sábado, 10 de diciembre de 2011

K`AHAMARKA, CENTRO CEREMONIAL SAQUEDA E INVADIDA POR 479 AÑOS POR LOS ESPAÑOLES AMERICANOS Y MESTIZOS.


Su K`AHAMARKA, CENTRO CEREMONIAL SAQUEDA E INVADIDA POR 479 AÑOS POR LOS ESPAÑOLES AMERICANOS Y MESTIZOS.

Por: Aureliano Turpo Choquehuanca PhD.
E-Mail: turaschay@yahoo.com

Un viejo dicho nos dice que: “La historia se repite unas veces como comedia y otras veces como tragedia”. A inicios del tercer milenio, observamos como nuestro territorio tawantinsuyano (Perú-Sudamérica) y sus riquezas naturales renovables y no renovables: minerales, madera, gas, petróleo, agua y otros recursos naturales, siguen siendo robados a imagen y semejanza de Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Hernando de Luque, del Monarca español; sin excluir de éste saqueo a su aliado de todos los tiempos, la iglesia católica y su instrumento represor, la SANTA INQUISICION, que diezmó y dislocó el proceso civilizatorio del milenario Tawantinsuyu, pero que no logró anularlo totalmente, a pesar de un sistemático proceso de colonización mental vía la castellanización y cristianización de salvajes. Dogma aberrante del Vaticano.
La llamada guerra de la independencia, que se selló un 9 de diciembre de 1824 no significó, ni significa el bienestar de los pueblos y naciones kechuas, aymaras y amazonenses de Perú Tawantinsuyano, sino la repartija territorial o el terracidio de los criollos y mestizos que se hicieron del poder republicano y continuar el colonialismo interno y mantener al indio o indígena en peores condiciones de vida material y espiritual. Los 190 años de la mal llamada “vida republicana”, nos demuestra como los herederos de los españoles Puka Kunkas, enajenaron en su beneficio, sobre todo, en beneficio de las trasnacionales euro-anglosajonas estadounidenses.
Los distintos gobiernos de la oligarquía criolla-mestiza peruana (conservadores, constitucionalistas, liberales, republicanos), civiles y militares se entregaron a las fauces de la voracidad de las trasnacionales que destruyeron el caucho, el guano de isla, el salitre, las riquezas marítimas, la madera. Convirtiéndonos en meros exportadores de materias primas, que los presidentes como Piérola, Cáceres, Prado, Belaunde, Morales Bermúdez, Alan García, Fujimori y Toledo, se entregaron en cuerpo y alma a las fauces del imperio anglosajón sefardita de los EE.UU. de Norteamérica. Esta realidad nos demuestra que la herencia colonial, la vida republicana criolla-mestiza, no han dejado de ser pro-imperialista colonial.
¿Qué diferencia entre Francisco de Toledo y Ollanta Humala?..., la diferencia será que son dos personajes de tiempos diferentes, pero de igual actitud colonizadora y de serviles de los intereses de las grandes empresas depredadoras de nuestros recursos naturales. Fujimori, Toledo, García no son más que la caricatura de los gobernantes criollos euro-hispanistas, que no tuvieron la capacidad de encarnar su supuesto origen humilde de emigrante nipón, de cholo lustrabotas y de pequeño burgués citadino antiimperialista aprista. Estos personajes son la clara muestra de la decadente sociedad alienada y dogmatizada con la ilusión de la “América para los americanos”.
La historia política, económica y cultural de la república peruana de las últimas décadas del siglo pasado, nos muestra con claridad que, el camino de la liberación de 1780 se hace vigente y nos demanda asumir con responsabilidad esa tarea histórica y política inconclusa, para reconstituir nuestra soberanía y autodeterminación como pueblos y naciones, herederas de un milenario proceso civilizatorio tawantinsuyano que no destruyó su medio ambiente, ni enajenó sus recursos naturales, menos destruyó al ser humano, como lo viene haciendo el sistema republicano y su economía de mercado dependiente del sistema capitalista salvaje.
La oligarquía criolla-mestiza para afirmarse en el poder colonial republicano supo organizarse en partidos políticos, organizaciones sindicales de tinte izquierdista y derechista nacionalista, como también en asociaciones de civiles y militares citadinas, en iglesias evangelizadoras que terminan siendo las aliadas imprescindibles del colonialismo interno. Colonialismo interno que hace uso y abuso de la llamada “democracia representativa liberal”, amparado en el Estado de Derecho euro-occidental. La CPE y las leyes son instrumentos de sometimiento coercitivo contra el pueblo kechua, aymara, amazonense y mestiza empobrecida de la ciudad y el campo; como se registra a lo largo de la historia del colonialismo interno republicano.
