con los “movimientos naranja” (estudiantes conservadores de universidades privadas en Guayaquil, una capa estudiantil altamente ruidosa y bien entrenada en Venezuela, y la Juventud Santacruceña en Bolivia), más la emergente “nueva sociedad civil” de fundaciones con matriz cooperativa estadounidense o transatlántica en algunos casos”.

LA SALIDA FASCISTA DE LA DERECHA CONTRA CORREA

– Me pongo a temblar cuando releo ese análisis del pasado año. Ahí señalo que el otro factor de desestabilización de nuestros procesos, son ”las comunidades de Inteligencia y grupos operacionales de extrema derecha, que lejos de ser desmantelados en nuestras Fuerzas Públicas han sido intocados. La subversión intenta pasar, en el caso ecuatoriano, a una nueva fase: la preparación de la subversión armada para operar un golpe de Estado táctico, y si Correa estorba demasiado, no buscará su derrocamiento, que es difícil, sino el magnicidio. ”Muerto el perro, se acaba la rabia”. Esa será, entonces, la hora de la reacción”.
APLAUSOS GOLPISTAS EN EL CONGRESO HONDUREÑO
Varios conocidos golpistas diputados hondureños, cuando supieron sobre la intentona golpista en el Ecuador, se levantaron y aplaudieron eufóricamente la noticia. Pero, como en el caso del golpe de estado en Venezuela el 11 de abril de 2002, “bailaron antes de que llegara la orquesta”, como dijo entonces el embajador en Bogota, Roy Chaderton, hoy embajador de Venezuela en la OEA, refiriéndose a un editorial en El Tiempo “hermano mayor” del diario golpista hondureño El Heraldo que saludaba y aplaudía el golpe de estado en Venezuela.
http://www.box.net/shared/t2m49chjk9