domingo, 6 de septiembre de 2009

POLITICA INTERNACIONAL


POLITICA INTERNACIONAL

Rafael Correa ha dicho que impulsará desde la UNASUR el Consejo de Desarrollo Económico, el Consejo de Desarrollo Social, la nueva Arquitectura Financiera Internacional a través del Banco del Sur y una Organización de Estados Latinoamericanos “sin países extraños a nuestra región e incluyendo a países que por mucho tiempo fueron postergados”.

En una entrevista a un Diario de Colombia, televisada en directo hacia este país, Correa realizó una sólida defensa de la posición del Ecuador en relación al conflicto interno colombiano y denunció la política militarista de Uribe. Por ejemplo el gobierno colombiano emplea sólo el 1% de su pie de fuerza en la vigilancia de la zona limítrofe (de casi 700 km), mientras “un 20% de las Fuerzas Armadas” ecuatorianas ejercen control en esa área. Igualmente el Presidente se refirió al casi medio millón de desplazados colombianos que se han afincado en el Ecuador. A pesar de ello Colombia admite que podría denunciar a Chávez y Correa por apoyo a FARC ante tribunales internacionales” a la vez que reniega desde ya de la política integracionista del UNASUR por el hecho de que la Presidencia pro-tempore estará en manos del Ecuador y ante el manifiesto malestar de gobiernos de la región como el de Brasil, Chile, Nicaragua, Bolivia, además de Ecuador y Venezuela, han expresado preocupación por el acuerdo militar que negocia Colombia con Estados Unidos; lo que obligó a un periplo de Uribe, tratando de generar consensos, que únicamente lo logró en el caso del gobierno del Perú.

El sociólogo de izquierda Alejandro Moreano denuncia la “israelización” de Colombia, y recuerda que el año pasado, el entonces ministro de Defensa Santos fue recibido con honores por el Gobierno israelí para la compra de 24 aviones del tipo K-FIR. Pero las relaciones no se limitan a la compra de armas ni al entrenamiento de militares colombianos –y paramilitares- sino a la efectiva “israelización” de Colombia. El arrasamiento de muchas regiones y la expulsión continua de los campesinos cocaleros por las acciones de militares y paramilitares, es una copia de la acción del Irgún y los grupos terroristas israelitas para expulsar a los palestinos en los años 40 y 50 del siglo pasado. El bombardeo a Angostura está calcado de los bombardeos de Israel a campamentos de HAMAS en Palestina, e incluso en Siria. Y lo más grave: Israel, una gigantesca base militar para desestabilizar y controlar a los países árabes, quiere ayudar al Pentágono a convertir a Colombia en otra gran base militar para enfrentar la creciente autonomía de América del Sur.

La Declaración Presidencial de Quito de la UNASUR, releva que “el mundo enfrenta hoy uno de los desafíos políticos, económicos, sociales y ambientales más serios de su historia moderna, que resulta de la combinación de la peor recesión internacional desde hace más de medio siglo y que, a diferencia de otros episodios de inestabilidad financiera, es una crisis generada en el sistema económico financiero del mundo desarrollado, situación que trae consecuencias altamente negativas para el crecimiento de la economía de los países emergentes… Reconocen que, en el actual contexto mundial, es fundamental profundizar y acelerar la integración y la cooperación regional para enfrentar concertadamente estas preocupaciones. Frente al deterioro del bienestar básico de millones de ciudadanos y ciudadanas de toda la región, reafirman la necesidad de impulsar un desarrollo sostenible, teniendo en cuenta la noción de libertad e inclusión social… Ante este escenario la UNASUR reitera su objetivo de construir, de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus pueblos, otorgando prioridad al diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento y el medio ambiente, entre otros, con miras a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la soberanía e independencia de los Estados… tendrá en cuenta en su debate las iniciativas, proyectos y experiencias bilaterales y multilaterales existentes, por ejemplo: el Banco del Sur, para aquellos Estados que hayan aprobado su estatuto constitutivo; la construcción de un fondo de reserva común; un sistema de pagos regionales; un sistema de compensación regional, como el SUCRE; así como otras que puedan surgir, atendiendo siempre el carácter flexible y voluntario de la participación de los países de la UNASUR en las iniciativas que lleguen a concretarse”.

De su parte el Presidente Correa dijo que “La Unasur podría conformar la cuarta economía más grande del mundo, con un producto superior a los $2.9 millones de millones anuales, una población de 380 millones de personas en 17 millones de kilómetros cuadrados, con un tercio de las fuentes de agua dulce del planeta, ubicada en el primer lugar en la producción mundial de alimentos y con reservas de hidrocarburos para los próximos 100 años”.

Con motivo de la Cumbre de Presidentes de la UNASUR, se visualizó a nivel continental la estrategia del imperialismo norteamericana a través de la denuncia de Hugo Chávez sobre el Libro Blanco del Comando Sur de los EE.UU. Incluso hay un elemento adicional que estrategas políticos ya mencionan, esto es, los alcances del llamado Plan Andes 2020, atribuido a la visión de largo plazo de Washington, que sugeriría una mayor incidencia -incluso en fuerzas militares- en los países de la región Andina, en una etapa posterior al Plan Colombia que ya caduca.

Al respecto de la injerencia norteamericana en la región andina fue nítida, clasista y revolucionaria la posición de Evo Morales “No se puede permitir una presencia militar extranjera en nuestro territorio. Es un mandato noble y sagrado que nos dan nuestros pueblos. Pensar que con este acuerdo se va a mejorar una lucha contra el narcotráfico, dudo; sólo es una presencia política militar para control a otros países”. Incluso Alan García alertó sobre el peligro de estas bases. Mientras que Lula desenmascaraba las contradicciones del discurso de Uribe al decir que “si las bases están establecidas desde el 52 y no han dado resultado, creo que debemos repensar qué otras cosas podemos hacer en conjunto para solucionar los problemas y darnos una oportunidad a nosotros para que a través del Consejo de Defensa… podamos acabar con este problema. Rafael Correa supo igualmente confrontar la doble política del gobierno colombiano, sobre su propuesta de distensión, con las evasivas del canciller de Colombia a no declarar que la tesis y la práctica del ataque preventivo no se iban a repetir en el futuro.

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