Esta historia colonizadora es lacerante para el ser humano tawantinsuyano, porque ve su existencia como un lento caminar hacia la muerte lenta, sobreviviendo con las migajas que le brinda la ley de leyes. Migajas que no le garantizan una vida digna, una profesionalización de calidad, una salud que garantice su derecho al trabajo, mucho menos la dignidad de morir como un ser humano, que le dio todo a cambio de nada, al Estado colonial republicano de la oligarquía criolla-mestiza, hijos putativos de los españoles americanos de 1821.
Los acontecimientos violentos y genocidas de Wagua, Moquegua, Cusco, Arequipa y Puno, son testimonios que no deben ser repetidos; sin embargo, se repite como historia trágica en el gobierno de Ollanta Humala. La histórica ciudad milenaria de K`ahamarka-Cajamarca, hoy es víctima de la política neoliberal visibilizada a favor de la trasnacional minera Conga-Yanak`ocha, que al amparo de concesiones mineras dadas por el gobierno apátrida de Fujimori, del cholo Toledo y del pituco García, se destruye la fuente de vida del pueblo kechua cajamarkino, destruyendo las lagunas de agua dulce, transformando la vida agropecuaria en un cementerio de seres humanos, de animales domésticos, silvestres; como de la fauna y la flora. No olvidemos que el AGUA ES UN DERECHO HUMANO COMO LO SEÑALO, LA PRIMERA DAMA DE FRANCIA, DANIELLE MITERRAND.
El estado de emergencia dictada por el presidente Humala, en la Región de Cajamarca, histórica capital del Chinchaysuyu Tawantinsuyano, es una metida de pata sin precedentes en la historia trágica del Perú colonial republicano, sobre todo, cuando se reclama “nacionalista”, que avergüenza a la memoria del general de los pobres: Juan Velasco Alvarado, que tuvo la valentía de sentar en el Congreso Nacional a los comuneros kechuas, aymaras y amazonenses del Perú Profundo. De iniciar la revalorización cultural ancestral, la liquidación de las haciendas y latifundios de la costa, la sierra y la selva, promoviendo la participación de los trabajadores de las utilidades de la empresa que nunca había sido tocadas por ningún gobierno. Política reformista que fracasa como consecuencia de un entorno político izquierdista trasnochado, que dio paso a la política entreguista del militarismo conservador pro-imperio de Morales Bermúdez.
Ollanta Humala, militar a la usanza tradicional, se muestra tal cual es su política de “Convergencia”, donde es hegemónico la política neoliberal del Premier, el empresario judío-peruano y del PPK yankisado, donde el espíritu “nacionalista” está ausente, convertido en un san benito de la campaña electoral y ausencia real de la izquierda pequeño burguesa. ¿El Estado de Emergencia es una forma moderna de la Santa Inquisición, que garantiza el genocidio y el etnocidio de los pueblos y naciones de todas las sangres del Perú tawantinsuyano del siglo XXI?..., entendiendo que ésta medida ha sido siempre utilizada por los gobiernos civiles y militares a lo largo de la historia trágica de la republica bananera del Perú criollo-mestizo.
Ollanta Humala no es una excepción ante la sentencia de Gonzáles Prada que dijo: “Hay que ahorcar al último militar con las tripas del último cura”. Esperemos que esto no ocurra y el presidente reencamine su política de gobierno ofrecida en su campaña electoral y luche realmente contra la política neoliberal de sus antecesores, sobre todo, convoque a la realización de la ASAMBLEA CONSTITUYENTE, para establecer las reglas de juego que permitan, el ejercicio pleno de la soberanía de los pueblos, naciones y poblaciones del Perú-Tawantinsuyano del siglo XXI, en un franco proceso de descolonización y retoman de los ideales históricos y políticos de los líderes de la insurrección de 1780-1783. Es tiempo de retomar las proclamas de José Gabriel Kuntur Kanki-Tupak Amaru II, de Pedro Willka Apaza-El Puma Indomable.
En esta hora de grandes decisiones, nos solidarizamos con las demandas histórica y políticas de los kechuas de la Región K`ahamarka y hagan valer su derecho consagrado y sancionado por los instrumentos jurídicos internacionales de la ONU, la OIT, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la Constitución Política del Estado y de las normas que garantizan los derechos fundamentales de cada uno de los habitantes de la región y del país.



Aswan Karu, 9 de diciembre del 2011.

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